Carol
—Carol, ¿qué pasó? Vi a Alex salir de los vestuarios muy enojado y a Derek gritando su nombre tratando de detenerlo. —Betty me interceptó a medio camino mientras me dirigía al estacionamiento, la preocupación plantada en sus facciones me detuvo.
En ese momento recordé que Rachel estaba esperando por mi blusa, pero no quería volver a ese lugar.
—Mierda, ya me iba sin darle la blusa a Rachel, ¿se la puedes alcanzar tu Betty? Yo me voy ya —dije a la vez que sacaba la blusa de mi bolso y se la tendía.
—No, está bien. Una de las chicas de su escuela le prestó una y ya se cambió. Me tienes preocupada Carol, ¿qué pasó? —Puso sus manos en mis hombros mientras me miraba fijamente esperando por una respuesta.
—Víctor me abordó en los vestuarios e intento propasarse conmigo.
Alex—Claro pasa —dijo Carol mientras abría completamente la puerta.Pasó por mi lado y se sentó en la cama, así que la seguí e hice lo mismo.No debí de haberlo hecho. No debí de haber venido a su habitación, ni haber entrado tras de ella. Estábamos solos y yo me sentía tentado por esta chica del demonio.—Quería darte las gracias por lo que hiciste, si no hubiera sido por ti yo… —La interrumpí, no quería que hablara del tema.—No pasó, así que no sirve de nada que lo recuerdes —dije, tal vez con demasiada dureza en mi voz.No soportaba verla llorar, era un sentimiento de incomodidad que se había instalado en mi pecho. Aún tenía la voz rota y succionaba por la nariz, pero llevaba razón, el imbécil de Víctor había estado a punto de la
CarolCuando desperté el lugar a mi lado en la cama estaba vacío. Sentí un poco de decepción, hubiera querido que cuando abriera los ojos Alex estuviera aún aquí conmigo.«¿Qué? ¿De dónde salió eso?»Todos los sucesos de estas últimas semanas y el levantarme a las tres de la mañana me estaban pasando factura, mi mente estaba pensando cosas ridículas y mi cuerpo anhelaba imposibles. Mi cerebro definitivamente necesitaba un año sabático, fui hasta el baño, y comencé a prepararme para el día de hoy.Ya lista bajé las escaleras y caminé en dirección a la cocina para tomar el desayuno, cuando escuché los susurros de una conversación. Eran David y Alex y al parecer no querían ser escuchados porque hablaban en voz baja. Me quedé detrás de las puertas,
CarolMartes, 15 de diciembre de 2015.—Estoy agotada —suspiré, cuando salíamos de los vestuarios Betty y yo rumbo al aparcamiento. Acabábamos de terminar el agotador ensayo con las animadoras y mi cuerpo pedía relajación a gritos.—Yo no puedo ni mover el dedo meñique. Sahara es peor que los jefes del ejército. Creo que, si me llevan ahora mismo a una guerra, la ganaría —Se quejó Betty, pero tenía toda la razón. Sahara era muy estricta, tal vez demasiado—. Cuando llegue a casa me daré un baño de burbujas con sales aromáticas e iré directo a la cama. —Asintió efusivamente con la cabeza—Oh si, esa es una buena idea. Cuando llegue a casa iré directo al jacuzzi y me relajaré con las burbujas calentitas. De verdad lo necesito. —De solo pensar en ello se me aflojaba el cuerp
CarolSábado, 26 de diciembre de 2015¡Ya estamos a finales de diciembre! Dios, el tiempo pasa volando. Ya hacía tres meses desde que mi madre y yo nos habíamos mudado a esta enorme casa y conocido a esta incompleta familia.Los días habían transcurrido sin problemas, o eso quiero creer. Las cosas entre Alex y yo siguen igual, como si nunca hubiera ocurrido nada, como si no hubiésemos estado a punto de besarnos otra vez, como si no hubiera dormido en mi cama mientras le cantaba una canción de cuna, como si no me hubiese visto los pechos y luego dado el mejor masaje del mundo.Me levanté una mañana dispuesta a hablar con él, reuní todo el coraje y valentía que puede. Esperé ansiosa el horario de recreo para poder verlo, ya que no coincidíamos en ninguna clase. Había ensayado cien veces todo lo que le diría, me temblaban las ro
CarolDomingo, 27 de diciembre de 2015.—¡Buena suerte! Y no seas tímida por favor, si se te da la oportunidad de besarlo no la desperdicies. —Se despidió Betty mientras bajaba de su auto y ella conducía hacia el otro lado de la calle en dirección a las tiendas. Me dijo que hoy quería mimarse a sí misma y comprarse desde blusas nuevas, hasta lencería descarada. Tenía una ligera sospecha de quien vería esa lencería en el cuerpo de mi amiga.Entré en la cafetería Kingdom, la cual estaba prácticamente vacía a esta hora del día. De inmediato me envolvió un ambiente familiar y cómodo, el agradable olor a café recién hecho llenaba el ambiente. Las paredes estaban pintadas de blanco y cuadros con imágenes de tasas de cafés y pastelillos colgaban por todos lados. Las mesas r
Jueves, 31 de diciembre de 2015CarolLa casa estaba llena de personas, al menos unas setenta, y gracias a Dios que la era una mansión, sino estaríamos todos como sardinas en una latita pequeña. Los trajes y vestidos de gala desfilaban por todas partes, todos los invitados se habían vestido elegantes para esta noche. Todos los integrantes y amigos de la familia Cox se encontraban aquí, creo que hasta los que se encontraban al otro lado del mundo habían venido solo para esta noche.Ya habíamos conocido a la mayoría de los tíos, primos, sobrinos, hermanos y parientes lejanos de esta numerosa familia. Pero conocer a los padres de David, Raúl y Hortensia, señores de unos setenta y pocos años, fue lo mejor de la noche. Fueron muy amables con mamá y conmigo, sobre todo la señora Hortensia. Me recordaba a mi abuela Clara, la madre de mi papá, car
Jueves, 7 de enero de 2016CarolDespués de un exhaustivo día en la escuela, por fin estaba en casa. Me sentía agotada por los intensos ensayos con las animadoras, las clases, los exámenes próximos. ¡Dios! La cabeza me explotaría de un momento a otro.Nada más llegar subí a mi habitación y después de un relajante baño de espuma, «no volvería a cometer el error de relajarme en el jacuzzi al aire libre», decidí hacer las tareas que tenía pendientes para mañana. La primera era un trabajo de trigonometría.—¡Odio las matemáticas! —Me lamenté en voz alta.Necesitaría el libro para poder completar los ejercicios, pero cuando abrí mi mochila para sacarlo, sorpresa sorpresa, me di cuenta de que no lo tenía.«¿Se me habrá que
AlexDomingo, 17 de enero de 2016—Alex, ¿dónde estás? Respóndeme por favor.—¡Mamá no vengas, esto es lo mejor! Soy un estorbo en tu vida, en la de papá, en la de mis amigos. Lo mejor es que termine esto de una vez.—¡No Alex! Por favor hijo, escúchame. Tu padre y yo te amamos mucho, si te vas estaremos muy triste y dolidos, tú eres nuestro hijo, siempre vamos a estar ahí para protegerte. Por favor dime dónde estás.—En el puente.—Quédate justo ahí, ya estoy llegando.Me desperté sobresaltado, los recuerdos ya estaban volviendo en forma de pesadilla, como hacían siempre que se acercaba la maldita fecha. Llevaba una semana entera despertándome de madrugada y no podía dormir más luego de esto, la única vez, fue cuando Carol cantó la canci&oac