POV Ethan
Todos nos quedamos mirando a Noah marcharse y a Zeynep saliendo a paso rápido detrás de él.
— ¿De que hablaba mi hermano? —pregunté.
Papá inmediatamente dirigió su mirada a mí, por un instante me arrepentí el haber preguntado, no era un buen momento para hacerlo.
—No te concierne lo que hablaba Noah.
Me acababa decir entrometido en pocas palabras.
—Es mi hermano, todo lo que pasé con él me importa —expresé en un tono fuerte, Emma agarró mi mano por debajo de la mesa evitando justo lo que estaba por venir—. ¡¿Acaso tú y mi abuela son la razón por la cual Noah estuvo en coma?! ¡Qué le hicieron! Confiesa.
Tarde.
Como si fuera activado algo en él, caminó hacia mi puesto levantándome, alzó su mano para golpearme, pero algo o mejor dicho alguien lo detuvo.
—Golpea a mi hijo y te juro Gabriel que lo pagarás caro.
Me soltó, mi mirada se dirigió a ellos dos, estaban observándose fijamente, siempre había sido así, no tenían necesidad de palabras, no cuando con sus miradas se decían absolutamente todo.
—Ethan —por su tono de voz sabía que estaba enojada, demasiado.
—Sí mamá.
—No vuelvas hablarle en ese tono a tu padre, o seré yo quien te levante la mano. ¿Entiendes?
—Entiendo —susurré—. Pero lo que dijo Li..
—Pero nada, ambos no sabemos lo que quiso decir tu hermano, así que hablaremos con él y solucionaremos este problema. ¿Entiendes?
—Sí —murmuré cabizbajo.
—Y ustedes —esta vez se dirigió a mis hermanas—. ¿Entendieron?
—Si mamá —respondieron al unísono.
—Ahora discúlpate con tu padre —apreté fuerte mi mandíbula, ella sabía que me costaba horrores hacerlo y aun así me lo pedía—. Ethan.
Suspiré profundo dirigiendo mi mirada a él, alcancé a ver un atisbo de sonrisa y unas ganas inmensas de borrarla me recorrieron.
—Lo…Lo siento…papá.
Mi pensado era ir rápidamente a mi habitación, pero la pregunta de Gabriel me detuvo.
— ¿Qué hacías hoy en Cannes, Ethan? —me tensé inmediatamente.
¿Por qué mierdas tenía que darse cuenta de todo?
Malédiction.
— ¿Cannes? —preguntó mi madre confundida y cruzándose de brazos—. Se suponía que estuvo en la facultad.
—No estuve en Cannes —respondí, sabiendo que mentirle en la cara cuando ya sabía la verdad lo único que haría era encabronarlo más.
— ¿Piensas que soy estúpido? —cuestionó entre dientes.
—Claro que no papá —me apresuré a decir—. Pero… ¿Por qué sabes que estuve en Cannes?, quedamos en que quitarías los malditos rastreadores que habías puesto en no sé dónde de nosotros.
—Y también quedamos en que no volveríamos a esa ciudad, es un pasado que dejamos atrás, que intento dejar atrás todos los días de mi vida. ¡Está prohibido ir Cannes y más sin seguridad!
Entonces ese señor tiene toda la razón, entonces lo que me dijeron era verdad, entonces mi papá…mon dieu je refuse d'y croire (por dios, me niego a creerlo)
—El pasado siempre vuelve, aunque no lo queramos —cité aquellas palabras que me dijo el hombre—. Es lo que te mandan a decir.
Una semana después. (actualidad)
Estábamos cenando, se suponía que este era el momento del día donde compartíamos juntos, pero cada uno estaba ensimismado en sus pensamientos… o problemas.
— ¿Nadie tiene nada por decirme? —preguntó papá en un tono suave, lo que me alertó. Aparentaba estar muy calmado, pero por dentro todos sabíamos que había un infierno desatándose en él.
Todos nos miramos confundidos.
—Sea lo que sea yo no fui —hablé rápidamente. Siempre terminaban echándome la culpa. Aunque siempre era el responsable, esta vez no era así—. Sé que soy el más problemático, pero esta vez no he sido yo. Mamá lo juro.
—Te creo bebé —sonreí.
—No he dicho nada aún, así que no te adelantes Ethan —respiró hondo, poniendo sus codos en la mesa para después entrelazar sus manos—. Alguien ha borrado la grabación de la cámara de la cocina de hoy en la tarde y me preguntó ¿Por qué?
— ¿Por qué lo haríamos? —Preguntó Emma—. Papá no fuimos nosotros.
Miré alrededor, viendo a papá observándome minuciosamente, aun no me creía y no lo culpaba, Emma observaba su teléfono, Sofia estaba tensa en su asiento, se veía un poco nerviosa y Noah, bueno el seguía comiendo como si nada pasara a su alrededor.
—No importa, en —miró su reloj—. Cinco minutos me mandaran el video y sabré el porqué de borrarlo.
Se creó un silencio tenso en la mesa, Noah levantó su vista observando fijamente a Sofia quien pareciera que le fuera a dar un paro.
— ¿Sofia te encuentras bien? —preguntó preocupado—. Estas muy pálida.
—Princesse —llamó papá.
—Estoy bien —indicó —. Solo me recordé que tenía un trabajo pendiente y es demasiado largo.
— ¿Quieres que te ayude? —preguntó mamá.
—No mamá, debes de estar muy cansada, yo puedo sola.
— ¿Ya te enviaron el video? —pregunté curioso—. Quiero saber que ocurrió.
—Te pido que no lo veas papá —todos volteamos a ver a Noah—. Fui yo quien lo borro, sé que está prohibido, pero... lo hice porque Zeynep —sonrió maliciosamente al pronunciar su nombre, Noah casi nunca sonreía en estos últimos meses y menos de esta manera—. No quería que nos vieran besándonos.
Abrí mis ojos grandemente, todos estábamos así.
No aguanté y empecé a reírme a tal punto en que casi me ahogaba con mi propia saliva.
—Tú y Zeynep son… —Noah cortó lo que sea que iba a decir Emma.
—Yo y Zeynep nada —se levantó de la mesa—. Simplemente paso y ya. Sofia nos vio. Ella sabe más que a nadie en esta mesa que entre Zeynep y yo no hay absolutamente nada y que jamás volverá a ocurrir algo como lo de esta tarde. Cada acción tiene una consecuencia, ¿Cierto Sofia?
Ella asintió inmediatamente.
Arrugué mi entrecejo en confusión, ¿Por qué sentía que era mentira? Sé cuándo uno de mis hermanos mentía, y sabía que Noah lo estaba haciendo y todo por Sofia, ¿pero por qué?
— ¿Por qué mientes Noah? —cuestionó mi melliza, siempre tan directa y sin guardarse nada.
Joder como la amaba. Estaría necesitando unas malditas palomitas.
— ¿Por qué lo haría?
—Dos cosas —señaló con los dedos—. Jamás besarías a Zeynep teniendo novia, no eres de los que engaña y la última, ella tampoco.
— ¿Zeynep tiene novio? —pregunté rápidamente, Emma asintió sonriendo—. Joder Noah, ya perdiste cualquier oportunidad con ella.
Por su rostro sé que no le gustó para nada darse cuenta que su fan número uno ya tenía pareja.
—Me pediste que confiara en ti papá, este es el momento —se levantó y su mirada se dirigió a mí—. Necesitamos hablar Hermano, ¿Vienes?
Asentí un poco confundido.
—Hasta mañana —me despedí de las mujeres más hermosas con un beso en la mejilla y un asentimiento de cabeza para papá, Noah hizo lo mismo.
Sé que la actitud que ambos tenemos hacia nuestro padre era algo que lo afectaba y más cuando siempre habíamos sido cariñosos con él, pero había cosas que simplemente no podíamos dejar pasar.
Ambos subimos en un total silencio hasta su cuarto, cuando llegamos a este nos dejamos caer rendidos en su cama, se creó un silencio acogedor. Miramos el techo y sonreí al recordar que usualmente lo hacíamos todos los días, hasta que Noah empezó actuar diferente… exactamente hace ocho meses.
— ¿Por qué? —inquirí en un susurré.
— ¿Por qué, que?
—Cambiar, así de repente —respondí— este no eres tú Noah, este no es mi hermano.
Pasamos varios minutos en silencio, cuando estaba por preguntar nuevamente contestó.
—Volvería a vivir todo lo que he vivido y lo que me falta, si con eso ninguno de ustedes salen heridos.
— ¿Qué quieres decir con eso?
—Que los amo, y que siempre me sacrificaré por ustedes.
Me levanté rápidamente.
— ¿Qué hacías en Cannes?
Él se levantó de golpe mirándome de repente furioso.
— ¿Qué mierdas hacías tú en Cannes?, ¿acaso no sabes que está prohibido ir allá? ¿Qué te pasa por la cabeza? —Hizo un gesto con su mano moviéndola una y otra vez—. Gracias a Dios tocaste ese maldito tema.
—Te lo dices a ti mismo, ¿Cierto?
—No quiero que vuelvas a ese lugar —señaló.
— ¿Y por qué tú puedes ir? —refuté.
— ¿Tienes 22? —negué confundido—. Exacto, no los tienes, así que mientras no los tengas acataras todas las normas de esta familia.
—Pero tú vives bajo el mismo techo de nuestro padre, así que también tienes que acatar sus órdenes.
—No por mucho tiempo —confesó, lo que me dejo entre sorprendido y para qué negarlo…triste.
—No puedes, ¿Cómo dormirás? Necesitas a mamá y papá para hacerlo Noah.
—Ya no los necesito.
Solté una carcajada amarga. Llevé mis manos a su mandíbula obligándolo a verme, lo observé fijamente hasta dar con lo que buscaba.
—Me prometiste que no lo volverías hacer, te estas drogando —se soltó bruscamente de mí y se levantó.
—Es mi problema, estoy perfectamente bien.
—Cuántos días… ¿Cuántos días llevas sin dormir Noah? —pregunté serio, me preocupaba mucho.
Se cruzó de brazos y mordió sus labios, era un gesto de protección. Siempre lo hacía cuando sentía que estaban invadiendo su privacidad.
—Tres, tal vez cuatro —mi corazón se rompió al escucharlo, él no se merecía tanta m****a en su vida.
— ¿Y me-medicándote? —musité con mi voz un poco rota.
—Si no duermo desde hace cuatro días, hace cuatro días me automedico.
— ¿Qué tienes en la maldita cabeza? —Lo agarré de la camisa estampándolo en la pared, una furia con una impotencia me llenó—. ¿Por qué haces toda esa m****a? ¿Por qué estas actuando como un hijo de puta con todos? ¡¿Por qué Noah?!
—BASTA —gritó, sus ojos se habían puesto vidriosos—. Es difícil, toda mi vida lo ha sido. Simplemente a veces no puedo, no puedo con tanto.
—Habla conmigo, soy tu hermano y te amo Noah. Tu eres mi guerrero, tú eres mi ejemplo a seguir, te admiro tanto que verte así me rompe.
—Hace ocho meses —sus lágrimas empiezan a caer igual que las mías—. Hace ocho meses me entere de algo…de algo de mi vida, y eso desencadenó demasiadas preguntas y respuestas que duelen. A veces es mejor no escarbar en el pasado, nada bueno se trae traerlo en tu presente, nada.
Resoplé frustrada al ver que no había ningún trabajo que se ajustara a mis horarios disponibles. La situación se empezaba a tornar cada vez más dura y me negaba a utilizar el dinero de mi tarjeta, utilizarlo sería un suicidio. Mis padres se enterarían en donde estaba y todo sería… ¡Por Alá!, eso no podía suceder.Trabajaba en algo que jamás pensé me ayudaría, la danza árabe, tenía que agradecerle a mi tía por enseñarme. Tenía dos trabajos en dos academias distintas enseñando, pero una de ellas no necesitaba más de mis servicios y de eso hace dos semanas ya.Tenía dinero reunido, pero no era lo suficiente, con lo de los materiales que se requerían en mi carrera me había gastado casi todo. Hace unos días tenía que haber pagado la renta de mi departamento y aun me faltaba...todo.
Caminaba de un lado a otro sosteniendo fuertemente mi teléfono entre mis manos, temía que, si no lo hacía, se caería debido a los fuertes temblores que tenía en todo mi cuerpo."No puede ser posible"Me repetía una y otra vez mientras recordaba aquel mensaje en donde mi prima hermana Elif, decía que mis padres sabían que me encontraba en Francia.¿Cómo lo habían descubierto?, lo sabría en unos minutos cuando Elif me llamara.Sabía que era cuestión de tiempo para que se enteraran, que mi pequeña burbuja donde me había refugiado iba a ser reventada tarde o temprano por ellos, yo lo sabía, pero…nunca me imaginé que sería tan pronto.Di un salto cuando mi celular vibró entre mis manos, el nombre de Elif apareció en él.—La paz sea contigo —saludó.&mdas
POV NOAHUna media sonrisa brotó de mis labios al terminar de cantar say you won't let go, esta canción me identificaba en estos momentos.Abrí los ojos de golpe al darme cuenta que los había cerrado por más tiempo del que podía tolerar, la sorpresa fue grande cuando vi a Zeynep observándome.¿Cuánto tiempo lleva ella ahí?— ¿Acaso tus padres no te enseñaron a no espiar a las personas? —Pregunté, dejando la guitarra a un lado—. Te hice una pregunta, responde.Me levanté de mi cama y fui hasta ella.—Y-Yo…esta…pasaba…y —deseé reírme en su cara por lo estúpidamente tierna que se veía nerviosa, pero claramente eso nunca sucedería—. Lo siento.— ¿Qué haces aquí? ¿Acaso no tienes un departament
Me había levantado de buen humor hoy.Mi felicidad fue en aumento cuando al llegar a la universidad me encontré con Paulo... Mi mejor amigo desde que había llegado aquí, lo amaba demasiado, era una muy buena persona y era muy agradecida al tener ese tipo de personas en mi vida.Sus vacaciones eran un poco largas, por eso recién llegaba hoy a la universidad.—Oh Zeynep, te extrañé tanto —me abrazó fuerte, tapándome por completa, era más alto que yo y muchísimo más musculoso. Mis bellos del cuello se erizaron al escuchar el susurro en mi oído—. Estas más hermosa que hace unos meses.Mi cara ardió y sonreí.—Y tú estás mucho más musculoso —me separé, sintiéndome observada de repente. Paulo agarró suavemente mi rostro y me plantó un beso muy cerca a l
No entendía absolutamente nada, todo parecía estar cayéndose a mí alrededor y simplemente no era capaz de hacer algo y de detenerlo.Había pasado una semana realmente difícil, una semana donde fingía que estaba bien cuando por dentro, estaba muriendo poco a poco, mis pensamientos eran confusos, y por primera vez…no sabía qué hacer.¿Qué haces cuando amas tanto a una persona, a tal punto que el amarlo duele?Porque eso era lo que me pasaba con Noah, lo amaba, y aun me preguntaba cómo pasó, como me había enamorado de alguien que no me quería y lo peor, de una persona que antes sus ojos, era completamente invisible.El amor era extraño, libre, el amor no te preguntaba a quién tú desearías amar, el amor era incomprensible, la mejor manera para perder tu cordura.Yo Zeynep Aslanbey, estaba completamente ena
— ¿Acaso has escuchado algo de lo que he leído? —Pregunté un poco enojada—. Es de mala educación no escuchar cuando te hablaban Emma…y más si estamos repasando los apuntes.—Lo sé, lo sé —rodó los ojos dando un bufido de total fastidio—. Solo estoy… ¿crees que sea una perra?— ¿Qué? —musité confundida por el rumbo de la conversación.— ¿Soy una perra? —preguntó de nuevo.—Escuché claramente, pero no veo porqué preguntármelo algo como eso.—Hace unas semanas conocí un chico —arrugó su ceño negando—. Bueno, no lo conocí, solo lo vi y joder es extremadamente caliente.— ¿Qué pasa con ello? —Me acomodé en mi lugar para poner toda mi atención en ella, ca
POV NOAH—Estoy aquí, ¿Para qué me necesitas? —Le pregunté a papá.Había recibido un mensaje suyo a primera hora del día, gracias a ello no había tenido tiempo para despedirme de Zeynep, lo que me tenía de mal humor.Estaba en su oficina para saber que quería decirme. Miré alrededor con agrado, amaba esta oficina y quería tener una igual o mejor.—Siéntate —señaló el cómodo asiento en el que había estado sentado miles de veces—. Es hora de tener una conversación padre a hijo, Noah.Me senté confundido, esperaba que no fuera lo que estaba pensando. Mi papa hablando del sexo era algo que simplemente evitaba a toda costa, recordar la primera conversación que tuvimos me hacía sentir incómodo. Era un desastre haciéndose explicar en cuanto al t
—Entonces Noah se fue sin decirte nada esta mañana, lo que hizo que te enojaras y te cuestionaras de por qué enojarte cuando claramente, tienes que poner distancias entre los dos, pero tú, deseabas despertar y encontrarlo para así desayunar juntos, como lo haría una pareja normal —dijo rápidamente, llegando a una conclusión de todo lo que le había comentado. —No deseaba eso —me defendí. Aunque le había contado todo lo que sucedió en la noche de ayer, había omitido por obvias razones el casi accidente que teníamos por culpa de la enfermedad de Noah. —Claro que sí Zeynep, admítelo —negué levemente, su ceño se frunció de repente y detuvo su paso, lo que me hizo detenerme también—. Hay algo que no entiendo. Exclamó, de repente muy seria. — ¿Qué? — ¿Por qué Noah te llevo a tu departamento y se quedó a dormir? —Estaba por responder de nuevo, la para nada creíble respuesta, pero Emma alzó su mano callándome—. No me creo eso de: "era muy tarde