No entendía absolutamente nada, todo parecía estar cayéndose a mí alrededor y simplemente no era capaz de hacer algo y de detenerlo.
Había pasado una semana realmente difícil, una semana donde fingía que estaba bien cuando por dentro, estaba muriendo poco a poco, mis pensamientos eran confusos, y por primera vez…no sabía qué hacer.
¿Qué haces cuando amas tanto a una persona, a tal punto que el amarlo duele?
Porque eso era lo que me pasaba con Noah, lo amaba, y aun me preguntaba cómo pasó, como me había enamorado de alguien que no me quería y lo peor, de una persona que antes sus ojos, era completamente invisible.
El amor era extraño, libre, el amor no te preguntaba a quién tú desearías amar, el amor era incomprensible, la mejor manera para perder tu cordura.
Yo Zeynep Aslanbey, estaba completamente ena
— ¿Acaso has escuchado algo de lo que he leído? —Pregunté un poco enojada—. Es de mala educación no escuchar cuando te hablaban Emma…y más si estamos repasando los apuntes.—Lo sé, lo sé —rodó los ojos dando un bufido de total fastidio—. Solo estoy… ¿crees que sea una perra?— ¿Qué? —musité confundida por el rumbo de la conversación.— ¿Soy una perra? —preguntó de nuevo.—Escuché claramente, pero no veo porqué preguntármelo algo como eso.—Hace unas semanas conocí un chico —arrugó su ceño negando—. Bueno, no lo conocí, solo lo vi y joder es extremadamente caliente.— ¿Qué pasa con ello? —Me acomodé en mi lugar para poner toda mi atención en ella, ca
POV NOAH—Estoy aquí, ¿Para qué me necesitas? —Le pregunté a papá.Había recibido un mensaje suyo a primera hora del día, gracias a ello no había tenido tiempo para despedirme de Zeynep, lo que me tenía de mal humor.Estaba en su oficina para saber que quería decirme. Miré alrededor con agrado, amaba esta oficina y quería tener una igual o mejor.—Siéntate —señaló el cómodo asiento en el que había estado sentado miles de veces—. Es hora de tener una conversación padre a hijo, Noah.Me senté confundido, esperaba que no fuera lo que estaba pensando. Mi papa hablando del sexo era algo que simplemente evitaba a toda costa, recordar la primera conversación que tuvimos me hacía sentir incómodo. Era un desastre haciéndose explicar en cuanto al t
—Entonces Noah se fue sin decirte nada esta mañana, lo que hizo que te enojaras y te cuestionaras de por qué enojarte cuando claramente, tienes que poner distancias entre los dos, pero tú, deseabas despertar y encontrarlo para así desayunar juntos, como lo haría una pareja normal —dijo rápidamente, llegando a una conclusión de todo lo que le había comentado. —No deseaba eso —me defendí. Aunque le había contado todo lo que sucedió en la noche de ayer, había omitido por obvias razones el casi accidente que teníamos por culpa de la enfermedad de Noah. —Claro que sí Zeynep, admítelo —negué levemente, su ceño se frunció de repente y detuvo su paso, lo que me hizo detenerme también—. Hay algo que no entiendo. Exclamó, de repente muy seria. — ¿Qué? — ¿Por qué Noah te llevo a tu departamento y se quedó a dormir? —Estaba por responder de nuevo, la para nada creíble respuesta, pero Emma alzó su mano callándome—. No me creo eso de: "era muy tarde
POV NOAH. —Señor, una camioneta negra con los vidrios polarizados se ha acercado al perímetro de la universidad —me informó mi guardia de seguridad por teléfono. ¿Sería posible? — ¿Puedes ver su placa? —pregunté, viendo como Zeynep se marchaba a paso rápido. La podía alcanzar, ella no era alta. Dos zancadas para mí, eran como tres para ella. Lo haría al terminar la llamada, la llevaría hasta su casa, y esperaba correr con la suerte de probar como se debía esos dulces labios… tal vez. —Señor —arrugué mi ceño por el tono de voz de Franco, no era nada bueno lo que escucharía a continuación—. Es la misma placa, es el mismo auto. Todos mis sentidos se alarmaron y mi corazón empezó a palpitar rápidamente. Levanté mi vista y Zeynep ya no estaba. Joder, maldita enana. — ¿En dónde se encuentra la camioneta? —cuestioné, empezando a caminar rápido. Tenía un mal presentimiento, lo había tenido desde que sal
Días después Abrí los ojos de golpe arrepintiéndome al instante, una fuerte luz me hizo cerrarlos cuanto antes, mi cabeza empezó a doler a causa de mi arrebato. — ¡Zeynep! —escuché en un grito. Esa voz la podría reconocer a kilómetros, mi revoltosa mejor amiga Emma. —No puedo abrir los ojos —anuncié en un susurré, mi voz estaba muy ronca—. Agua. Escuché algunos movimientos. El respaldar de mi cama empezó a levantarse, lo que causo una molestia en mi espalda, me ardía mucho. ¿Por qué me… Empecé a recordar todo, había sufrido un intento de asesinato. —Intenta abrir los ojos, tú puedes. Asentí, abrí lentamente mis ojos, tratándome de adaptar a la luz cegadora de la lampara, me esforcé por mantenerlos abiertos hasta que pude acostumbrarlos. Observé ojeras en el rostro de Emma, tenía una mirada completamente cansada. —Lo…Lo siento —susurré. Solo sonrió y llevó el vaso de agua
—Que tú ya estas casada Zeynep Aslanbey, o debería de decir...Zeynep Lambert. —¿Qué hablas?, ¿acaso has enloquecido? —quise saber, estaba demasiado confundida ¿Noah estaba delirando? — ¿Ves que bromeo? —preguntó seriamente, lo cual negué—. ¿Aún no recuerdas? — ¿Me debería de acordar de algo? —cuestioné completamente confundida. Noah se sentó en el lugar anteriormente ocupado por Ömer. —Aquella vez donde saliste de noche Zeynep, hace varias semanas. —Fui a un bar —confesé, sintiéndome avergonzada de que él lo supiera. —Lo sé. — ¿Acaso me viste? —pregunté alarmada. —Sí, vi a otra Zeynep, una desinhibida, sin ataduras, sin religión, alguien que rompe las reglas sin importar las consecuencias. —Imposible Noah, sé que bebí, algo que nunca había hecho, pero no soy esa que dices y... ¿Te pareció más agradable esa Zeynep? —Cualquier fase o humor por el que pases me vuelve loco y me gusta. Retiré
Al ver el silencio de Noah continúe con algo que venía preguntándome desde hace horas. — ¿Por qué sabias que iba a casarme con Ömer? Para ese tiempo no era nadie en tu vida. —Te investigué y supe todo sobre tu vida —confesó, manteniéndose quieto en su lugar, no se había movido y al parecer no tenía ganas de hacerlo—. Cualquier persona nueva que llegue a nuestra familia es investigada, no queremos imprevistos. — ¿Por qué ayudarme? —insistí—. Por Dios, no me mientas. —No tenía pensado hacer lo que hice, al contrario, quería que te llevaran lo más pronto posible, pero...supe que eras la chica por la cual estaba perdiendo el juicio, así que tenía que hacer algo para que no te fueras. Sorpresa, decepción y curiosidad eran los sentimientos que albergaban en ese momento en mi interior. — ¿Perdiendo el juicio? —Arrugué mi ceño totalmente confundida—. ¿Yo soy la chica? —Nunca nadie me había atraído tan rápido como tú, no podía dej
Una semana después. — ¿Necesita algo más? —preguntó la enfermera. —No, gracias —asintió dispuesta a irse, pero cuando estaba por abrir la puerta la detuve—. ¿Sabes si Emma ya se fue? —Sí, la Srta. Emma ya se ha ido con el joven Ethan —respondió volteándose. Mi loca amiga, solo esperaba que le fuera bien el día de hoy, y no estuviera en vuelta en ningún problema. — ¿Sabes si Noah ha venido hoy? —Su ceño se frunció, lo que me hizo recordar que tal vez no lo conocía—. El hermano mayor. Por alguna razón Emma no me volvió a decir nada sobre él cuando venía a visitarme que era todo el tiempo, y yo tampoco lo nombré, aunque me moría por hacerlo. —Él vive en esta casa —aclaró confusa—. En las mañanas he visto que se encierra en el despacho del señor Lambert y después se va. Siempre llega pasadas las 10pm. Aunque... ayer una joven muy hermosa vino buscándolo, y después se fueron juntos. — ¿Por casualidad no se