— ¿Ya estás lista? — preguntó Dominic. — Sí, ¿Tú también lo estás? — respondió Anastasia. Dominic asintió. — Muy bien, vámonos, no perdamos más tiempo para salir que de por sí lo hemos perdido en la ducha — Anastasia, sugirió. Dominic se río nervioso. Anastasia sintió que sus mejillas se han ruborizado, y entonces, ella se apuró a salir con Dominic de la habitación, bajaron hasta el primer piso de la habitación, y luego, se marcharon a buscar camino hacia el auto para cuando se despidieron de los chicos después de que ellos se los encontraron sentados en el comedor, comenzando a cenar juntos. Dominic arrancó el auto, y mientras que conducían, Anastasia y Dominic discutían acerca de a cuál restaurante iban a ir a cenar, sin embargo, y terminaron aceptando la idea de que fueran a cenar al mismo restaurante de comida italiana en el que ellos se habían conocido hace más de un mes. Estacionaron el auto, bajaron de él, y se encaminaron a buscar que mesa escogerían para sentarse,
Anastasia asintió a modo de respuesta, pero con una sonrisa reconfortante, ella también está sintiéndose incómoda por esta situación, puesto que se suponía que, esa noche, iba a ser su primera cita romántica oficial con Dominic, y, sin embargo, no es que haber ido a su restaurante favorito italiano donde se conocieron por primera vez haya sido el problema, el problema estuvo en haberse tenido que enterar de cuál había sido el fin de Sara, luego de haber sido desterrada hace un mes de la manada por su mal comportamiento. Poco a poco, Dominic intentó mantener la compostura y quiso disfrutar la noche como se había prometido él mismo que haría. Tanto Dominic como Anastasia mantuvieron la calma, y hojearon el menú con lentitud por un par de minutos, y es que de vez en cuando, y tratando de hacerlo con disimulo, Dominic miró de reojo hacia donde se encontraba Sara, y se ha dado cuenta de que ella estuvo todo ese tiempo, esperando en el segundo piso del restaurante, atendiendo más mesas, pue
Anastasia pretendía intentar calmarse, ella respiró profundamente y ha decidido que no dejaría que esta situación arruinara el resto de su noche. Entonces, dejó que el agua calmara la tensión que sentía su cara, y luego, con una toalla de papel, se secó, tiró el papel sucio a un bote de basura, terminó por arreglarse de nuevo el cabello que estaba despeinado, y quiso salir del baño, no sin antes prometerse una cosa a sí misma. — Lo superaré, no dejaré que ese mal acontecimiento del pasado nos arruiné a Dominic, a mí y a mi bebé — se susurró a sí misma, y luego salió del baño con la cabeza en alto, manteniéndose firme ante su decisión. Al salir del baño, ella se encontró a Dominic, él estaba siendo atendido por una de las meseras, más no por Sara, y para Anastasia fue una tranquilidad que así lo hubiera hecho, aunque en realidad, ella no supiera que era lo que él estuviera hablando con la mesera, hasta que se acercó a ellos. — ¿Qué pasó? ¿Por qué te has levantado de nuestra mesa? —
Anastasia tragó saliva, poniéndose cada vez más nerviosa por la gravedad de la situación. — ¿Qué? No, Dominic, no pienso dejarte solo, no quiero que nada malo te pase, yo estoy aquí para ti, y tú estás aquí para mí, ¿Lo recuerdas? — dijo Anastasia, mirando a Dominic a los ojos. Dominic la miró, él sabía perfectamente cuál había sido su promesa, sin embargo, estaba tan aterrorizado ante la idea de saber qué pasaba qué él no quería que ni su bebé ni Anastasia sufrieran daño porque, aunque él no lo hubiera dicho, él ya sabía quién era el que venía en camino, porque había podido percibir su olor, había podido sentir sus pasos, y había escuchado su respiración. Claramente, Dominic no quería que Anastasia tuviera que ser testigo en ese momento del problema que se avecinaba porque, en verdad, iba a suceder lo peor del mundo para ellos. — Anastasia, por favor, deberías de marcharte de aquí, vete para el auto, y prométeme que si yo no regreso, por favor, vete para la casa y avísales a l
— No… Chicos, Dominic está en problemas, necesita de su ayuda, Sara quiso volver a atacarnos, y está peor que antes, por favor, vayan a rescatarlo, él me dijo que viniera a buscarlos que ustedes sabrían a donde ir — dijo Anastasia, su respiración cada vez se escuchaba más agitada, a pesar de que ella fue en auto hasta la mansión, la presión por saber de qué estuvo a punto de correr peligro no le favoreció la situación, además de que, estaba preocupándose del estado de su bebé, porque por más que lo disimulara, ella sabía que su dolor del vientre estaba haciéndose cada vez más fuerte, cada vez, este iba poniéndose más imposible de soportar. — Zachary, por favor, cárgala y quédate con ella cuidándola, llévala a su habitación, Josh y yo nos encargaremos de Dominic, ya sabemos donde encontrarlo — anunció Robert, también dejando a un lado, su control de la consola de videojuegos para acercarse rápidamente hacia donde estaban Zachary y Anastasia. Josh le siguió el paso a Robert, sintiénd
Los pasos cuidadosos y cautelosos de Robert y de Josh se acercaron a Dominic, ellos estaban tratando de no alarmarlo porque, era evidente que por la situación, ellos no tenían intención alguna de querer espantarlo. El alfa, al sentir las pisadas de sus compañeros de manada, ha levantado la mirada, mostrando una expresión de paz, tranquilidad, alivio y reconocimiento al verlos. Se sentía aliviado porque sabía que, finalmente, iba a regresar a casa. Él intentó hablar, pero su voz apenas parecía que fuera un susurro, apenas era un murmullo; sin embargo, y por suerte, Robert y Josh pudieron escucharlo muy bien cuando habló, todo gracias a sus fuertes oídos de hombre lobo. — Tranquilo, Dominic, hemos venido hasta aquí para ayudarte, vamos a llevarte a un lugar seguro, por favor, no te esfuerces mucho, sabemos que no te sientes bien y queremos cuidarte — dijo Robert, hablando por medio de la telepatía con su alfa mientras que conseguía agacharse a un lado de él, todavía siendo un hombre
Cuando se quedaron solos, Zachary bajó a la cocina, puesto que le había ofrecido a Anastasia una tasa de aromática caliente, ella la aceptó porque sabía que una bebida caliente del tipo natural le iban a funcionar para relajar los músculos tensionados de su cuerpo por el estrés que sentía de todo lo que ha pasado. Anastasia se ha quedado sola en la habitación, Zachary le había llevado hasta la habitación de Dominic, le había dejado allí acostada, con la ventana abierta de par en par porque a esa hora de la noche, estaba haciendo una ventisca tan fresca que le iba a ayudar a ella a relajarse un poco más de lo que ella podría hacerlo. Anastasia se sentía un poco aturdida, pero de todas maneras, había conseguido suavizar un poco su nerviosismo, ahora, estaba esperando a que los chicos llegaran con Dominic, puesto que ella quería saber qué había sucedido con él al momento de haberle dejado solo en el parque con Sara buscando venganza. Sin embargo, mientras que ella permanecía acostad
Luego de haber tenido que pasar por un denso silencio, un ambiente pesado y palabras no pronunciadas, Dominic ha mirado fijamente a Anastasia, respiró para intentar calmarse, sin embargo, su expresión reflejaba mucho el desasosiego, la inconformidad y la angustia que sentía Dominic en su interior. Anastasia no sabía cómo sentirse en realidad, y ella lo único que ansiaba era acabar con todo esto, porque ella nunca se dio cuenta en que momento fue que su vida cambió para siempre, porque para ella su vida siempre había sido tan tranquila, segura y estable que ella nunca se había imaginado que ahora iba a terminar siendo una gran tormenta difícil de controlar. — Sí, tienes razón, la seguridad es primero, y yo quiero que tú y mi hijo estén bien, quiero lo mejor para ustedes, pero… Ana, déjame decirte una cosa, te necesito a mi lado, porque sin importar el poco tiempo en que hemos estado juntos, he aprendido a quererte, estoy feliz a tu lado y al lado de mi bebé, mi vida nunca había sido