Dominic bajó las escaleras lo más rápido que pudo, su cabeza daba vueltas, él estaba realmente demasiado preocupado por todo lo que está pasando, y el corazón seguía latiéndole a mil por hora, y este lo hizo mucho más rápido cuando él se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo en el exterior de la casa. Al llegar al exterior, Dominic se ha encontrado con Zachary y con Robert, efectivamente, como Josh lo ha dicho, ellos estaban convertidos en lobos, ellos lucían como un par de lobos que provenían del polo norte, ambos eran de gran tamaño, median hasta dos centímetros de alto, eran robustos, se notaba que tenían una gran fuerza para derrumbar de un solo golpe a un árbol que fuera de su mismo tamaño. Zachary tenía pelaje rubio combinado con pelaje castaño oscuro. Robert tenía el pelaje café combinado con pelaje rojo cobrizo que destacaba cuando los rayos del sol se iluminaban. — ¡Dominic, apúrate! — exclamó Josh, mirando a Dominic con mucha preocupación, puesto que Robert y Zachary pr
Escuchando lo que Sara ha dicho, Dominic se detuvo a tan solo unos pocos metros alejados de ella, sin querer quitarle la mirada de encima. Anastasia, permanecía agachada en el suelo, en posición fetal, con la mirada escondida entre sus piernas abrazadas y pegadas a su pecho. Los movimientos de Dominic eran precisos y cautelosos, a pesar de la poca paciencia que a este le quedaba por la gravedad de la situación. — Sara, no es momento para esto, te sugiero que te calmes, que te alejes de nosotros por unas horas y regreses hasta en la noche, no te quiero cerca de nosotros por hoy, has lastimado a Robert y a Zachary, inclusivo hasta has conseguido lastimarme a mí, por tanto, aléjate de nosotros por un día, y regresa cuando estés dispuesta a querer hablar sin tener que pelear. Porque yo no voy a permitir que lastimes a Anastasia ni a su bebé, ¿Entendiste? — declaró Dominic en un tono que detonaba una actitud tranquila, pero determinante y exigente en sus decisiones. Los ojos de Sara re
Dominic se acercó a Anastasia con paso tranquilo y cauteloso para no querer asustarla, porque él bien sabía que a ella le había dado muchísimo miedo haberlo visto transformado en hombre lobo y haber estado a punto de pelear por ella y su bebé. Cuando él finalmente se acercó hacia ella, él se arrodilló a su lado, y extendió una de sus manos con suavidad para agarrarla de su mentón y con delicadeza, hacer que ella le volteara a mirar con toda la confianza del mundo. — Anastasia, ¿Cómo te sientes? ¿Está todo bien? ¿Nuestro bebé está bien? — preguntó Dominic a Anastasia con preocupación en su mirada. Anastasia ha levantado la mirada, encontrándose con los perfectos ojos de Dominic mirándola fijamente, con una mirada preocupada, pero a la vez, con una mirada de confianza absoluta que para Anastasia fue como si hubiera sentido una paz apoderarse de su ser que le ha dejado mucho más tranquila frente a lo que ha sucedido. — Yo, no lo sé, simplemente, no lo sé, me preocupa mi bebé, no qu
Con ese beso, Dominic terminó de confundir aún más tanto sus sentimientos, como los sentimientos de Anastasia. Ambos se encontraban nadando en un mar de emociones confundidas del que no sabrían como dejar de nadar en él. Al final del beso, a pesar de que la situación para ellos estaba volviéndose incómoda, no porque estuvieran juntos, sino más bien, porque ambos no sabían en qué iba a terminar su relación, Anastasia fue quien, por esta ocasión, decidió tomar la iniciativa, y sosteniendo con una sola mano la taza de chocolate caliente que ya no estaba tan caliente, ella guio sus brazos hasta el cuello de Dominic y decidió abrazarlo. Dominic no pudo evitar sentirse nervioso, tímido y sorprendido por lo que Anastasia hacía. Él hubiera esperado a que ella le hubiera molestado porque, de nuevo, él la había besado, pero no, Anastasia no estaba molesta, todo lo contrario, ella había ido a casa de Dominic porque quería confesarle sus sentimientos hacia él, hablar con el del tema del be
Dominic asintió con una sonrisa dibujada en su rostro, él está sintiendo como su corazón no deja de latir con fuerza en su interior mientras que se encargaba de conducir a Anastasia hacia su habitación. Cada paso que daban, era como si el camino para ellos fuera eterno, y el aire a su alrededor, se había convertido en su mayor cómplice. Al llegar a la habitación, este lugar estaba siendo abrazado por una suave luz proveniente del exterior. La ventana de la habitación de Dominic seguía abierta, dejando que la brisa fresca y helada de la noche se infiltrara en su interior para querer refrescarlos. Anastasia se quedó observando la habitación, apreciando cada detalle que este tenía: la cama era impecable, grande, parecía que en ella pudieran caber hasta tres personas durmiendo juntas sin ningún inconveniente. La cama estaba perfectamente organizada, las paredes de la habitación no estaban decoradas como si allí viviera un chico joven, de hecho, la habitación era tan elegante, que Anast
Dominic y Anastasia han terminado de vestirse en silencio, sintiendo como el peso de la situación estaba convirtiendo su apasionado momento en un momento incómodo para ellos, a pesar de que las cosas entre ellos estaban yendo demasiado bien para haber sido verdadero. Dominic terminó de vestirse primero que Anastasia, sintiéndose abrumado por lo que ha sucedido, él no dejaba de mirarla con preocupación, porque apenas ahora, él se ha dado cuenta de que no quería perder a Anastasia por nada del mundo, él no quería alejarse de Anastasia ni mucho menos, querer alejarse de su bebé a quién él ya empezaba a amar sin importar nada de lo que ha ocurrido. — Anastasia, necesito contarte algo, algo que es muy complicado para mí de tener que decirte, y es que ante todo, debo ser honesto contigo, y desearía de verdad que puedas comprenderme y perdonarme porque no me gustaría que por estos malos entendidos, malas decisiones, tengamos que alejarnos si así lo quieres hacer. Ella ha mirado a Dominic
Ha pasado un mes desde que ocurrió todos esos cambios inesperados en la vida de Anastasia y Dominic Sinclair. Ahora, Anastasia se había mudado a la casa de Dominic, sintiéndose muy cómoda allí porque su hijo estaba creciendo al lado de su padre, sin importar en las circunstancias en que había sido planeado. Los compañeros de manada de Dominic le querían tanto a Anastasia como a su bebé, y estaban ansiosos porque ya llegara el momento en que este naciera y poder verlo crecer, jugar con él, y hacerlo parte de su manada para cuando llegara el momento adecuado de así hacerlo. Dominic se ha esforzado por hacer que las cosas entre él y Anastasia funcionen y valgan la pena, él se ha convertido en otro hombre, en uno que no pensó que alguna vez en su vida llegaría a ser. A pesar de todo lo inesperado que se atravesó en su relación, la relación de Dominic junto con Anastasia se fortaleció mucho, y ambos estaban compartiendo la esperanza de querer estar así por mucho más tiempo de lo que
Luego de entrar en la oficina de Anastasia, Dominic caminó con despacio para que la comida de su bandeja no fuera a terminar regada en el suelo, y entonces, él se acercó hasta el escritorio de Anastasia, dejó la bandeja puesta sobre el escritorio, y él se sentó en la silla de frente del lugar donde se sentaba Anastasia. Anastasia cerró la puerta de su oficina, y se acercó hasta su lugar, se sentó, y Dominic le entregó en sus manos, el vaso de su frappuccino. — ¿Cómo ha estado tu día? — preguntó Dominic con naturalidad y con una sonrisa de oreja a oreja, sus ojos brillaban de la emoción que sentía en ese momento. Anastasia tomaba asiento, mientras que al mismo tiempo, ella conseguía aclarar todas sus emociones. Pero sin más, ella decidió mantener la compostura adecuada para el momento: — Bueno, todo marchaba bien, hasta hace un par de horas atrás — contestó ella, intentando mantenerse firme con su actitud. Pero Dominic notó como cambió el tono de voz de Anastasia en solo un par