Dominic se mantuvo en silencio por un momento, intentando meditar acerca de lo que ha escuchado. Finalmente, ha tomado una decisión, que aunque va a llegar a cambiar su vida para siempre, él pensó que esa iba a ser su mejor decisión. Dominic no iba a dejar desamparado a su hijo, ni mucho menos, a la madre de su hijo, sin importarle si eran pareja o no. — Anastasia, escúchame, por favor, como ya te lo he dicho, no quiero que pases por esto sola. Yo estoy contigo, y te prometo que juntos vamos a resolver este problema. Como ya lo has de saber, soy dueño de un gran imperio de negociaciones al que le ha ido bastante bien, tengo una casa muy grande, puedes vivir allí con mi manada, no habrá problemas de nada porque bueno, pronto seré el alfa y las decisiones que yo tome nadie podrá revocarlas, por tanto, vente a vivir conmigo, si lo haces, créeme que a ti ni a mi hijo les hará falta nada. Te puedo ofrecer un trabajo en mi empresa para que no tengas que depender de mí si eso quieres, per
Él se ha levantado de la mesa, sintiéndose completamente agradecido por haber pasado tiempo de calidad con Anastasia en una mejor ocasión que la que ocurrió en el restaurante italiano hace dos noches. Antes de él querer partir de su casa, Dominic se quedó mirándola, no sabía por qué, ni cómo, pero él estaba sintiendo una extraña sensación en su cuerpo dándose cuenta de que estaba cerca de ella. Él no pudo evitar no querer mirar a Anastasia con ternura. — Gracias a ti también por haberme dado la oportunidad de haber pasado este tiempo de calidad contigo. De verdad, esto significa mucho para mí, las personas no siempre son tan amables, ni mucho menos educadas conmigo, así a como tú lo has sido esta noche. Anastasia sintió como sus mejillas se han ruborizado por haber escuchado ese comentario tan bueno de parte de un hombre como él. Ella apreciaba las palabras y las acciones de Dominic Sinclair. — No hay de que, gracias a ti, por preocuparte por mí. Por favor, cuídate en el camino,
Cuando entró a casa, Dominic ha cerrado la puerta tras de sí, sumergiéndose en la quietud y tranquilidad de su hogar, que en un momento de paz, Dominic ha pensado que vivía completamente solo allí, sin la compañía de nadie. Pero luego, escuchó risas provenir desde el segundo piso de la mansión, que era el lugar donde estaban las habitaciones, y entonces, sonrió con dulzura. Pero en su mente, seguía zumbando los recuerdos de ese día tan atareado para él; él no dejaba de olvidar que había estado metido en problemas con Sara, y que aquellos problemas, probablemente, iban a terminar siendo peores donde a ella le diera por contar todo lo que pasó a los demás miembros de la manada por puro despecho. Y para terminar de completar el asunto, Dominic había besado a Anastasia, y ha comenzado a darse cuenta de sentimientos encontrados hacia ella. Dominic caminó en silencio, acercándose a su habitación, y cuando él llegó, él se metió dentro, se dejó caer en la cama para cuando cerró la puerta
Después de que estuvieron juntos en la ducha, Dominic y Sara salieron de ducharse juntos, secaron sus cuerpos con la misma toalla que usaba Dominic, y pronto, se acercaron hasta su cama, sin preocuparse de que todavía estaban desnudos. Fue en ese momento, cuando Dominic tuvo el valor de preguntarle a Sara acerca de su estado en el que se había aparecido. — Sara, ahora sí, ¿Quieres explicarme qué es lo que te pasa? ¿Quieres decirme por qué tienes los ojos irritados? — preguntó Dominic, mientras esperó a que Sara, cogiera de uno de los cajones de la mesita de noche de Dominic, un paquete de cigarrillos y un encendedor, ella sacó un cigarro, se lo puso en la boca, y luego, lo encendió, dejando que el humo con el calor de la llama del fuego del encendedor, comenzara a elevarse por el aire, ocasionando que Dominic tosiera de inmediato por culpa de que el humo se ha metido dentro de sus narices. Sara parecía no querer decir nada, ella parecía no querer tener que responder a nada de lo
Dominic bajó las escaleras lo más rápido que pudo, su cabeza daba vueltas, él estaba realmente demasiado preocupado por todo lo que está pasando, y el corazón seguía latiéndole a mil por hora, y este lo hizo mucho más rápido cuando él se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo en el exterior de la casa. Al llegar al exterior, Dominic se ha encontrado con Zachary y con Robert, efectivamente, como Josh lo ha dicho, ellos estaban convertidos en lobos, ellos lucían como un par de lobos que provenían del polo norte, ambos eran de gran tamaño, median hasta dos centímetros de alto, eran robustos, se notaba que tenían una gran fuerza para derrumbar de un solo golpe a un árbol que fuera de su mismo tamaño. Zachary tenía pelaje rubio combinado con pelaje castaño oscuro. Robert tenía el pelaje café combinado con pelaje rojo cobrizo que destacaba cuando los rayos del sol se iluminaban. — ¡Dominic, apúrate! — exclamó Josh, mirando a Dominic con mucha preocupación, puesto que Robert y Zachary pr
Escuchando lo que Sara ha dicho, Dominic se detuvo a tan solo unos pocos metros alejados de ella, sin querer quitarle la mirada de encima. Anastasia, permanecía agachada en el suelo, en posición fetal, con la mirada escondida entre sus piernas abrazadas y pegadas a su pecho. Los movimientos de Dominic eran precisos y cautelosos, a pesar de la poca paciencia que a este le quedaba por la gravedad de la situación. — Sara, no es momento para esto, te sugiero que te calmes, que te alejes de nosotros por unas horas y regreses hasta en la noche, no te quiero cerca de nosotros por hoy, has lastimado a Robert y a Zachary, inclusivo hasta has conseguido lastimarme a mí, por tanto, aléjate de nosotros por un día, y regresa cuando estés dispuesta a querer hablar sin tener que pelear. Porque yo no voy a permitir que lastimes a Anastasia ni a su bebé, ¿Entendiste? — declaró Dominic en un tono que detonaba una actitud tranquila, pero determinante y exigente en sus decisiones. Los ojos de Sara re
Dominic se acercó a Anastasia con paso tranquilo y cauteloso para no querer asustarla, porque él bien sabía que a ella le había dado muchísimo miedo haberlo visto transformado en hombre lobo y haber estado a punto de pelear por ella y su bebé. Cuando él finalmente se acercó hacia ella, él se arrodilló a su lado, y extendió una de sus manos con suavidad para agarrarla de su mentón y con delicadeza, hacer que ella le volteara a mirar con toda la confianza del mundo. — Anastasia, ¿Cómo te sientes? ¿Está todo bien? ¿Nuestro bebé está bien? — preguntó Dominic a Anastasia con preocupación en su mirada. Anastasia ha levantado la mirada, encontrándose con los perfectos ojos de Dominic mirándola fijamente, con una mirada preocupada, pero a la vez, con una mirada de confianza absoluta que para Anastasia fue como si hubiera sentido una paz apoderarse de su ser que le ha dejado mucho más tranquila frente a lo que ha sucedido. — Yo, no lo sé, simplemente, no lo sé, me preocupa mi bebé, no qu
Con ese beso, Dominic terminó de confundir aún más tanto sus sentimientos, como los sentimientos de Anastasia. Ambos se encontraban nadando en un mar de emociones confundidas del que no sabrían como dejar de nadar en él. Al final del beso, a pesar de que la situación para ellos estaba volviéndose incómoda, no porque estuvieran juntos, sino más bien, porque ambos no sabían en qué iba a terminar su relación, Anastasia fue quien, por esta ocasión, decidió tomar la iniciativa, y sosteniendo con una sola mano la taza de chocolate caliente que ya no estaba tan caliente, ella guio sus brazos hasta el cuello de Dominic y decidió abrazarlo. Dominic no pudo evitar sentirse nervioso, tímido y sorprendido por lo que Anastasia hacía. Él hubiera esperado a que ella le hubiera molestado porque, de nuevo, él la había besado, pero no, Anastasia no estaba molesta, todo lo contrario, ella había ido a casa de Dominic porque quería confesarle sus sentimientos hacia él, hablar con el del tema del be