~ Sylvester ~Entramos al edificio, donde encontramos a Larry sentado tranquilamente en el sofá de la sala. Por dentro sentía mucha rabia, pero me controlé lo mejor que pude.Devin avanzó hacia él, sin embargo, algo no cuadraba. Larry estaba como si nada. Supuse que ya debía haberse enterado de que sus guardias habían muerto."Veo que ella habló." Dijo cuando volteó a vernos.Devin se detuvo en seco, seguramente sintiendo lo mismo que yo, algo estaba muy mal."Debo reconocer tu esfuerzo por llegar hasta aquí, Sylvester." Dijo, sin molestarse en llamarme Rey, el titulo que el tanto quería, dejando muy claro que ya no quería fingir más."Cuando tomaste el lugar de Maurice, pensamos que sería sencillo deshacernos de ti, no eras tan complicado como tu padre y eras fácil de manipular, porque tratabas de no ser como él. Pero entonces, llegó esa perra del Este a tu vida y de repente, empezaste a ser más cauteloso." Se quejó.Me estaba mirando fijamente, seguía ignorando a los demás."Debo dec
~ Sylvester ~“Tuve que mantener un perfil bajo mucho tiempo. Hasta había perdido la esperanza, pero cuando él por fin murió y tú te convertiste en Lord, vi una oportunidad. Sabía que volveríamos al mismo círculo vicioso de niños ricos y privilegiados que arruinan las vidas de los demás, pensé que serias igual a Maurice, pero me equivoqué.Sin embargo, me di cuenta de que no podía permitir que tu linaje siguiera gobernándonos. Los Volkov, Sidorov y Orlov son linajes, sí, pero de malditos cabras locas, ¡son unos malparidos que no deberían existir!" Gritó, lleno de odio.Ya sabía que esta era su venganza, pero decidí averiguar más."¿Por qué sientes tanto odio? ¿Qué te hizo ser tan cruel?" Le pregunté, él sonrió.Este estúpido era igual que mi padre. Había reclutado, engañado y manipulado muchas personas, luego las había desechado como si nada, incluyendo jóvenes menores de edad, eso era un crimen bastante horrible."¿Así que elegiste ser un monstruo para acabar con otro monstruo? ¿Eso n
~ Sylvester ~Me quedé atento, escuchando todo lo que Larry tenía que decir. Seguiría así siempre y cuando no usara la bolsa que tenía en la mano. También estaba pensando qué hacer si decidía tirar el polvo de plata al aire, si eso pasaba, ya les había dicho a todos que aguantaran la respiración y corrieran hacia la salida, solo esperaba que no estuviera cerrada."Tu padre y sus amigos no solo la violaron, también le dijeron que yo no podría hacer nada al respecto y que debería sentirse agradecida porque ellos se habían dignado a tocarla. Le dijeron que incluso si los denunciaba, a nadie le importaría porque era algo que hacían todos los días y tenían razón. Sabía que Maurice había empezado, y los otros dos simplemente se le unieron." Dijo, riéndose con amargura."Siempre me pregunté si también compartían a sus compañeras, pero nunca lo hicieron. Ósea que sabían que eso era desagradable, pero lo justificaban porque podían hacer lo que quisieran, a pesar de que su trabajo era proteger,
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo
~ Leo ~Tamia era el amor de mi vida y no había nada que no haría por ella. La amaba con toda mi alma y cuando le prometí que siempre estaríamos juntos, lo dije muy en serio. Era perfecta para mí; hermosa tanto por dentro como por fuera y tenía la fuerza que una Luna debía de poseer. Amaba cada una de sus cualidades y sinceramente no podía dejarla ir.Estaba enamorado de ella desde que recuerdo, por eso cuando se presentó la oportunidad de cortejarla, la aproveché de inmediato y como resultado, habíamos estado casados durante cinco años. La amaba inmensamente. Mi amor por ella era tan fuerte que creía que sería fácil rechazar a mi compañera destinada si alguna vez la encontrase y ella prometió hacer lo mismo a cambio. Sin embargo, nunca imaginé que rompería esa promesa de una forma tan cobarde.Tamia no quería ir a la cena de Casper; debí haberla escuchado y decirle a mi amigo que no iríamos, pero ahí inició mi caída. El fresco aroma a menta y manzanas me tomó por sorpresa y me atra
~Tamia~ Por la mañana salí a correr y al regresar, la gente me miraba con curiosidad. No necesitaba tener más de 2 neuronas para saber que ya se había difundido la noticia de que el Alfa había encontrado a su compañera destinada. Leo no intentó ocultar la atracción entre Amanda y él. Internamente me preguntaba si los miembros de la manada estaban contentos de que su Alfa sería más fuerte ahora que había encontrado a su compañera destinada. También me cuestionaba a mí misma, si me apreciaban lo suficiente para que se preocuparan verdaderamente por mí y el dolor que sufriría, el cual hasta podría volverme loca. Honestamente, me preguntaba de qué lado estarían.Pasé corriendo junto a los miembros de la manada y regresé a mi casa. Leo estaba desayunando pero, no le había hablado y no planeaba hacerlo, porque no tenía nada que decir. Fui al dormitorio a ducharme y vestirme para comenzar el día, había una reunión a la que debíamos asistir juntos y por mucho que preferiría quedarme en cas
~Tamia~ No hablé con Leo durante todo el viaje y cada intento que hizo por hablar conmigo fue respondido por mi silencio. Cuando finalmente llegamos a casa, fui directo al dormitorio. Nuestra casa tenía cuatro habitaciones, queríamos que nuestros hijos tuvieran cada uno la suya propia, pero ya no sería así. Me pregunté cuál de esas habitaciones me pedirían que ocupara cuando Amanda se mudara; Las palabras de Linda seguían en mi mente y al igual que ella, sabía que mi cama estaría también vacía pronto."Tamia, por favor." Dijo Leo, siguiéndome a la habitación. "Por favor, Tamia." Suplicó y me giré para mirarlo."¿Por favor qué? Todos están hablando de esto, Leo, me humillaste en la fiesta, ¿qué si ella es tu compañera destinada? ¿Tenías que dejarme sola para ir al balcón y besarla? ¿Sabes siquiera lo que significa controlarte a ti mismo?" Le pregunté y bajó la cabeza."El sentimiento era abrumador." Me reí al escuchar su respuesta."Mejor ve a Bosque Blanco y termina lo que ya empezas
~ Tamia ~Pasó otro mes en el que las cosas empeoraron entre Leo y yo; ya no pasaba tiempo conmigo y sutilmente se había mudado de nuestro dormitorio. Se veía venir, pero aun así me molestaba. Además, llevaba a Amanda a las funciones a las que lo invitaban y me dejaba a cargo de la manada. Ya estaba trabajando en mi salida, así que me decía a mí misma que solo tomaría un poco más de tiempo. A menudo miraba donde descansaba su marca en mi cuello y quería quitármela. Odiaba verla, tanto que siempre la cubría, al menos mis lágrimas ya se habían secado. Algunas Lunas simpatizaban conmigo y otras felicitaron a Amanda, aunque ella no había sido nombrada Luna aún y yo sabía por qué; Amanda era doctora y no estaba entrenada para la batalla. Nombrarla Luna significaría que tendría que asumir todas mis responsabilidades, incluyendo liderar batallas y supongo que su vida era demasiado importante para eso. Mientras tanto yo planeaba sorprender pronto a Leo.Poco después, estaba sentada en mi o