Algo me decía que atrapar a Larry no sería tan fácil, pero no dije nada al respecto y decidí disfrutar el momento con mi compañera mientras esperaba que todo estuviera listo para el viaje.

La acerqué a mí y respiré su aroma. Knight quería que lo dejara tomar el control, pero me negué, él tendría su momento en la noche de la luna azul. Besé y mordí suavemente su punto sensible, causando que Tamia dejara escapar un gemido que me animó a seguir.

Entonces, la cargué como si fuera una princesa en apuros y la llevé a nuestra cama. Al recostarla allí, me arrodillé frente a ella y la admiré en todo su esplendor. Ella era mía, mía en su debilidad y mía en su poder, en ese momento me prometí a mí mismo que siempre la valoraría y agradecería a la Diosa bendita de los cielos por haberla puesto en mi camino. Cuando la besé, ella me agarro la mano con fuerza.

"Por favor, hazme el amor, te anhelo con ansias, dentro muy dentro de mí..." Murmuró.

No necesitaba pedírmelo porque yo ya estaba caliente p