Sylvester debió haberme hecho caso y decirles la verdad desde el principio."Parece que nos has estado ocultando muchas cosas." Insistió Marcel, Avery intentó detenerlo, pero él quería expresarse."No, Ave." Repuso Marcel, con un tono que sonaba algo dolido."Se supone que somos hermanos. No estoy en contra de tu relación con Tamia, pero parece que ustedes dos están haciendo todo en secreto y nos dejan a un lado, es como si solo nos contaran lo que a ella le parece que debemos saber." Me miró fijamente.Se sentía dolido y su amigo había discutido con él por defenderme, así que era obvio que me echara la culpa."Por favor, no culpes a Tamia, nadie les está ocultando nada." Replicó Sylvester, pero Marcel no estaba de acuerdo."Entonces dame el diario que ella guardó. Demuéstrame que Amanda estaba mintiendo y que tu mamá no ayudó a Devin a matar a nuestros padres." Insistió con los ojos llenos de lágrimas, se notaba que se sentía traicionado."No hagamos esto aquí en el pasillo. Vamos a m
~ Tamia ~Volteé a ver a Sylvester, era evidente que estaba bastante enojado, pero iba a aclarar todo. Avery fue a sentarse en el sillón, mientras que Marcel y Theodore se quedaron parados, esperando una explicación. Sabía que lo que iban a escuchar los destrozaría, pero ellos querían y tenían derecho a saber la verdad."Tamia, por favor, cuéntales de lo que enteraste sobre lo que realmente paso con Devin." Me ordenó Sylvester, pero me negué."Lord Marcel ya me echo la culpa de todo lo que ha ocurrido, creo que es mejor que tú mismo se los cuentes. Yo solo estoy aquí porque me han acusado de causar problemas entre ustedes." Repuse. "Nadie ha dicho eso, Tamia." Replicó Marcel suavemente."No lo dijo, ¡¡Pero si lo insinuó!!" Saltó Avery, defendiéndome."Está bien, entonces. Siento si se entendió de esa manera, solo me siento decepcionado de que Sylvester nos haya ocultado algo tan importante." Se disculpó Marcel, explicándose."¿No se te ocurrió que les oculto la verdad porque los quier
~ Tamia ~Me desperté temprano, con ganas de terminar con todo lo que tenía que hacer, vi a Sylvester ocupado en su computador, aunque se veía algo triste, supe que tenía que ver con lo que le dijimos a Marcel y Theodore."Hola." Dije en voz baja, al instante, me sonrió."No hace falta que finjas, amorcito, sé que estás triste." Le dije, él asintió hacia mí."Marcel no se lo tomó nada bien." Respondió."Tarde o temprano lo iban a saber, al menos ahora van a superarlo." Lo consolé antes de cambiar el tema. "¿Ya le hicieron la cesárea a Amanda?" Él asintió de nuevo. "Sí, ayer por la tarde se la hicieron, todo salió bien. Afortunadamente, no usamos plata en el procedimiento, por lo que tuvo tres bebés sanos. Los están cuidando en el hospital, pero ella ya volvió a la hacienda, yo creo que ya debe estar completamente recuperada. Wilson y William la están vigilando. Por cierto, Vino está siendo tratado en el hospital general de Lucland, dicen que estará bien, pero aún no despierta." "Perf
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo
~ Leo ~Tamia era el amor de mi vida y no había nada que no haría por ella. La amaba con toda mi alma y cuando le prometí que siempre estaríamos juntos, lo dije muy en serio. Era perfecta para mí; hermosa tanto por dentro como por fuera y tenía la fuerza que una Luna debía de poseer. Amaba cada una de sus cualidades y sinceramente no podía dejarla ir.Estaba enamorado de ella desde que recuerdo, por eso cuando se presentó la oportunidad de cortejarla, la aproveché de inmediato y como resultado, habíamos estado casados durante cinco años. La amaba inmensamente. Mi amor por ella era tan fuerte que creía que sería fácil rechazar a mi compañera destinada si alguna vez la encontrase y ella prometió hacer lo mismo a cambio. Sin embargo, nunca imaginé que rompería esa promesa de una forma tan cobarde.Tamia no quería ir a la cena de Casper; debí haberla escuchado y decirle a mi amigo que no iríamos, pero ahí inició mi caída. El fresco aroma a menta y manzanas me tomó por sorpresa y me atra
~Tamia~ Por la mañana salí a correr y al regresar, la gente me miraba con curiosidad. No necesitaba tener más de 2 neuronas para saber que ya se había difundido la noticia de que el Alfa había encontrado a su compañera destinada. Leo no intentó ocultar la atracción entre Amanda y él. Internamente me preguntaba si los miembros de la manada estaban contentos de que su Alfa sería más fuerte ahora que había encontrado a su compañera destinada. También me cuestionaba a mí misma, si me apreciaban lo suficiente para que se preocuparan verdaderamente por mí y el dolor que sufriría, el cual hasta podría volverme loca. Honestamente, me preguntaba de qué lado estarían.Pasé corriendo junto a los miembros de la manada y regresé a mi casa. Leo estaba desayunando pero, no le había hablado y no planeaba hacerlo, porque no tenía nada que decir. Fui al dormitorio a ducharme y vestirme para comenzar el día, había una reunión a la que debíamos asistir juntos y por mucho que preferiría quedarme en cas
~Tamia~ No hablé con Leo durante todo el viaje y cada intento que hizo por hablar conmigo fue respondido por mi silencio. Cuando finalmente llegamos a casa, fui directo al dormitorio. Nuestra casa tenía cuatro habitaciones, queríamos que nuestros hijos tuvieran cada uno la suya propia, pero ya no sería así. Me pregunté cuál de esas habitaciones me pedirían que ocupara cuando Amanda se mudara; Las palabras de Linda seguían en mi mente y al igual que ella, sabía que mi cama estaría también vacía pronto."Tamia, por favor." Dijo Leo, siguiéndome a la habitación. "Por favor, Tamia." Suplicó y me giré para mirarlo."¿Por favor qué? Todos están hablando de esto, Leo, me humillaste en la fiesta, ¿qué si ella es tu compañera destinada? ¿Tenías que dejarme sola para ir al balcón y besarla? ¿Sabes siquiera lo que significa controlarte a ti mismo?" Le pregunté y bajó la cabeza."El sentimiento era abrumador." Me reí al escuchar su respuesta."Mejor ve a Bosque Blanco y termina lo que ya empezas
~ Tamia ~Pasó otro mes en el que las cosas empeoraron entre Leo y yo; ya no pasaba tiempo conmigo y sutilmente se había mudado de nuestro dormitorio. Se veía venir, pero aun así me molestaba. Además, llevaba a Amanda a las funciones a las que lo invitaban y me dejaba a cargo de la manada. Ya estaba trabajando en mi salida, así que me decía a mí misma que solo tomaría un poco más de tiempo. A menudo miraba donde descansaba su marca en mi cuello y quería quitármela. Odiaba verla, tanto que siempre la cubría, al menos mis lágrimas ya se habían secado. Algunas Lunas simpatizaban conmigo y otras felicitaron a Amanda, aunque ella no había sido nombrada Luna aún y yo sabía por qué; Amanda era doctora y no estaba entrenada para la batalla. Nombrarla Luna significaría que tendría que asumir todas mis responsabilidades, incluyendo liderar batallas y supongo que su vida era demasiado importante para eso. Mientras tanto yo planeaba sorprender pronto a Leo.Poco después, estaba sentada en mi o