"¿A qué mentiras te refieres, Amanda?" Le pregunté, ella agacho la cabeza y se alejó de mí.

"Mentí diciendo que habíamos hecho el amor en el balcón, luego en que envió unos tipos para matarme; ese hombre que encerramos fue pagado y obligado a actuar por mi padre" Dijo cosas que ya sabía.

No me molesté en decir nada, simplemente me alejé de ella, me puse unos pantalones cortos y salí a ver lo que quedaba de mi manada.

Mientras caminaba, veía a la gente llorar, pero todos me miraban con respeto. Estoy seguro de que creían que había entregado a Tamia por el bien de la manada, pero estaban equivocados. Si Tamia no se hubiera entregado, todos habrían muerto porque yo no la habría entregado, yo habría muerto en su lugar.

La gente comenzó a levantarse y mostrar respeto a medida que pasaba. Sabían que el ataque no era mi culpa, tampoco el cese del mismo, por lo que no podía recibir sus agradecimientos porque no eran míos.

Tamia era la verdadera heroína y la mejor Luna que esta manada había te