Capítulo 02: ¿Primera noche con él?

Ese hombre que ingresó a la habitación donde estaba la esclava "Alice", se acercó a ella a pasos rápidos.

Tap~ tap~

Cabello rubio rizado, alto, joven de ojos celestes y un aura de nobleza en sus gestos, caminar, vestimenta y demás; Caroline reconoció que era el mismo que la compró a nombre del Rey en el "bar" de don Raúl.

Ese hombre refinado se inclinó hacia ella que estaba ahora sentada en el borde de esa gran cama.

—Su majestad está por llegar. Tienes un único rol que cumplir, házlo bien y saldrás con vida esta noche.

—¡Yo no-

El hombre de ojos celestes cubrió con su mano enguantada la boca de Caroline.

—No, tú no hablarás a no ser que él te lo permita. ¿Quieres volver algún día al Reino de Luxar de donde eres, Alice Milser?

Caroline se sorprendió dándose cuenta que ese aparente noble sabía el nombre falso de ella completo… Por supuesto, solo su identidad falsa que mantuvo por poco más de 5 años.

Aún así, si sabía…

Significa que también la podía amenazar con las personas que la acogieron esos años y eran importantes para ella.

Caroline asintió.

No quería que terminen destruyendo la finca del amable señor Marcus Milser o su familia compuesta por su esposa y su única hija discapacitada.

Él apartó su mano de la boca de Caroline.

—Lo entiendo… —susurró ella.

Clac~

Nuevamente el sonido de la puerta captó la atención de Caroline, así como la de ese hombre rubio.

—Su majestad~ —sonrió de inmediato, Francis Garlem, haciendo una reverencia.

Caroline intentó curiosear desde donde estaba, buscando ver a ese gobernante… Pero la poca claridad de la habitación se lo impedía.

—¿Le hicieron los chequeos médicos? — preguntó ese Rey que había ingresado con sus sirvientes que de inmediato le ayudaban a quitarse el elegante abrigo largo.

—Sí. El doctor Real la examinó, está en excelentes condiciones de salud —le contó Francis.

Apenas los sirvientes se marcharon, Francis se acercó al Rey y susurró: —Me costó traerla desde Luxar~ disfrútala amigo~ se me informó que pronto contraerás matrimonio por tercera vez.

El Rey sonrió ligeramente, ante las palabras de Francis, hombre que era su fiel secretario general, consejero y amigo.

……

Una vez que en la habitación quedaron únicamente ese Rey y la esclava Alice.

Él comenzó a acercarse hacia ella.

Caroline entonces notó que se trataba de un hombre alto con un cuerpo visiblemente ejercitado que resaltaba aún vistiendo esa elegante pijama de dormir blanca con bordes plateados.

Ella no distinguía bien los rasgos faciales de ese hombre, pero no tenía dudas de que era alguien bastante fuerte por ese cuerpo que poseía.

Ella tragó en seco sintiéndose nerviosa, sus manos se aferraban a la falda de esa bata púrpura, ligera, corta y sensual que llevaba puesta.

Su corazón latía aceleradamente… Pero de miedo.

¡QUERÍA HUIR!

¡No quería que su primera vez fuera tomada obligadamente por un extraño!

¡Al carajo si él era un gobernante!

¡Ella quería salir corriendo de ahí!

Pero si lo hacía… No saldría con vida.

Ella inclinó su mirada verde limón en dirección al elegante piso alfombrado… Pudo ver a ese Rey detenerse a menos de un metro de distancia.

—Levanta la mirada y dime tu nombre —exigió él imponente.

Los grandes y bellos ojos de la ex noble Caroline, se dirigieron a ese rostro masculino…

—So… Soy Alice… Alice Milser —Mintió ella sobre su identidad.

—Olvida ese nombre. Aquí serás llamada únicamente "Camil".

Caroline asintió de mala gana, sin decirle nada en respuesta a ese Rey.

Ella comenzó a analizar a ese hombre, cabello semi largo y tan oscuro como el carbón, expresión fría, a pesar de la poca claridad en la habitación, ella al menos podía distinguir que él era joven.

No era un viejo como creyó…

El sonido de su voz lo delataba como alguien imponente con un aura fría y altiva.

Él tenía una voz que ella jamás había escuchado antes, bastante gruesa y masculina.

"Quizá es un nuevo gobernante…"

Supuso Caroline al ver que no era un Rey bastante mayor.

De pronto, ella vió que ese hombre comenzaba a quitarse sus prendas.

¡Ella se asustó!

¡No estaba lista para algo así!

¡Definitivamente NO lo estaba por más que Madam Susan encargada del harem Real la hubiera instruido sobre lo que pasaría!

—No, no quiero ha…

—Cállate. No te he permitido hablar —le recalcó el Rey, que tomó de la muñeca a Caroline haciéndola levantada del borde de la cama.

Un escalofríos recorrió el cuerpo inexperto de esa mujer rubia, cuando sintió esas frías manos masculinas hacerle arrancada esa bata como si nada.

Caroline quedó frente a ese hombre semi vestido sin poder verlo de frente ante el nerviosismo que ella sentía, la mujer rubia dirigió su bella mirada verde limón hacia un costado.

Cuando la bata rota cayó al piso, dejó al descubierto el cuerpo de esa mujer que avergonzada intentó cubrirse con sus manos.

—No… No me vea por fav- ¡AH! —la hizo empujada él sobre la cama.

Caroline de inmediato cerró sus piernas apenada y se sentó en la cama a como pudo.

El Rey terminó de desvestirse y fue entonces cuando encimó a esa joven que terminó acostada boca arriba…

Justo en ese instante, Caroline notó algo.

Algo que llamó poderosamente su atención.

"Una cadena…"

Pensó ella.

"Una cadena de oro y ese… Ese colgante… Su forma…"

Caroline intentó tocar el colgante de la cadena que llevaba puesta ese Rey y que no se quitó tras desvestirse.

¡PLAF!

El Rey le dió un manotazo a Caroline alejando la mano de ella.

—¡¿QUÉ CREES QUE HACES?! —preguntó él evidentemente molesto.

—No… Yo solo-

—¡¿Acaso pensabas robarlo?!

—¿Qué? ¡NO! ¡No soy una ladrona! ¡Yo solo-

Caroline detuvo sus palabras cuando ese gobernante se distanció de ella, levantándose de la cama y la agarró de la muñeca a ella acercándola a él con fuerza.

—¡AY! —exclamó ella sintiendo dolor en su brazo ante el fuerte jalón.

Seguidamente él la tomó con fuerza de esa larga y ondulada cabellera rubia por la parte trasera, obligando a esa ex noble a verlo directamente a los ojos.

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