Caroline sentía cómo su cuerpo se rozaba con el de ese hombre y avergonzada intentó apartarse, pero él la retuvo con más fuerza. —¡Si vuelves a tocarlo te corto las manos! ¿Lo has entendido? —le dijo él con una fría expresión. Caroline asintió rápidamente y repetidas veces mientras cerraba sus ojos sin querer ver más a ese Rey. —Lo siento… No lo haré… No lo- En ese instante, cuando ella volvió a abrir sus ojos, notó el rostro de ese hombre gracias al ángulo y la luz de la luna filtrándose por las puertas de cristal cerradas que llevaban al balcón…Esos finos y hermosos ojos azules como joyas de zafiros. Imposibles de olvidar…Imposibles de no contemplar. Eran muy cautivadores. Ese rostro había cambiado… No era el del chico de 14 años que ella una vez conoció siendo noble.Él era casi irreconocible, él ahora era todo un hombre. —Jo… Jhonn… —susurró Caroline. ¡PAM! —¡AY! —exclamó Caroline cuando su espalda pegó contra esas puertas cerradas de cristal cuando ese Rey la empujó
—¿Qué? ¿Vendida…? —preguntó Caroline sin poder creer que el señor Marcus Milser la vendió haciéndola pasar por su hija. Caroline se sintió profundamente decepcionada y dolida de ellos a quienes les trabajó por 5 años. —Quedó en evidencia que no es de ningún Reino enemigo ni tiene lazos con nuestros enemigos —continuó leyendo la carta, el mensajero Real—. Así que se cancela su ejecución y seguirá siendo una esclava en el harem Real hasta que su majestad el Rey decida lo contrario. El mensajero se marchó dejando a Caroline en shock que comenzó a ser vestida esa noche por las dos sirvientas que llegaron con algunas cajas rectangulares en sus manos. Una vez la esclava Camil se encontraba preparada, luciendo un hermoso y elegante vestido rosa pálido con blanco. Fue llevada fuera de esa habitación de confinamiento. —Venga conmigo —le dijo una de las sirvientas y Caroline obedeció pensando que sería llevada a otra habitación o a una audiencia con el Rey de Gorian. Su sorpresa fu
—¿Puedo ir al baño? —informó la amante del Rey a Madam Susan. —Iré con usted —le dijo la señora siguiendo los pasos de Caroline de cerca. Pero… Ella en ese instante fingió tener dolor y se agachó quitándose sus zapatillas rápidamente y salió corriendo La encargada del harem Real no quería llamar la atención y arruinar la fiesta de bodas de la Reina Jazmín. Así que guardó silencio y siguió yendo detrás de Caroline. Después de todo esa señora sabía que ella no llegaría muy lejos por la extrema vigilancia que había. Tap~ tap~ Caroline corría doblando por el pasadizo que vió a ese Rey utilizar para salir anteriormente de ese salón de eventos. Un largo y recto pasillo siendo iluminado por las luces de las farolas de pared. Caroline corrió sin darse cuenta que detrás de ella venía siguiéndola Madam Susan. Finalmente llegó a la luz del final del pasillo, pero justo en ese instante, los guardias que estaban escoltando esa entrada la retuvieron de sus brazos ejercien
✧✧✧ Una hora atrás ✧✧✧ El carruaje se detuvo, dejando a la esclava/amante del Rey frente a una mansión dentro del mismo territorio Real. Madame Susan bajó junto a Caroline del carruaje y otras dos sirvientas. —Venga señorita Camil —le dijo la señora de aspecto bastante frío y altivo, la cual se ocupaba del harem Real Gorianito. La mansión en el exterior estaba pintada de una tonalidad rojo carmín y gris oscuro, un camino de concreto de unos 20 metros de distancia llevaba hasta los escalones frente a la puerta principal. Aunque era de noche, Caroline logró darse cuenta que el jardín sí era bastante extenso a diferencia de la mansión, áreas espaciosas de campo y césped corto, árboles frondosos de tallos altos en algunos sectores, así como arbustos pequeños perfectamente podados de los que podía distinguir pequeñas flores silvestres blancas. Iluminada por las luces de las lámparas a lo largo del sendero, llegaron al interior de la mansión. Un lugar acogedor, el interi
•••••••••• —¡DÉJAME IR! —le exigió Caroline. —¿Dejarte ir?, tú eres una más de mis posesiones —dijo altivo ese Rey Gorianito que le entregó el arco a uno de los guardias de todo el pelotón que le siguió por protección. Seguidamente el hombre de cabello oscuro caminó a pasos rápido hacia Caroline que retrocedía lentamente pensando salir corriendo. —Ni lo intentes. Aún no estoy complemente desarmado~ —sonrió él malicioso sacando una glamurosa daga del bolsillo de su bata, él que seguía en pijama e iba a ir a la habitación de la Reina jazmín… Al final decidió "divertirse" de otra manera. —¡ERES UN MONSTRUO, JHONN! ¡UN MALDITO DESQUICIADO E IMBÉCIL! —le gritó Caroline con su voz temblorosa. Los guardias que estaban a unos metros detrás de ese Rey, furiosos sentían "su sangre hervir de ira" por esos irrespetuosos comentarios con su gobernante. Jhonn finalmente llegó a estar a menos de un metro de distancia a esa esclava y se detuvo… Los ojos azul zafiro de ese apuest
••••••••••Esa mujer que olía a hiervas frescas, tierra húmeda y el hierro de la sangre por sus heridas en su pequeño cuerpo… Para él era una simple esclava que estaba en sus brazos. Una más de las muchas mujeres que tuvo en esa posición, aunque claramente nunca en un bosque. Caroline comenzó a sentirse tan abrumada por la comprometedora posición en la que se encontraba en los brazos de ese monarca, no tenía idea de qué hacer, ni decir o cómo reaccionar… Tenía miedo y su mente quedó en blanco. Ella cerró sus ojos con fuerza mientras su corazón latía aceleradamente como si quisiera escapar de su pecho. "Es Jhonn…""Ya no es el mismo… Pero es Jhonn…""Tengo miedo… Pero aún detrás de toda esa máscara sigue siendo él… Aún si no es una máscara y la venganza, ambición y placeres bajos lo corrompió… Sigue siendo Jhonn…" Caroline decidió pensar en el pasado, ese tan dulce. Así que se acercó a ese hombre y lo besó. Un beso que tomó por sorpresa a ese Rey Gorianito. Mientras el viento me
•••••••••• 3 días más tarde, 8: 00 am. Caroline recién despertaba, luego de pasar inconsciente esos días. En la pequeña mansión carmín dentro del territorio Real Gorianito, la joven de 22 años abría lentamente sus ojos, paseando su hermosa mirada verde limón en sus alrededores. Se dió cuenta que se encontraba en la habitación de hermoso tono verde jade con blanco, dentro de la mansión que anteriormente se le había dicho sería su nuevo hogar. Esa bella mujer rubia se levantó lentamente de la cama, sentándose en el borde, notó que su cuerpo estaba lleno de vendas, pero extrañamente no sentía ni un poco de dolor. Vestida con una bata blanca de tirantes cuya falda larga le llegaba hasta sus tobillos, Caroline se puso de pie viendo que en el suelo habían unas pantuflas de su talla exacta. Clac~ La puerta de la habitación se abrió de inmediato y la ex noble Maitana se sorprendió dirigiendo su mirada hacia esa dirección. Vió a 4 personas ingresar. Madame Susan Bro
••••••••••Esa hermosa tarde de primavera, el refrescante viento se hacía presente meciendo levemente el vestido volado color durazno que llevaba puesto Caroline.Vestido elegante, con decoraciones de encajes blancos y pedrería colorida, un sombrero del mismo color con un pequeño arreglo floral en un costado y luciendo unas hermosas zapatillas de tacón alto. Caroline que recientemente estaba siendo cuidada en el harem para que se le aclare su quemada piel y que se arregle su descuidado cabello, era tapada por una glamurosa sombrilla de sol que sostenía una de las dos sirvientas. A lo largo del pasillo externo hasta el sendero pavimentado donde estaba el carruaje esperando a los Reyes Gorianitos, la mujer ex noble de Maita se encontraba de pie junto a otras personas que servían en el harem para despedir a los gobernantes en su viaje de 15 días rumbo a la nueva provincia "Firgin", la cual anteriormente había sido un Reino menor al Noroeste de la poderosa Gorian. —¿Y los príncipes? —p