Capítulo 04: Amor que me tortura.

—¿Qué? ¿Vendida…? —preguntó Caroline sin poder creer que el señor Marcus Milser la vendió haciéndola pasar por su hija.

Caroline se sintió profundamente decepcionada y dolida de ellos a quienes les trabajó por 5 años.

—Quedó en evidencia que no es de ningún Reino enemigo ni tiene lazos con nuestros enemigos —continuó leyendo la carta, el mensajero Real—. Así que se cancela su ejecución y seguirá siendo una esclava en el harem Real hasta que su majestad el Rey decida lo contrario.

El mensajero se marchó dejando a Caroline en shock que comenzó a ser vestida esa noche por las dos sirvientas que llegaron con algunas cajas rectangulares en sus manos.

Una vez la esclava Camil se encontraba preparada, luciendo un hermoso y elegante vestido rosa pálido con blanco. Fue llevada fuera de esa habitación de confinamiento.

—Venga conmigo —le dijo una de las sirvientas y Caroline obedeció pensando que sería llevada a otra habitación o a una audiencia con el Rey de Gorian.

Su sorpresa fue cuando se acercaba a un salón donde bastantes guardias cuidaban desde los pasillos hasta la entrada.

Caroline ingresó al enorme y lujoso salón de eventos Reales.

Y de inmediato vió a una multitud que lucía sus ropas elegantes con sus emblemas familiares, dándose cuenta que se trataba de alguna fiesta de la nobleza Gorianita.

Todos expectantes veían frente a ellos en el sector donde se ubicaba el trono del Rey y el asiento de la Reina a su lado.

Ahí de pie, se encontraba Jhonn Cuarto Wiztan usando su traje matrimonial púrpura con dorado, como era una costumbre en Gorian y a su lado, vistiendo el de novia… Una mujer desconocida para Caroline.

Hermosa, refinada, de tez blanca, cabello lacio y rubio claro, así como hermosos ojos finos verdes… Características similares a las de Caroline.

—Comenzará el primer baile del glorioso Rey de Gorian, Jhonn Cuarto Wiztan y su gloriosa Reina, Jazmín Rivertia de la nueva provincia Gorianita, Firgin —anunció el vocero del evento.

"¿Reina?"

"Ella… ¿Firgin dijo? ¿Ese no era un país al norte de Gorian? ¿Provincia? ¿Fue conquistado?"

Caroline trataba de asimilar lo que sucedía, mientras veía a Jhonn con esa radiante sonrisa escoltando a su Reina hasta el centro del salón.

La música comenzó a sonar y los Reyes de Gorian a bailar a su compás.

Entonces Caroline entendió… Que nuevamente él se había casado.

"¿Por qué…? ¿Por qué la vida me hace presenciar esto?"

Sintió ella revivir sus recuerdos del pasado, cuando huyó de su linaje en busca de Jhonn hace 5 años atrás…

Él se estaba casando con otra en ese entonces y ahora…

Nuevamente se casaba frente a sus ojos por segunda vez… Al menos segunda que ella veía.

Pues ese era el tercer matrimonio del Rey Gorianito.

¡Caroline no pudo más!

Sintió que se estaba asfixiando en ese lugar y los murmuros de la multitud eran golpes directos a su corazón.

—La nueva Reina es hermosa~

—Si. ¿Pero cuánto crees que durará?

—Es cierto, conocemos a nuestro Rey~ son solo matrimonios políticos.

—No. Escuché que ella no es como las otras, es especial.

¡Caroline no quería escuchar ni ver más a esas personas murmurando y a esos gobernantes de Gorian, así que buscó irse de ahí!

—¿A dónde cree que va? —la retuvieron de la muñeca en ese momento.

Madam Susan Broke clavaba sus ojos color almendras fríamente en Caroline.

—Recuerde que usted es parte del harem Real y tiene que venir conmigo.

Caroline sentía que quería salir corriendo de ahí…

¿Pero cómo haría eso?

Era imposible en su situación y en ese evento en el que se encontraba.

La joven rubia siguió a esa señora hasta su campo reservado… A distancia, casi que escondida… Tenía prohibido levantarse o ir a algún lugar sin avisarle a Madam Susan.

Caroline veía como la Reina Jazmín Rivertia bailaba con elegancia al ritmo de la música, dedicándole una mirada cariñosa al Rey Jhonn Cuarto Wiztan.

Esa mujer de aspecto similar al de Caroline, parecía… Enamorada de ese hombre atractivo de cabello semi largo oscuro.

Una profunda incomodidad creció en el corazón de Caroline.

"¿En serio te has casado nuevamente?"

"¿Cuántas mujeres han pasado por tus brazos durante estos más de cinco años?"

"Yo… No puedo creerlo…"

"Qué tú seas ese a quien una vez amé, ese con el que soñé compartir mi vida y al que quise fielmente pertenecer"

De las comisuras de esos bellos ojos verdes limón ligeramente claros, comenzaron a asomarse las lágrimas y Caroline de inmediato las secó con su pañuelo.

El baile de los Reyes había terminado y las parejas comenzaron a bailar…

"Un momento…"

Recordó Caroline una vieja costumbre en el Reino de donde ella era nativa "Maita" ubicado al Sur de Gorian.

Una en la que después del baile con la Reina, si el Rey tenía concubinas, podía bailar con algunas de ellas y la Reina con otros nobles.

Pero Caroline… No veía a otra mujer sentada en ese sector "especial para las mujeres del harem Real", ninguna… Más que ella.

—Madam Susan… —preguntó nerviosa la joven rubia a esa señora de aspecto frío.

—¿Sí, señorita Camil?

"Ese nombre… Camil… Aún no me acostumbro a él, ¿Por qué Jhonn lo eligió? ¿Da nuevos nombres a todas sus mujeres?"

"Quizá a todas las amantes les pone el mismo…"

Pensó fugazmente esa joven rubia.

—Quería preguntarle… ¿Por qué solo estoy yo aquí? ¿No hay nadie más en el harem?

—No. El harem del Rey cambia de vez en cuando, a veces hay varias… Otras ninguna.

Caroline se sorprendió escuchado esa información.

"¿En serio te has vuelto ese tipo de hombre que goza del libertinaje sexual con muchas mujeres distintas?"

Pensó Caroline de Jhonn…

Entre mas descubría, más decepcionada se sentía.

Más le dolía su corazón y más ganas de llorar tenía.

Fue en ese momento, cuando ella vió a ese Rey marcharse del salón de eventos. Caroline sintió que tenía que ir…

Ir tras de él.

No podía quedarse con ese volcán de emociones que en cualquier momento harían erupción destruyendo por completo los restos de sus sentimientos agonizantes…

Eran pocos, pero lo cierto es que ella aún después de 5 malditos años…

Lo amaba.

Un doloroso y desgarrador amor que no podía borrar...

"¡Tengo que ir tras de él!"

"¡Intentaré una vez más!"

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