Valerio se quedó en silencio, con los ojos fijos en Benjamín, mientras que Valentina se levantó, ya que estaba agachada a la altura de su hijo y se cruzó de brazos viendo a Benjamín. Laura suspiró, su hija seguía sin decirle algo a Benjamín y sin explicarle a su hijo la presencia de Benjamín.—Valerio mi vida. Él es el señor Benjamín Milano. Es tu padre cariño —decidió hablar Laura porque ambos estaban en una guerra de miradas. —Mamá, ¿él es el señor que vimos en el parque? —preguntó Valerio con su carita y sus ojitos iluminados.—Ese mismo soy yo campeón —Habló Benjamín agachándose a su altura. Acarició sus pequeñas mejillas, arregló un poco su cabello y se quedó observando al mismo tiempo que Valerio también lo hacía. Valerio llevó su pequeña mano a la cara de su papá, ese gesto que hizo el niño llenó el alma de Benjamín. El calor de su mano lo hizo cerrar los ojos y disfrutar de esa sensación tan maravillosa que le producía.—¿Eres mi papá? —preguntó Valerio, viéndolo con sus h
Para Berlín castillo, dejar a Jazmín, tranquila, no era una opción. El beso que le había correspondido fue suficiente razón para ir tras ella y demostrarle que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para ganarse su perdón. Mientras conducía el auto que lo llevaba al edificio donde se estaba quedando jazmín, pensaba en que hacer para que ella le diera la oportunidad de hablar y arreglar las cosas entre ellos. Suspiro llegando al edificio, mientras que Jazmín se tocaba los labios pensando en El beso que se había dado con Berlín, le gustaba, no lo podía negar, seguía Amando a Berlín aunque le había roto el corazón. Pero no estaba dispuesta a caer en su juego y que nuevamente le dijera que no siente nada por ella. Dejó al lado sus pensamientos y continuó empacando sus cosas para marcharse ese mismo día. La diferencia de horario complicaba todo.Temía encontrarse en cualquier parte con Berlín, fue un largo año en el que él se mantuvo en Inglaterra lejos de todos, preparándose aún más p
Jazmín viajaba en el avión, rodeada del ruido constante de los motores y el murmullo de las conversaciones de los demás pasajeros. No podía dormir, su mente estaba llena de pensamientos sobre Berlín. Se preguntaba si sus palabras y sus promesas eran verdaderas o si solo buscaba burlarse de ella y herirla nuevamente. El frío aire acondicionado del avión hacía que se estremeciera, y se envolvió en su chaqueta para calentarse.Mientras tanto, Benjamín amanecía abrazado a su hijo, Valerio, en la cama de Valentina. La luz suave del amanecer se filtraba por las cortinas, iluminando la habitación. Benjamín ya había despertado muy temprano y, mientras acariciaba el cabello de su hijo, manipula el teléfono respondiendo los mensajes de su asistente y enviándole a sus padres, que había dormido con su pequeño.El sonido suave de la música que salía de los auriculares de Benjamín se mezclaba con el sonido de la respiración de Valerio.Valentina despertó algo desorientada, tocó el pequeño bulto q
Benjamín ya tenía todo listo para la llegada de su hijo y las fotos que quería tomar. Una decisión que había tomado sin su padre, pero que estaba seguro, le iba a encantar la idea.Mientras él estaba como loco viendo su teléfono esperando la llamada de Valentina anunciándole que estaban por llegar. Valentina se encontraba frente a frente con su pequeño hijo, quien interrogaba impaciente a su mamá preguntando por su padre. —¿Por qué se fue otra vez mamá? —Preguntó el niño, sentado en la cama, adormilado, estrujando sus ojitos. —Tuvo que ir a la empresa mi amor…—Pero prometió que no se iría —Cuestionó triste.Valentina suspiro y se acercó, beso su frente suave.—Podemos ir a verlo, ¿Qué te parece? —Propuso ella.—¿No se molestará? —Indagó. Pero feliz por la idea de ir a otro lugar y caminar a su lado.—Claro que no mi amor te está esperando impacientemente. —Aseguró ella besando sus mejillas. Con mucha alegría decidió llevar a su pequeño en brazos para que se aseara, entre risas, V
En el anochecer, bajaba la hermosa, jazmín del avión, un suspiro salió de ella, dejando atrás sus pensamientos en Berlín. Era hora de dedicarse a su familia por completo, estaba segura de que su madre ya empezaba a preparar todo para un nuevo año.Y uno muy diferente y lleno de alegría, con la llegada de Valerio a la familia. Ni ella se lo podía creer, su hermano era padre ya, cumpliéndose así, que sería el primero en hacer abuelo a sus padres.Estaba por subir a la camioneta que ya la esperaba con sus guardaespaldas y su teléfono timbró. Con su mirada puesta en la pantalla, termino de subir y su chofer le cerró la puerta. Abrió el mensaje que le había llegado y no pudo evitar sonreír “Sé que acabas de llegar, espero verte pronto y poder besar tus ricos labios. No me extrañes tanto, deja que yo lo haga”Jazmín sonrió completamente enamorada, leía el mensaje una y otra vez, buscando que responder. Al final no pudo hacerlo, ya que su chofer le indicaba que habían llegado ya a la mansi
La sala de juntas de la revista estaba repleta de periodistas, cámaras y flashes. Benjamín Milano, el CEO más codiciado de la ciudad, se encontraba en el centro de atención, su rostro serio pero con un brillo de emoción en los ojos.Respondía cada pregunta que le hacían sin ningún problema, demostrando ser un caballero y responsable de sus actos.—Valerio Milano, nació de una maravillosa noche con su madre, Valentina Figueroa—, declaró Benjamín, su voz firme y segura. Las palabras resonaron en la habitación, provocando un murmullo de sorpresa y asombro.La periodista, con una sonrisa intrigante, continuó.—¿Y por qué no la buscó cuando supo del embarazo? —pregunto. Benjamín se recostó en su silla, sus ojos se perdieron en un punto fijo.—No sabía quién era—, confesó con sinceridad. —Valentina desapareció y yo me sumergí en el trabajo, en las empresas de mi padre. Nuestra noche fue un error, un momento de pasión que no esperábamos que tuviera consecuencias tan grandes.La sala se qued
Los días seguían pasando, dando fin a las vacaciones y días enteros compartidos entre Benjamín y Valerio. Aunque el niño se negaba a pasar muchas horas sin su padre, Benjamín le prometía estar cerca y pasar la mayor parte del tiempo juntos. Recordándole que debía estudiar y ser un gran hombre en un futuro. Y así formar una maravillosa familia como lo serían ellos. Benjamín no descansaría hasta convertir a valentina en su esposa. Ya no era solo una petición de Rafael. Se había convertido en su más gran anhelo.La alarma sonó para Benjamín, anunciando que ya era hora de levantarse e ir a la empresa a dedicarle el mayor tiempo. Su padre ya había decidido tomarse un buen descanso y disfrutarlo junto a su esposa.Se paró frente al espejo del baño, analizando su reflejo mientras cepillaba sus dientes. Las gotas de agua caían sobre su pecho, indicando que ya había tomado un ligero baño a temprana hora, sonreía apenas, recordando las veces en la que Valentina le decía una y otra vez luego eg
Jazmín se sumergió en un mar de números, hojas de cálculo y gráficos. Los sonidos amortiguados de la ciudad llegaban a través de la ventana, un suave murmullo que contrastaba con la concentración que requería su trabajo. La luz del sol de la tarde bañaba su escritorio, creando un ambiente cálido y acogedor. De pronto, el sonido agudo de su teléfono la sobresaltó. Era un mensaje de Berlín. Su corazón, que hasta ese momento latía al ritmo de los números, se aceleró. Con dedos temblorosos desbloqueó su teléfono y leyó el mensaje: “Mi jazz, si sigues olvidándome, iré por ti” —Una sonrisa tímida se dibujó en sus labios. Berlín siempre encontraba la manera de hacerla sentir especial. Fue también así en el pasado, siendo solo amigos, pero ahora le costaba responder a esos halagos, el miedo de ser lastimada nuevamente la invadía. Confiar a ciegas en él, no era tan fácil.Jazmín guardó el teléfono y volvió su atención a los documentos que tenía sobre el escritorio. Sin embargo, sus pensamien