No era perfecta para mí.Valla, hasta el asistente parecía ser más listo. Aunque realmente esto no era difícil de deducir.No era indiferente a la incomodidad de Vicenzo, podría percibir lo que el sentía, después de todo era su hermano, cuanto mal puede hacer una persona y aun así ser ciegos y creer que algún día cambiara, o no ser esa persona que todos nos presentan, pensar o desees que es un buen hombre, maduro y domine su carácterPodría estar equivocada y Vinicio no era el gran monstruo que recordaba, solo estaba enojado por qué las cosas no salieran como esperaba. Este intento de engaño no va conmigo, lamento tanto en la situación en la que está Vicenzo pero estoy lista para hablar, sin importarme las consecuencias. —Interesante deducción mi querido Amery. —recito Drago en tono dramático. Casi aplaudiendo como un profesor a un alumno.—Oh maldición ¿Cómo lo supo jefe?—dijo como si le frustrara no haber conseguido la delantera—No es difícil especular —afirmo Drago —Vicenzo no es
Volví al comedor, Amery estaba de espaldas observando un cuadro de frutas que colgaba de la pared. Aunque intente controlarme fue mucho más fuertes las emociones que estaba comiéndome las entrañas ahora, una mezcla de miedo con felicidad y un poco de coraje, estaban cerca de Peter, intente controlarme pero mi rostro mantenía una expresión de angustia.Mi felicidad no apartaba los pensamientos negativos, de qué manera esto podría salir mal. Volví a sollozar, aunque fue muy quedo fue suficiente para hacer notar mi presencia detrás de Amery.—¡Oh señora! —Dijo Amery cuando me vio aún más acongojadas —, creo que por ahora es suficiente su información debemos compararla con lo que su padre pueda decirnos.Me tranquiliza, no quería ni podía hablar más de esto, lo más importante ya lo había contado, mis ideas estaban revueltas.—No imaginé que remover un poco mi pasado fuera tan incomodo, estaba segura que nada de lo que hizo Vinicio podía afectarme, lo lamento.Limpie mis ojos, mis manos es
CorazonadaSu rostro se desfiguro convirtiendo el dulce rostro de Vicenzo en el de un monstruo. Mientras Archi mostraba unos dientes rojos con una quijada apretada, note una chispa en sus ojos.Los gritos de Vicenzo alertaron a Aurora quien fue a buscar ayuda. Yo me coloque en el suelo junto a ellos, intentaba que Vicenzo me mirara, pero sus ojos estaban enrojecidos sobre el chofer.—¿Dime donde esta?—No se de que estas hablando, yo no haría eso a Helen— aseguró, no le mostraba miedo a Vicenzo aunque era un poco más robusto y fuerte, o por que tuviera el suficiente dinero y las influencias para meterlo a la cárcel. —Yo no le hice nada a Peter, ese niño es como yo, que no lo entiendes, igual que yo, Apuesto a que si Vinicio despierta no le daría su apellido, Helen solo fue un poco de diversión para él, Peter merece todo esto así como yo lo merezco. Ella es una victima como lo fue mi madre.Su buena voluntad era solo una trampa que fue tejiendo para ganar mi confianza, Archi solo querí
No estará soloApenas colocaba sus brazos alrededor de mi espalda dando una pequeñas palmadas, me tomo unos minutos en silencio asimilarlo, mi hijo muerto, necesitaba gritar pero la voz ni las fuerzas se liberaba, mi alma se desprendía de mi cuerpo y me dejaba como un bulto en la habitación un saco de carne y huesos sin vida, estaba muerta en vida, mi futuro sé ponía frente a mi como un túnel oscuro, lleno de soledad y frío.Aún no tenía las respuestas que necesitaba ¿por qué lo hizo? ¿De verdad tenía la sangre fría de arrebatarle la vida a un pequeño indefenso? ¿De verdad era mi hijo?—Helen —la ronca voz de Vicenzo resonó cerca de nosotros con una suave condolencia, Amery se apartó de inmediato, Vicenzo sé apresuró a tomarme de las manos al verme trastabillar y sostenerme de la pared. Me aferró a él con una necesidad de sostenerse el mismoAlce la vista su rostro se oscureció, lleno de rabia, de odio, de una tristeza inmensa. Acaricié su mejilla con la palma de mi mano, el tomo mi m
Sus ojos se entristecieronAmery me tomo de la muñeca llevándome hacia la puerta, como no me apretó muy fuerte saque mi mano de su agarre y regrese a la mesa, pero el detective no me dejaría volver a hacer ninguna pregunta, me tomo de la cintra y me saco de ahí, aunque grite y patalee no conseguí volver a acércame al supuesto asesino de mi hijo. —Suéltala. —escuche gritar Vicenzo, quien era arrastrado y empujado por Drago, no era posible que me defendiera. No solo nos sacaron de la sala de interrogatorios, nos llevaron hasta afuera, hasta el estacionamiento; —No vuelvan por aquí, no quiero verlos en este lugar, si pisan mi estación los encarcelare.—Drago estaba por demás furioso, Vicenzo lo estaba igual. Yo estaba ensimismada, mi hijo estaba muerto, o mi hijo estaba en manos de alguien más.—Perfecto, me colocas en la misma celda que ese maldito —continuó discutiendo Vicenzo. —Vicenzo…—hizo un ademan de advertencia, pero de su boca no salió ni una sola palabra, camino de un lado a
Déjame estar contigoAquel día pensé que la ultima repuesta que me dio resolvería todas mis dudas, pero solo dejo más interrogantes, Vinicio tuvo otro hijo, eso tal vez era verdad. Hoy no tenía fueras para buscar despejaba a todas mis dudas ni encontraba sentido a resolverlas. —No recuerdo que me dijera nada más. —me toque la cabeza, comenzaba a dolerme, mis parpados se pusieron pesados, y mis ánimos decayeron más. —Revisamos las grabaciones — presionó Matías —, fue muy evidente una gesticulación justo después de que se acerca a usted ¿qué fue lo que le dijo?Sus miradas tenían esa expresión, esperando una gran revelación que resolviera todas las dudas. —Vamos Helen. —insistió Vicenzo, al mirarlo recordé que él tenía derecho de saber que su hermano guardaba secretos con él, o quizás el sabia de ese primer hijo y yo al callarme solo seguía dándole vueltas. —Me dijo que Peter no estaría solo, que le haría compañía a su hermano. La extrañeza se plasmo en el rostro de Vicenzo, el cam
Su aroma masculino su suave respiración me encerraban en un lugar de reposo, donde el dolor se desvanecía, con delicadeza y fuerza me sujetaba entre sus brazos, podía sentirme refugiada, consolada y por un momento ilusionada, nada conseguía darme una rato de luz o de paz, la angustia en mis entrañas mordía a cada instante y la opresión en mi pecho me dificultaba el respirar. Vicenzo era un oasis en mi desierto.—Vamos has un esfuerzo. —insistióNo quería que me soltara, en este instante de quimera todo era hermoso. Recibió una llamada, ese timbre estaba destruyendo mi silencio.Respire sobre su hombro y me aparte de él, mis ojos se encontraron con los suyos enrojecidos. Fue como una estrella fugaz el mantuvo su rostro cerca de mío recorrí mi rostro un poco más había abajo, leí sus deseos al ver cómo observaba mi boca. Aunque una parte de mi lo deseaba no era prudente aferrarme al sentimiento de un hombre para reparar el dolor de perder un hijo.Ni Peter, ni su amor era reemplazable.
Fue un viaje corto y en total silenció. Conforme avanzaba mis nervios se intensificaban, las manos comenzaban a sudarme, y una preocupación atrevida se adentraba al observar en el espejo mi semblante. Imagine muchas veces este momento, ensaye miles de veces lo que le diría cuando el despertara, ahora mi mente estaba en blanco.El auto se detuvo frente a la casa de Samanta, Vicenzo conservó sus brazos tensos sobre el volante, cerraba sus puños alrededor tan fuerte que producía un rechinido de la goma. Resoplaba constante, imagine una reacción completamente diferente, pero creo que entendía lo que estaba remolineando en su interior.Cual actitud era la correcta, pararse frente a él y abrazarlo después de tanto tiempo agradeciendo que al fin volvería a la vida o pedirle explicaciones apenas colocar un pie en la habitación.Coloque mis manos sobre las suyas, me agradaba el contacto físico más de lo que podría admitir. Abrió sus ojos cuando sintió el contacto, corrió sus ojo sobre mis braz