Subí nuevamente a su camioneta, como Drago nos acompañaría yo decidí ir en el asiento de atrás, creyendo que la mirada de Vicenzo ni su cercanía me perturbarían, pero olvide los espejos retrovisores. Bajé el vidrio y dirigí mi vista al camino. Aun así podría sentir como me miraba.Al voltear el estaba mirando el camino, estaba actuando como una tonta, eso era. ellos conversaban de futbol, Drago tenia el humor de hablar apasionadamente sobre su equipo favorito de americano, aseguro que le robaron el pase al supertazón en no sé qué año. No estaba concentrada en la conversación.El cielo era azul, pero no como cualquier día, en particular estaba limpio, y con una intensidad que pocas veces se ve en el año. Trataba de unir en mi mente todo, encontrar alguna conexión, pero nada tenia sentido. y si encontraba las respuestas de todo, ¿me serviría de algo?Sobre el tablero llevaba una cámara profesional, no la note al subir, “caso Sanlúcar”, la fotografía de ese hombre.—Vicenzo, porque debem
No te ocultare nadaColoque la cámara en el piso, me levante gire a todos lados, corrí escaleras arriba, yo tenía que ir por Peter a donde sea que estuviera, recorrería el océano nadando si era necesario., llamaría a la policía de España, postearía la fotografía de Peter en los periódicos, pelearía.Escuche pasos detrás de mí.Tome una bolsa grande donde solo cupieran dos cambios y un poco de ropa para Peter, uno de sus juguetes favoritos de mi hijo, busque de inmediato todos los documentos que me ayudaran a demostrar que era mi hijo. no recordaba con exactitud donde los había guardado.Abrí unos cajones y otros.—¿Qué haces?, —pregunto impaciente Vicenzo siguiéndome por toda la habitación—No es claro, iré por Peter —revisé una cajita donde tenía dinero, lo metí todo sin siquiera contarlo, era bastante quizás necesitaría más para sobornar a algún empleado—No estamos seguros que sea él … —me tomo de los brazos para contener mi frenesí—Yo sí, sé que es él, sé que es mi hijo, suéltame
¿Aún hay amor entre ellos?Ensimismada en mis pensamientos, en la ilusión que se volvía cada vez más real, me quede dormida. Creyendo que todo había acabado y que mi pequeño Peter estaba recostado sobre mi pecho dormido cuan tranquilo como todas la noches. Su aroma se hacía presente al igual que su pausada respiración. Estaba en los brazos de su madre, mis dedos acomodaban delicadamente uno a uno sus finos cabellos castaños. Le llenaba de besos invadiéndome de su dulce aroma.Desperté con un sobre salto, con una manta sobre mi cuerpo, y un hombre sentado en un sofá al otro lado de la habitación, en sus manos estaba un par de zapatitos negros perfectos para combinarlos con un curioso trajecito de hombrecito de negocios. O un elegante para asistir a una fiesta. —No quería despertarte. —no levanto el rostro, su interés estaba puesto en el objeto entre sus manos.—Ahora no dormiré toda la noche —rezongue, frotándome los ojos.Me gustaba míralo, era atractivo, si su rostro estaba de fren
—No comprendo que paso, debí confundir tu número, lamento haberte hecho venir hasta aquí —se disculpaba Vicenzo, Cristal se reía como una chiquilla.—No hay problema, es un gusto verte, después de todo tu manejas todo mi dinero y se que contigo esta seguro.Imaginar sus visitas frecuentes me llenaba de inseguridad, notaba como ella lo miraba y esa sonrisa coqueta mientras la acompañaba a la puerta.—Ella lo sigue amando —pensé en voz alta.—Si, esta muy nerviosa, y se nota un esmero en su arreglo. —concluyo Amery.Me di la vuelta, no quería verlos despedirse, pero al final me giré para comprobar si el sentia algo aun por su ex prometida, ellos estaban juntos por amor, cuando yo entre en sus vidas Vicenzo dudo, y era posible que yo solo confundiera un poco sus sentimientos.Cristal coloco su mano sobre el brazo de el y le coloco un beso en la mejilla, sentí que las tripas se me deshacían. No soporte seguir mirándolos, una especie de culpa se instaló en mi pecho. Si algo habría entre el
Me enamore de Vicenzo—¿Esto es algo que no te interesa? —respondió Vicenzo,—No si me interesa, ¿qué rayos hace esta mojigata aquí?, que quiere ahora, ¿acaso no te fue suficiente con todo el daño que me hiciste? ahora que quieres venir a destruí mi matrimonio, con trabajos lo estoy recuperando…—Tu matrimonio me vale una… si estoy aquí es por Peter—¿Hablas en serio? —se dirigió a su deportivo, en ese momento me sentí estúpida y avergonzada con Vicenzo. Verlo alejarse me aclaraba que él tenía razón y que Vinicio aun siendo el padre de Peter no le interesaba en lo más mínimo.Pero la imagen de este momento se mezcló con aquel día en el juzgado, misma altura, mismo porte, misma forma de evasión al mirar de reojo atrás. Insistí una última vez.—¿No te interesa saber de tu hijo?, no está muerto sabes, tú lo sabes, pero dime una cosa nada más Vinicio — le jale la ropa antes de que subiera a su lujoso auto —, ¿por qué siempre me reclamabas que no servía como mujer para darte un hijo?, mien
Como iba a confiar de nuevo en alguien que antes se presentó ser tan amable y me traiciono ahora estaba demente, y todos tenían un motivo. La desesperación que en sus movimientos y en sus palabras demostraban me hacían creer que Archi temía de vedad terminar en prisión. Ser el culpable de algo que no cometió.—¿Quién fue, dímelo?—No, —dudo — si antes no me prometes que me ayudaras a limpiar mi nombre, si yo te doy el nombre esa persona me hundirá puede tener pruebas más pruebas falsas. Tu saldrás de aquí se lo dirá a Vicenzo y nadie me ayudará.¿Ella?, Archi tenía alguna información que acabara con las dudas, saber los motivos reales de Samanta o comprobar la rabieta de Cristal por perder a Vicenzo. quizás era ella y por eso ahora intentaba acercarse Vicenzo.Me tocaba lograr que dijera lo que supuestamente sabia, estaba muy seguro que yo lo ayudaría.—¿Por qué te creería? Podrías decirme una mentira para librarte deal cárcel, todos a mi alrededor tiene un motivo, ¿Poe que tu serias
Vicenzo yo...Entre en la ducha a toda prisa, necesitaba borrar todas esa marcas en mi cuerpo, recordaba las caricias y los asqueroso besos, tallaba mi cuello una y otra vez, limpiaba mis piernas era necesario borrar todo el rastro que dejo. Ojalá que pudiera borrarlo también de mi mente.Al salir del baño, Aurora traía una charola con mucha comida, fruta, panecillos, una sopa y un jugo de fruta, mi estomago rugió de hambre todo se veía delicioso, pero al mismo tiempo habia una sensación de asco.Yo misma me obligaría a comer, por Peter, incluso por Vicenzo.Era mucha casualidad que mientras yo estaba sufriendo Cristal se acercara de nuevo, cuando ella me aseguro que ya no tenía nada que ver con él.Si tenía la sangre fría para dañar a un niño, por que no coludirse con Archi y planear que yo no volviera. Esa falsa preocupación n me convencía. Y si estas sospechas eran ciertas, Vicenzo no merecía el engaño de vivir con una mujer que dice que lo ama, cuando esta solo está obsesionada.S
"Hare todo por verte feliz"Me sentí como una tonta, me apresuré a confesarle amor, a ceder, como protegerlo si el seguía accediendo a caer en las redes de Cristal.No respondí nada los dejaría solos para que se despidieran como mejor les pareciera.Vicenzo me tomo del antebrazo, me coloco frente a él protegiéndose conmigo, el movimiento fue muy rápido, dejándome en medio de ambos, Cristal camino hacia atrás. Me sentí un poco incomoda hasta que el me tomo la mano.—Cristal, imagine que ya te habías marchado, ¿qué haces aun aquí?—Solo quería asegurarme que estuvieras bien, es muy importante para mí todo lo que te suceda…—Yo los dejo, para que conversen —volví a insistir, volví a estar muy incómoda en medio de ellos. Como si yo sobrar.—No, —me tomo del brazo, y sin demoras me rodeo pegándome a su cuerpo, mi espalda quedo recargada sobre el.— Helen, quien debe irse es Cristal. Lo siento te agradezco todas tus intenciones y tu apoyo, pero necesito hablar con mi futura esposa. ella debe