¿Sientes algo por mí?Amery sonreía, Drago por el contrario con un rostro de perro apaleado no sé encontraba nada contento con esto, algo en lo que estábamos de acuerdo es que a él no le agradaba la idea de viajar y a mí me molestaba su indiferencia por hacer su trabajo. —¿Ya tomaron su declaración? —pregunte a Amery que le tenía más confianza, su jefe no tenía la sutiliza de ser agradable.—Archi no quiere hablar —respondió saludándome de mano —, hasta que no esté presente un abogado, mañana a muy temprana hora estará ahí uno de oficio ya que no cuenta con los recursos para financiarse uno.Salude por cortesía a Drago que se dio la vuelta sacando un cigarrillo. Ni siquiera ocultar su desagrado hacia mí.—Al menos su amigo debió quedarse, alguien tiene que garantizar que no escape de nuevo frente a sus narices.Era un hombre poco tolerante o paciente, se encendía a cualquier mínima provocación, de inmediato se dio la vuelta y se acercó a mi como fiera o un perro con rabia, Amery dio
Lo bese con profundidad desde el primer toque, provoque que esa barrera que peligraba en construirse entre nosotros, se desmoronaba, subí mis manos lentamente por su pecho, hasta sus hombros deslizándome por sus brazos, hasta sus manos, las tome ordenándole que me abrazara.Reacciono de inmediato, con la misma viveza que impuse desde el primer toque de nuestros labios.Sus fuertes brazos se estrecharon contra mi espalda su ferocidad aumento tanto que era imposible detener nuestros deseos, pretendí llevar el ritmo de nuestras caricias y besos pero fui sometida, coloco su mano sobre mi rostro y me aparto. Su brazo aún me sujetaba con vigor, hice un ligero esfuerzo de besarlo y continuar pero él no me permitió hacerlo…Mis ojos obscuros lo observaron, mi pecho subía y baja agitado por el éxtasis, la mano sobre mi rostro suaviso su presión. Me froté en su palma buscando el afecto que necesitaba, besé sus labios de nuevo sin medir las consecuencias, su cuerpo hervía tanto como el mío se hu
"Pesadillas"—Tu, —le ordeno a Drago —envíame toda la información que tengas sobre sus movimientos, donde se ha parado y donde estará mañana, a qué hora, quiero todo su maldito itinerario, hablare ahora mismo con mi superior, hare todo lo que este en mis manos.—Agradezco mucho su apoyo... —ella era mujer, creí leí sus pensamientos, Lorain estaba segura que yo no lograba saber lo mucho que me comprendía, mas de lo que imagina.—Háblame de tu, ten por seguro que recuperaras a tu hijo. — froto su mano sobre mi espalda para consolarme, la había conmovido, pide ver como sus ojos se humedecieron, aunque los limpio de inmediato —Ve a dormir necesito que estes fresca para mañana — estrecho la mano de Vicenzo quien tampoco tuvo una sola oportunidad de hablar.Se acerco al mas joven de los hombres que se encontraban en la estancia, y el único que logro agregar datos o información, la mayor parte de la información se la otorgue a la agente Loraine, reí dentro de mí, no era maldad era solo algo
Todo listo.El remordimiento en mi interior, por la salida que había escogido Archi, nunca estuve convencida de su culpabilidad, esa mirada tan tierna, esa sonrisa tan clara.Olvidando que intento abusar de mí, creí que era un buen amigo. Ahora todo me mostraba que fue él culpable, me mintió al decirme que había una mujer detrás yo fui tan ingenua en confiar y creen en él.—Desea tanto ser un Sanlúcar, termino siendo un cobarde, avergonzaría a tu padre si el aun estuviera vivo —Vicenzo no estaba de acuerdo conmigo—Mi padre no era el hombre íntegro que mostro toda su vida, así que quizás se entenderían a la perfección.Después de muerto, muchos años después su padre le provocaba una herida, Vicenzo era la única semilla buena de la familia Sanlúcar. Rodee con mis brazos su cuerpo, lo escuche suspirar.No tenía una palabra que le reconfortara, al decir “padre”, su voz revelaba una decepción profunda y desprecio por el hombre que le dio la vida. Vicenzo no era así, el no debía guardar re
Me deje llevar. Me sostuve de sus brazos apretando mis puños en su traje, era posesivo, me presumió como algo de su propiedad delante de todos esos hombre, si me estaba reclamando como suya yo a el lo estaba enloqueciendo para que fuera solo mío.—¿Que fue eso? — me chupe los labios y con mi pulgar limpie el brillo en la boca de Vicenzo.—No te apartes de mí, ¿entendiste?Estaba celoso, si no estuviera tan tensa habría disfrutado enormemente esto.Observándolo de cerca y percibiendo su aroma me di cuenta que él también era un seductor excitante para cualquier mujer. Para mi fortuna alrededor habia pocas mujeres.—Ya te dije que estas hermosa, —observo nuevamente alrededor —No te apartes de mi lado Helen.—¡Vinicio, Tu!, qué haces aquí? — la violenta voz de un hombre no solo nos hizo voltear, sino que todo el lugar se quedó en silencio, era él al fin y después de tanta expectativa estábamos frente a él, Stefano Cortázarsu expresión no era la más gustosa, se acerco a nosotros desde la
"Ire por él"Apenas me di cuenta que me encontraba sola en ese corredor mis piernas se ablandaron, enfrentar a Stefano estando Vicenzo en medio me daba la fuerza, era una pelear en fundida en un mismo deseo, pero yo sola contra él, debía reconocer que quizás era demasiado cobarde.Ahora solo pensaba en lo que habia aceptado, una cita para estar con el completamente a solas, y no serían solo unos minutos.Vicenzo alzaba una paleta entrando en el juego de la subasta. Alguien más elevaba la oferta, otro más gritaba una cantidad alta. Llegue junto a él tomándolo del brazo.—¿Estas bien?, estas pálida. —me sujeto de los brazos. —Vamos—No, estoy bien, debes seguir… —intente que ninguno de los dos hiciéramos algún movimiento inusual, el estar sujeta entre sus brazos era suficiente para calmar mis nervios, ahora estaba segura.Me controle para no abrazarlo con todas mis fueras y pedirle que me cuidara, no estaba segura de contarle lo que acaba de acordar, no dejaría que asistiera a ninguna l
Te quiero solo para míTal vez no debí presentarme como una dama de compañía, pero encontré la posibilidad de ganarme su confianza o solo su mal sano interés, era una ingenua al imaginar que con esto también estaré protegiendo a Vicenzo; el problema era como evitaría convertirme en su amante, no podía echarme atrás, esto era una decisión tomada y estaba en firme en ello.—¿No le dirás a Vicenzo? —Amery estaba ahí, en ese momento me estaba sintiendo sumergida en un lugar en el que estaba sola totalmente. Me estaba murino de angustia pero me angustiaba más el no hacer algo pronto.—Vicenzo es muy posesivo, no me dejaría hacerlo.—Protector, creo que es lo que es.—Tan protector como yo debería serlo con Peter—No lo discuto, entiendo su postura y la tuya — Amery era comprensivo al menos eso imagine de momento, hasta que continuo —, ningún hombre que ama a la mujer de su sueños permitiría que se expusiera con otro hombre. es algo natural, pero piense señorita si Vicenzo tuviera que reuni
En los terrenos de StefanoAun después de hacerme el amor, sus deseos no desfallecían, sus labios sobre mi vientre me cosquilleaban, sus manos sobre mi cintura me confinaban a estar bajo su dominio, deseaba que estuviera dentro de mí otra vez, su pasión era extraordinaria una deliciosa mezcla de posesión y dulzura.Mi cuerpo estaba saciado y como una loca deseaba más, era más que ir al paraíso, Vicenzo me llevaba al cielo, era como morir entre sus brazos. Subió por el canal de mis pechos y llego a mis labios, me entregue tan fácil que mis sentidos estaban perdidos en un mar profundo de placer. Hasta que Peter volvía a mi mente, entonces recordaba donde estaba y por quien.—Esto no debió pasar, —dijo con pesar —te prometí que no pasaría hasta que Peter…Coloque mi mano sobre su boca, es verdad yo no quería que esto sucediera, pero ahora no me arrepiento de lo que pase después,—Paso… creo que en verdad nadie lo busco.Era un hombre tan perfecto, unos ojos transparentes que reglaban un