Todo listo.El remordimiento en mi interior, por la salida que había escogido Archi, nunca estuve convencida de su culpabilidad, esa mirada tan tierna, esa sonrisa tan clara.Olvidando que intento abusar de mí, creí que era un buen amigo. Ahora todo me mostraba que fue él culpable, me mintió al decirme que había una mujer detrás yo fui tan ingenua en confiar y creen en él.—Desea tanto ser un Sanlúcar, termino siendo un cobarde, avergonzaría a tu padre si el aun estuviera vivo —Vicenzo no estaba de acuerdo conmigo—Mi padre no era el hombre íntegro que mostro toda su vida, así que quizás se entenderían a la perfección.Después de muerto, muchos años después su padre le provocaba una herida, Vicenzo era la única semilla buena de la familia Sanlúcar. Rodee con mis brazos su cuerpo, lo escuche suspirar.No tenía una palabra que le reconfortara, al decir “padre”, su voz revelaba una decepción profunda y desprecio por el hombre que le dio la vida. Vicenzo no era así, el no debía guardar re
Me deje llevar. Me sostuve de sus brazos apretando mis puños en su traje, era posesivo, me presumió como algo de su propiedad delante de todos esos hombre, si me estaba reclamando como suya yo a el lo estaba enloqueciendo para que fuera solo mío.—¿Que fue eso? — me chupe los labios y con mi pulgar limpie el brillo en la boca de Vicenzo.—No te apartes de mí, ¿entendiste?Estaba celoso, si no estuviera tan tensa habría disfrutado enormemente esto.Observándolo de cerca y percibiendo su aroma me di cuenta que él también era un seductor excitante para cualquier mujer. Para mi fortuna alrededor habia pocas mujeres.—Ya te dije que estas hermosa, —observo nuevamente alrededor —No te apartes de mi lado Helen.—¡Vinicio, Tu!, qué haces aquí? — la violenta voz de un hombre no solo nos hizo voltear, sino que todo el lugar se quedó en silencio, era él al fin y después de tanta expectativa estábamos frente a él, Stefano Cortázarsu expresión no era la más gustosa, se acerco a nosotros desde la
"Ire por él"Apenas me di cuenta que me encontraba sola en ese corredor mis piernas se ablandaron, enfrentar a Stefano estando Vicenzo en medio me daba la fuerza, era una pelear en fundida en un mismo deseo, pero yo sola contra él, debía reconocer que quizás era demasiado cobarde.Ahora solo pensaba en lo que habia aceptado, una cita para estar con el completamente a solas, y no serían solo unos minutos.Vicenzo alzaba una paleta entrando en el juego de la subasta. Alguien más elevaba la oferta, otro más gritaba una cantidad alta. Llegue junto a él tomándolo del brazo.—¿Estas bien?, estas pálida. —me sujeto de los brazos. —Vamos—No, estoy bien, debes seguir… —intente que ninguno de los dos hiciéramos algún movimiento inusual, el estar sujeta entre sus brazos era suficiente para calmar mis nervios, ahora estaba segura.Me controle para no abrazarlo con todas mis fueras y pedirle que me cuidara, no estaba segura de contarle lo que acaba de acordar, no dejaría que asistiera a ninguna l
Te quiero solo para míTal vez no debí presentarme como una dama de compañía, pero encontré la posibilidad de ganarme su confianza o solo su mal sano interés, era una ingenua al imaginar que con esto también estaré protegiendo a Vicenzo; el problema era como evitaría convertirme en su amante, no podía echarme atrás, esto era una decisión tomada y estaba en firme en ello.—¿No le dirás a Vicenzo? —Amery estaba ahí, en ese momento me estaba sintiendo sumergida en un lugar en el que estaba sola totalmente. Me estaba murino de angustia pero me angustiaba más el no hacer algo pronto.—Vicenzo es muy posesivo, no me dejaría hacerlo.—Protector, creo que es lo que es.—Tan protector como yo debería serlo con Peter—No lo discuto, entiendo su postura y la tuya — Amery era comprensivo al menos eso imagine de momento, hasta que continuo —, ningún hombre que ama a la mujer de su sueños permitiría que se expusiera con otro hombre. es algo natural, pero piense señorita si Vicenzo tuviera que reuni
En los terrenos de StefanoAun después de hacerme el amor, sus deseos no desfallecían, sus labios sobre mi vientre me cosquilleaban, sus manos sobre mi cintura me confinaban a estar bajo su dominio, deseaba que estuviera dentro de mí otra vez, su pasión era extraordinaria una deliciosa mezcla de posesión y dulzura.Mi cuerpo estaba saciado y como una loca deseaba más, era más que ir al paraíso, Vicenzo me llevaba al cielo, era como morir entre sus brazos. Subió por el canal de mis pechos y llego a mis labios, me entregue tan fácil que mis sentidos estaban perdidos en un mar profundo de placer. Hasta que Peter volvía a mi mente, entonces recordaba donde estaba y por quien.—Esto no debió pasar, —dijo con pesar —te prometí que no pasaría hasta que Peter…Coloque mi mano sobre su boca, es verdad yo no quería que esto sucediera, pero ahora no me arrepiento de lo que pase después,—Paso… creo que en verdad nadie lo busco.Era un hombre tan perfecto, unos ojos transparentes que reglaban un
—¿A dónde vas caramelito? … —casi choco contra el enorme hombre —¿Te hice esperar mucho?Me voltee quedándome en silencio, con un pañuelo limpie mis mejillas. Tenia unas enormes ganas de voltear y abofetearlo, de golpearlo y exigirle que me devolviera lo que es mío. Pero me falto fuerza.“Debes conocer el terreno que estas pisando” fue una de las cosas que me dijo Loraine.Respire y coloque la mejor sonrisa en mi rostro. aunque tenia la seguridad que mis ojos no podían ocultar el odio que nacía en mis entrañas contra este hombre.Me di la vuelta y le extendí la mano, era arrogante parado con bastada seguridad.—Estoy en el paraíso. Puedo vivir aquí toda una vida—Stefano tomo mi mano, y la giro con la palma en dirección del piso, con la mano izquierda acaricio mi dorso, y mi antebrazo. Luche por no arrebatarle mi brazo. Me atrajo a él su mira era fuerte, su rostro cuadrado, sus facciones eran suaves.No cabía duda que era un hombre bastante atractivo. Pero eso no implicaba que yo desea
Stefano no hizo el menor intento por salir a atender, estaba concentrado en el asunto que tenía conmigo, no se notaba preocupado por que fuera alguien que viniera a confrontarlo por alguno de sus negocios “sucios”. O porque “Vinicio” vinera a cortarle las manos, se que Loraine le informo donde me encontraba.De nuevo llamaron a la puerta de manera insistente, se empezaron a escuchar gritos.El trato de ignóralo después de todo quien abriría será la servidumbre, pero los golpes fueron en aumento y sin detenerse, alguien iba derribar esa puerta, gruño molestoSe levanto con un grito y salió llamando a la sirvienta con enfado. Pero la mujer no atendió la puerta y esta volvió a ser golpeada, lo que habia querido evitar estaba por ocurrir.—No espera quédate conmigo… —fui hasta él para detenerlo, no sabía cómo proteger a Vicenzo. acaricio mi mejilla sonriéndome.—Dame un segundo gatita… volveré a terminar lo que empezamos.—Serviré algo de beber.—Me parece magnifico, no me extrañes.— Se g
No eres un super héroeStefano abandono la habitación seguro que entre dos me someterían con facilidad, la mujer me tomo por la espalda sujetándome de los brazos y el hombre saco de un cajón unas sogas, le di un cabezazo a la sirvienta que me libero llevándose la mano a la nariz, la sangre escurría por sus labios.Me defendí del hombre con las manos en puño frente a mí, era de complexión delgada lance una patada a su estómago y con el puño le propine un golpe al rostro, se impactó contra la pared el golpe fue lo bastante rudo para dejarlo un poco desorientado.Me volví a la mujer quien era mayor, aunque se notaba que tenía fuerzas y un complexión fuerte una pelea no era justa, ella dio un paso atrás.—¡Señor Cortázar! —la mujer llamo a su patrón. Ella misma lo sabía no tendría modo de vencerme.Aprender defensa personal me fue útil, no perdí más tiempo al huir de esa habitación.Cuando Stefano se percató y trato de volver yo salí corriendo hacia el lado contrario de la salida, lo más