Kenia enfurecida llegó al apartamento que compartía con otra chica, no podía creer que siempre cuando estaba a poco de expresar la verdad, ocurría algo, quedarse en puntos suspensivos la ponía furiosa, siempre tenía que ser Madison arruinando los momentos. La odiaba con todo con su corazón, ese crecimiento insano estaba haciéndose cada vez más fuerte desde su interior, echaba raíces en un lugar en donde definitivamente haría daño.No le importaba. En ese momento la chica con la que compartía ese lugar no se encontraba presente, incluso si estuviera no le importaba hacer lo de ahora, rompía todo a su paso, descargando la ira que sentía. —¿Por qué tengo que ser yo la rechazada? —exclamó molesta con todo —. ¡Estoy cansada de ser ignorada! No merezco ser a la que tratan como si nada. Debo tener algo mejor que estar así. ¡Agh! todo es culpa de esa...Algunas cosas estaban rotas sobre el suelo, un desastre que fue en aumento hasta la interrupción de aquella mujer abriendo la puerta y qued
No obstante, tan pronto como el juicio volvió a Madison, esta se separó abruptamente del CEO y la realidad cayó a ella como un balde de agua fría, devolviéndola a la realidad.No podía reclamar absolutamente nada. Ella de todos modos le había seguido el curso, cayó en su juego, en él... —N-no... —tartamudeó sin saber qué decir, la verdad es que su mente estaba en blanco procesando lo que acababa de ocurrir, era mucho lo que pasó, no se lo podía creer.Lo único que deseaba era que Nicolás luego olvidara ese vergonzoso momento, porque andaba borracho, los hechos en algún punto podrían ser un poco borrosos. Pero, no se miraba tan ebrio como antes. Tomó una bocanada de aire, la necesitaba para suministrar el oxígeno que sus pulmones exigían, puede que un beso no era la gran cosa, sin embargo Madison no le podía restar importancia a lo vivido, se sentía de peso en su mente. Se levantó como un resorte sintiendo sus mejillas encendidas. Nickolas también se puso en pie sin poder creer lo q
Entró de prisa a la habitación cerrando la puerta con pestillo, se dejó caer en la cama junto a su pequeño que apenas reconoció a su madre y su llanto cesó. Lo cargó entre sus brazos colocándolo encima de su pecho mientras acariciaba su cabecita para lograr calmarlo. Su bebé fue quedándose dormido sintiéndose tranquilo con la presencia de la joven.Suspiró aliviada. Si no hubiera sido por el inesperado llanto de Natt, seguramente estaría aún en la habitación de Nickolas siendo interrogada por su intromisión. Lo que había hecho estuvo mal y lo reconocía, pero solo sintió algo de curiosidad y se dejó llevar por ella, además no es cómo si hubiera leído todo lo que decía allí, apenas y si pudo alcanzar a ver lo que había en las primeras hojas de la libreta.Sin embargo, actuó de manera indiscreta. ¿Por qué tuvo que haber abierto esa caja negra? Cerró los ojos pasando la mano por su rostro con frustración. Lo más probable es que Nickolas la echara de su casa por entrometerse en sus cosas
Pero luego se alejó rápidamente dejándola aturdida con su perfume. Aquello estaba afectando su estabilidad mental y no creía ser capaz de soportarlo.La muchacha se mostraba incrédula ante su invitación, es que no parecía real. Se le quedó mirando curiosa creyendo que probablemente le estaba gastando una broma, pero la expresión de Nickolas hizo que descartara lo que pensó. Suspiró hondo. —¿Eh? —frunció el ceño confundida—. ¿Solo nosotros? No comprendo...No parecía ser necesario para mantener todo eso de la farsa, por esa razón se había quedado atrapada en la sorpresa. Era algo que no se podía creer. Nickolas asintió con la cabeza. —Considéralo una cita —agregó retirándose del pasillo y una sonrisa socarrona se deslizó en sus labios.Aprovecharía la situación para ganar algo a su favor.Madison procesaba lo sucedido en su mente sin saber que había pasado, todo había ocurrido tan rápido que apenas y tuvo tiempo de reaccionar. Era increíble que le dijera que podía tomarlo como una
No era asidua al maquillaje, sin embargo mirarse bonita esa noche nació dentro de ella como un objetivo por agradar a Nickolas. No entendía la razón de sentirse tan impulsada a verse bien delante de sus ojos. Pero afloraba en sus mirada brillaba la respuesta. Esbozó una sonrisa mientras alcanzaba el polvo compacto y terminaba la labor, le quedó preciso y atractivo el maquillaje. Sus ojos delineados sobresalían y sus labios barnizados de rojo, le daban un toque provocativo. ¿Quizá era demasiado? No era momento de estar insegura. Lo más importante era el atuendo. Aún estaba indecisa. Hizo un puchero, era ridículo tener que usar algo de lo que allí tenía. Al final se desinfló sobre la cama. Pero entre las perchas eligió uno que sobresalía, era el que debía usar. Lo alcanzó, era tan grácil y delicado. Le agradó al instante. Supo que ese era el indicado. Deslizó la prenda por su cuerpo colocándose el vestido que se ceñía a su silueta cómo un guante, le quedaba perfecto y satisfecha con
La semana pasó de volada, durante su estadía en casa del CEO, la joven había notado lo diferente que se comportaba con ella. Estaba siendo mucho más atento y se mostraba amable en todo momento. Esa mañana al despertar por el ruido proveniente de la cocina, decidió levantarse e ir a averiguar de qué se trataba. Antes averiguarlo se dio una ducha y cepillos de dientes.Le sorprendió ver a Nickolas usando un delantal mientras preparaba el desayuno sin mayor problema. Eso era lo que no se lo esperaba la escena la cautivo por algunos minutos antes de proceder. Madison frunció el ceño y se acercó hacia él.—¿Qué haces? —inquirió confusa.Giró a verla.El hombre no pudo evitar deslizar una sonrisa, al verla allí frente a él. —Oh, has despertado. Que bueno, porque he preparado el desayuno para los dos —emitió Nickolas sin inmutarse ante la llegada de la chica.Lo miró desconcertada.—¿Tú has hecho... todo esto? —preguntó observando un montón de comida en la encimera.Se volteó a verlo sin
Madison lo observó fijamente, su ceño parecía estar la mayor parte del tiempo fruncido pero al enojarse este se volvía más notorio dejándole ver qué se estaba conteniendo en su interior. Lo poco que había podido entender del indescifrable Nickolas era que se preocupaba por los demás incluso más que por él mismo. Aunque no había pasado ni un mes de estar allí viviendo en su casa, reconocía que cada vez que necesitaba de alguien el CEO no dudaba en brindarle la ayuda.Debía admitir que era un hombre difícil de comprender, y quizá algo tozudo, pero sus acciones le demostraban que en su interior residía un ser completamente diferente a la fachada exterior que todos veían. Transmitía algo que en realidad no era, pareciendo ser desinteresado ante el resto y preocuparse solo por él mismo, pero la verdad es que no era así.Delante de ella había un hombre que se interesaba sinceramente por los demás a pesar de mostrar lo contrario. Esa era la conclusión a la que estaba llegando después de qu
Miró su reflejo en el espejo observando el precioso vestido que le había regalado Nickolas, era el mismo que vio aquella vez en la tienda y no alcanzó a comprarlo puesto que no estaba dentro de su presupuesto. No entendía cómo es que él se había enterado que era justo el que quería, le pareció extraño que le hubiera regalado precisamente ese vestido. Pero pensó que quizá había sido casualidad y decidió restarle importancia al asunto.Ponerse a pensar en que era una casualidad, sólo sería inventarse algo tonto en su mente. Giró un poco para admirarse, la verdad es que le gustaba demasiado el vestido. No había duda de que Nickolas tenía un buen gusto para ese tipo de cosas, no entendía cómo es que podía ser tan perfecto. Suspiró. Lo importante era centrarse en lo que pasaría esa noche. —Es tan hermoso —murmuró para si misma mientras tocaba la delicada tela.De sentía diferente, incluso se veía mucho más adulta. Normalmente solía usar ropas sencillas sin esforzarse demasiado en su asp