Diecinueve años más tarde...
-Pov Elián
Me remuevo incómodo en la cama y siento un brazo envolver mi cintura, junto mis cejas y abro los ojos poco a poco acostumbrándome a la luz que se cuela por las ventanas.
Un momento, los ventanales de mi cuarto tienen papel polarizado y unas enormes cortinas negras que no dejan filtrar la luz solar.
Si no estoy en mi casa, entonces, ¿Dónde estoy?
Lamo mis labios y me levanto ligeramente, mis ojos recorren el cuerpo de la morena acostada a mi lado y trato de separarme sin despertarla.
Necesito salir de aquí.
Necesito salir o soy hombre muerto por mi madre si esta loca llega a la casa a formar un escándalo. Tomo mis pantalones del suelo y agarro mi suéter
-Pov ZuaniLe doy un sorbo a mi café humeante y me acurruco más en la cama, el aire acondicionado de mi cuarto está puesto lo más bajo posible y es domingo, lo que hace un día perfecto para leer en wattpad.Deslizo mi dedo por la pantalla de mi móvil leyendo como uno de los protagonistas es un asesino temerario y la chica de tonta va y empieza a tratar con él.Cosas que solo pasan en libros electrónicos, pero ya te digo yo que es entretenido, no como los libros de psicología, ciencia y cultura que lee mi hermana la sabelotodo.Ella no es normal.Otros que no son normales son mis hermanos, porque a juzgar por sus aspectos físicos parecen detalladamente un actor o un protagonista chulo de una novela, y como no serlo si Elián es un muro de m&ua
Pov OmarCamino por las instalaciones de la casa-castillo como si nada.Han pasado dos años desde que me mude aquí con Brianna y las cosas ahora están mucho mejor a como estaban cuando llegamos. Nos querían matar, ahora ya no, pero eso no significa que aún no quieran hacerlo o que no tengan ese pensamiento.Salgo y lo primero que veo es a nuestros guerreros vampiros impidiendo el paso de los tres demonios más problemáticos de todo este mundo.—¿Qué sucede? —toco de los hombros de los chicos y estos se apartan dándome espacio para hablar con las locas.La llorona, la tulivieja y la bruja de las brujas.Son las únicas que tienen permiso de salir dos noches cualquiera a divertirse molestando a los miedosos humanos según ellas.
Tomo su brazo y la saco del salón, corro lejos hasta el pasillo de las habitaciones y dejó que mi cuerpo tome respiración —Estoy sumamente nervioso —desvío la mirada —quiero pedirle a Brianna que esté conmigo toda la vida, pero ahora con toda la presión que hay se me hace difícil —la observo de reojo y antes de que pegue su típico grito de cuando algo la emociona tapó su boca —¡Shhhh! ¡Cállate! Es secreto —susurro.—Vale, vale, entiendo —sus ojos verdes brillan y da pequeños saltos en su lugar. Definitivamente está loca —¿Y ya pensaste en las palabras que vas a decir? —susurra y me jala de la camisa.—No.—Entonces, ¿qué esperas? Práctica.Me suelto y doy dos pasos hacia atrás —pero, ¿cómo quieres q
¡Advertencia de inicio! Contenido +18No necesariamente debiste haber leído "El Alpha Millonario" (si la quieren leer antes que esta, la pueden encontrar en mi perfil) para comprender esta historia o como ustedes les llamen mis pizzas. Es una obra diferente ya que trata de la vida de uno de los integrantes de la familia Dhall, llamado Amir Dhall. Sin más,+A leer. PrólogoMi familia está en constante movimiento de lugar gracias al trabajo que mi padre tiene en una empresa prestigiosa y todo el tiempo para nuestros vecinos, ya sea de una u otra vecindad somos conocidos como, los raros.Pero eso que importa.En fin, siempre he di
Capítulo unoPov Irina ¿Me veo mal o es que tengo un enorme moco en la nariz?No llevo ni un minuto en el que entre al instituto y ya los adolecentes hormonales me miran como si fuera un bicho raro.Y claro que lo parezco con este atuendo.La obligación del instituto Pilar de la Fuente, para las mujeres, es usar una falda con cinco dedos arriba de la rodilla, una camisilla blanca de tiras por dentro de la falda y unas gladiadoras o bailarinas.Ninguna chica podrá entrar en otro aspecto.Observo mi falda amarilla que lastimosamente es más corta de lo habitual. Mi madre agarró los cinco dedos arriba de la rodilla más la basta y digamos que mis grandes piernas no ayudan mucho a que se mantenga en su lugar. Llevo mi mano a la parte trasera de est
Capítulo dosUn carraspeo me saca de el transe en el que estoy y giro hacia el tal Omar—Vaya, parece que tu también caíste en sus encantos —rasca su nariz y toma mi mano —Pero no es hora de quedarse estáticos, tenemos que ir a cantar el himno en el gimnasio y ya vamos tarde, asi que, apura esas cortas piernas —jala de mi brazo y corremos por pasillos que no conozco hasta llegar a unas enormes puertas negras, al final de estas y entrando al dichoso gimnasio se puede ver la multitud en las gradas.Las voces se hacen más y más fuertes cada vez que damos un paso tras otro hasta quedar en el inicio de un umbral que da paso a unas escalerillas. Sin decir más Omar me empuja escaleras arriba y las personas que están en los bordes solo me observan de arriba a abajo con aires de grandeza.Aquí todo el mundo se cree Dios.Me detengo en
Capítulo tresToda mi vida me ha gustado la filosofía.Hasta ahora.La profesora no lleva ni quince minutos en haber entrado al salón y ya la estoy odiando con todo mi ser.Me ha criticado de pies a cabeza desde que surgió por la puerta hasta ahora que me tiene a su lado enseñando como mis piernas grandes y gruesas no van con la falda y mi camisa es muy escotada porque se ven un poco mi busto que de por si es algo voluminoso y como los zapatos no convinan con mi atuedo porque son crema.¿Quién dijo que el crema no le va a todo?Dejo salir un gran suspiro y me jorobo —Ven lo mal que está vestida y fuera de eso no tiene una posición recta—me enderezó y ruedo mis ojos. Mi mirada va al chico sentado en frente mío y alzo una ceja curiosa.Ojos azules me observa divertido, sus o
Capítulo cuatroPor lo menos no me hicieron nada.Me cambio rápido y acomodo mi uniforme un poco, el pantalón solo llega a tapar mi trasero si acaso y la camisa me queda muy pegada lo que hace que resalte todo mi cuerpo lleno de grasita.Meto mi ropa a la mochila y salgo hacia el exterior con un poco de pena, Omar al sentir mi presencia alza la cabeza y sus ojos me escanean de arriba a abajo.—No me mires, me da vergüenza —le tiro la mochila y él agarra antes de que se estrelle con su bonito rostro.—Vamos que ya vas tarde—caminamos a la cancha y él sube las escaleras, voy hasta la que creo que es la profesora, toco su hombro y ella voltea para verme de pie a cabeza.—¿Y tú quién eres? —gira a ver a los alumnos correr.—Soy la nueva estudiante, Irina Warren —digo tímida.&