_ ¿Está seguro de que quiere hacer esto señor Patrick? _ le dijo Peter quien, sentado en el asiento del conductor, esperando frente al edificio de Sofia _. ¿No cree que se arriesga a estropear más toda la situación? Patrick lo miró por un instante. _ ¿Más de lo que ya está? A lo sumo, me sacarán a los empujones o a los golpes. Creeme este hermoso rostro puede soportarlo _ su mirada se volvió firme y segura _ Pero de aquí no me voy sin hablar con Sofia y sin conocer a mi sobrino. Esperame aquí, ante cualquier eventualidad, te llamo. ¿Entendido? Peter asintió. El joven bajó sin un ápice de inseguridad. Parecía algo propio de los Lee Fenton ese aplomo que tenían al momento de enfrentar las situaciones. Y aunque Patrick siempre había sido el subestimado de la familia, era quien más seguridad e inteligencia emocional poseía al momento de tomar decisiones. Sofia se encontraba jugando en la sala con su hijo, cuando la mucama la interrumpió. _ Señora O´ Neill hay un joven que
Apenas vio la foto de su hijo, James dejó todo para ir a su encuentro. Nada ansiaba más que estar cerca de Alex, aunque fuera por unos minutos. Ninguna cosa era poco tratándose de su pequeño hijo. Mientras iba al encuentro de su hijo, su mente era una maraña de pensamientos y su alma estaba atormentada por tantas emociones que la embargaban. ¿Cómo reaccionaría al verlo? ¿Qué le diría? ¿Cómo podría hacer para acercarse al pequeño? _ Muero por abrazarlo y decirle tantas cosas _ dijo con angustia _. Pero sería una gran tontería de mi parte. Y todo gracias a Sofia _ aun seguía muy enojado con ella. Cuando el auto se detuvo en el parque, James apenas podía contenerse. Su pecho parecía partirse, sus manos le temblaban y sudaban, su respiración estaba acelerada. Echó un suspiro profundo y cerró sus ojos, buscando la mejor manera de afrontar la penosa situación. No lo pensó más y bajó del auto, Patrick le había enviado la ubicación exacta, sus apresurados pasos iban acompañados con lo
Sofia se acercó lentamente a ellos, con lágrimas en los ojos. Pensó que había soñado con ese momento durante muchos años. Pero ahora, producto de su miedo, soledad o inmadurez, había arruinado todo. Lograr el perdón de James era algo que estaba muy lejos de sus expectativas, si en algo lo conocía era que una vez que tomaba una decisión existía muy poca probabilidad de que cambiara de idea. _ ¡Mamá! _ gritó Alex al ver a la joven acercarse _ ¡Ven mami, ven! Ella se secó las lágrimas y asintió yendo hacia ellos. Patrick se acercó a Sofia rápidamente, antes que ella pudiera llegar adonde estaban James y su hijo. _ Lo siento Sofia, yo... perdóname, quería que James estuviese con Alex, aunque fueran unos minutos. _ le dijo con pesar. Sofia lo tomó del hombro y le sonrió levemente. _ Está bien Patrick... no debes disculparte. Eres su tío y él es su padre _ suspiró hondo _. Vine a traerle un abrigo _. se lo entregó _ Pueden estar una hora más si lo desean, luego llevalo a casa _ lo
El regreso a la residencia de James fue en completo silencio. Él estaba preso de una maraña de emociones, el haber compartido un tiempo con su hijo, el haberlo abrazado a su llegada y luego al despedirse. ¡Eso último había sido letal para él! Y luego, ese enfrentamiento inevitable con Sofia. Sentía que la amaba tanto como la odiaba provocándole una gran contradicción porque mientras le vomitaba esa catarata de reproches y amenazas, a la vez sentía dolor al decírselas. Porque la amaba, dios... ¡Como amaba a esa mujer! Patrick miraba hacia afuera, de vez en cuando y disimuladamente miraba a su hermano. Conociéndolo sabía que no era un buen momento para abordarlo. _ James, hermano _ le dijo al fin _. Cuando estés más calmado, tenemos que hablar. Hay cosas que deberías saber... Él miró un instante y luego retiró su mirada. _ Ahora no, Patrick. No quiero ni tengo ganas de hablar de absolutamente nada. Solo quiero cerrar mis ojos y pensar en mi pequeño hijo _. suspiró y se recostó
Eleanor tocó suavemente la puerta, su corazón y sus sienes palpitaban por igual. Su sudada mano estaba sobre el pomo de la puerta mientras esperaba la respuesta de su hijo. _ James, hijo por favor, dejame pasar _le rogó ella al ver que él no le respondía _. Es importante, tengo que hablar contigo. Él se encontraba desplomado sobre su cama, mirando al techo. Escuchaba a su madre, pero no tenía ganas de verla, ni a ella ni a nadie. _ No me iré de aquí hasta que no me escuches _le dijo Eleanor con un tono más firme y decidido _. Sino me abres, me quedaré al lado de esta puerta hasta que decidas hacerlo _ siguió golpeando, pero esta vez mucho más fuerte. James puso los ojos en blanco y suspiró hondo. No tenía más opción que abrir y escuchar a su madre. _ Pasa _ le dijo entre suspiros mientras le abría la puerta _. Dime lo que tengas que decirme y por favor, vete. Estoy cansado y ya no quiero por hoy escuchar consejos o palabras de aliento... nada de lo que me digan, me ayudará.
_ Créeme Fernando, esto es un verdadero desastre _ le dijo Sofia al médico mientras se preparaba para su primer día de trabajo_. En mi casa todo es un gran caos. Fernando la miró con tristeza. Sofia no merecía lo que le estaba sucediendo, realmente no. Ella había hecho lo que creyó conveniente en ese momento sin intención de dañar a nadie pero aun así, todo parecía estar en su contra. _ Esto pasará Sofia. James entenderá, verás que sí. _ suspiró _. Quizás yo podría hablar con él, si tú quisieras… _ No, déjalo así _ tomó sus cosas para salir _. Sé que me esperan días muy difíciles, que pronto la batalla judicial será algo que nunca pensé vivir… pero… es inevitable. _ Puedes evitarlo. Habla con Aidan, y apoya a que James le dé el apellido a Alex, eso es lo que deberías hacer. Ella bajó su mirada. _ Es que… es que no puedo hacerle esto a Aidan, él quiere mucho a Alex, me rompe el corazón decirle que renuncie a ser su padre _ lágrimas brotaron de sus ojos _. ¿Y qué le diré a A
Sofia avanzó con un poco de timidez, Aidan la tomó del brazo para entrar junto ella, como queriendo mostrar quien era él. blanca apenas lo vio frunció el ceño y revoleo los ojos. No había manera que ella lo aceptara. Alex como siempre, vivaz e inquieto se les adelantó para llegar a Fernando. _ ¡Padrino! _ corrió con sus bracitos abiertos. Fernando se agachó y el pequeño lo atrapó por el cuello. Milena lo miró fijamente y entrecerró los ojos. _ Y tú, ¿Quién eres? _ se cruzó de brazos. Alex se giró hacia ella y sonrió con extrema simpatía. _ Soy Alexander O´Neill ... ¿y tú? _ Milena Ponce de León y Fernando es mi tío _ le dijo con seriedad. _ Oh, y es mi padrino _ dijo el niño con espontaneidad, sin importarle la actitud hostil de Milena _. ¿Quieres jugar? A la niña no le quedó otra que aceptar pues prácticamente, el pequeño la tomó de la mano y se la llevó a jugar. Sofia y Aidan se acercaron riendo. _ Lo siento, mi hijo suele ser demasiado sociable. _ dijo Sofia.
_ James, abre la maldit@ puerta de una vez o le diré a los muchachos que la derriben a patadas _ le gritó Patrick _. No me iré de aquí hasta que hablemos. ¿Lo entiendes o no?James respiró hondo. Después de la conversación que había tenido con su madre se había recluido en su habitación. No quería hablar con nadie, ni escuchar nada más. Estaba harto de todo. Cinco largos años en donde lo único que habían hecho había sido mentirle. Las personas que amaba y confiaba lo habían traicionado de la peor manera.Su madre pidiéndole a Sofia que lo abandonara y ella ocultándole a su hijo. Suponiendo que la decisión de irse lo había hecho para hacerle un bien a él, ¿Por qué diablos se había casado y le había ocultado a Alex? Ya dudaba de todos y de todos. Al final, terminó creyendo de que su padre con su actitud despreciable acababa siendo el más sincero en esa historia; el menos él decía sin pudor lo que sentía.Su teléfono sonaba sin parar. Era Patrick. _ Abre la puerta o voy a torturarte de