Noah Stanford se puso de pie y carraspeó antes de dirigirse a la jueza. _ Su señoría, quisiera llamar al estrado al doctor Fernando Montero. Fernando ingresó a la sala, bastante nervioso, sabía que por un lado había cierta “traición” hacia su amiga Sofia, ´pero por otro, quería que su ahijado tuviera la posibilidad de conocer a su padre biológico, quien había ignorado durante todos esos años la existencia de su hijo. Además, estaba convencido de que le estaba haciendo un favor a Sofia, dándole este pequeño empujón para que se divorciara de Aidan y regresara con el padre de su hijo, pero, sobre todo con el hombre que realmente amaba. Fernando avanzó hacia el estrado con pasos cautelosos. Su mirada evitó encontrarse con la de Sofía, aunque podía sentir su desconcierto desde donde estaba sentada. Al tomar asiento, el oficial de la corte se acercó para realizar el juramento. _ Doctor Fernando Montero, ¿jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad? Fernando tragó
Hacia un par de días que Edward había despertado de su complicada operación, paulatinamente Fernando fue quitándole los sedantes para que se fuera recuperando. Aun permanecía cierto riesgo para su salud, pero sus ganas de recuperarse y vivir eran muchas, por lo tanto, no cejaba en su lucha por salir adelante. Eleanor, no se había separado de él en ningún momento. Ese hombre podría ser implacable, soberbio y muchas veces, despiadado. Pero con Eleanor siempre había sido distinto y ella lo amaba profundamente, el solo hecho de pensar de que tenía que seguir adelante sin él, agobiaba su alma. El hombre despertó, parpadeó y lo primero que vio en esa mañana fue a su esposa que dormitaba en el sofá de la habitación. Esbozó una débil sonrisa y respiró hondo. _ Eleanor ... _ musitó con esfuerzo _. Eleanor... Ella abrió rápidamente sus ojos y fue hasta él. _ Mi amor, ¿Qué deseas? ¿quieres algo? ¿estas bien? _ le dijo, muy preocupada _. Llamaré al doctor. Él como pudo, le tomó la mano.
Mientras tanto, en el tribunal la tensión era más que palpable; los que alguna vez, habían tenido una relación cordial, ahora estaban enfrentados. Aidan, consideraba a Fernando un traidor por testificar a favor de James. Fernando respiró hondo, manteniendo la compostura mientras observaba a Aidan con determinación. _ Sí, señor O'Neill, estuve presente en una conversación en la que el señor Edward Lee hizo comentarios ofensivos y amenazantes hacia Sofía _ admitió finalmente el médico, aunque sus palabras estaban cargadas de dolor. La jueza Miller, quien había estado observando la interacción con expresión pensativa, interrumpió con voz firme. _ Señor O'Neill, creo que esta línea de interrogatorio ha explorado suficientemente las razones del pasado. Le recuerdo que el foco de este juicio es determinar la relación biológica del menor con el señor Lee Fenton, y no el historial de amenazas. _ su tono era autoritario y dejó en claro que estaba lista para que se avanzara en el caso. Ai
Disimuladamente, Anna siguió a Sofia hasta el baño, sin darle tiempo a Aidan para que hablara con su esposa. Apenas entró al tocador, encontró a la chica con los ojos enrojecidos y totalmente consternada. _ Yo ... yo ... _ musitó Sofia, sin poder hilar las palabras. Anna suspiró y avanzó hacia ella, mirándola con compasión. _ No es necesario que digas nada _ le dijo con firmeza _. Sé que no tendría que estar aquí, hablando contigo. Como abogada de la otra parte, no es ético hacerlo. Pero, en este momento te pido que me veas como una amiga y alguien que quiere ayudar no solo a James sino a ti también. Alguna vez, cometí un gran error que casi me cuesta la felicidad... _ sonrió, tomándole la mano con suavidad _. Si me permites darte un consejo, te voy a decir esto: no dejes que la felicidad siga pasando frente a tus ojos. Si amas a James, detén todo esto y deja que tome el lugar que le corresponde en la vida de Alex. Tú eres la única que puede terminar con esta situación de una ve
Edward tomaba su exquisito café, en su elegante y sofisticada oficina en Singapur, mientras mantenía una conversación mediante una video llamada con su hijo mayor, James. El joven era un prodigio en las finanzas, con su gran sagacidad e inteligencia había logrado llevar a la cúspide al imperio comercial y financiero que poseían. _ Otro negocio que has cerrado de manera exitosa _ le dijo a su hijo _ aunque tardaste bastante en convencerlos. La próxima vez, debes presionar más para no perder tanto tiempo en nimiedades. El joven suspiró hondo. Siempre era lo mismo, hiciera lo que hiciera su padre jamás estaría conforme, le exigiría más. _ Lo siento padre, es que hasta el último minuto lucharon por mantener su empresa_ dijo sonriendo tranquilamente _ entenderás que no debe ser fácil deshacerse de algo que les llevó tanto tiempo construir. _ Tonterías _ protestó Edward sin mostrar emoción _ Nosotros no hacemos caridad, eso se lo dejo a tu madre. Estamos aquí para ganar dinero y para
Sofia Lombardi miraba impacientemente el reloj, se le estaba haciendo tarde para llegar a su trabajo. Ese día debía estar mucho antes puesto que una de sus compañeras no podía ir a trabajar. Se había levantado muy temprano para dejarles todo listo antes de irse, incluso hasta las comidas del día. Buscó su celular y marcó un número. _ Debbie ¡¿Dónde rayos estás?! _ le reclamó a la niñera de su hermano _ ¡Estoy llegando tarde a mi trabajo! La chica estaba a unas cuantas cuadras de allí. Había estado nevando y todo era un real caos. _ En un rato estaré allí Sofia, ¡No te preocupes! Vete tranquila _ le dijo sonriendo _ No le sucederá nada por unos minutos que se quede solo. Sofia puso los ojos en blanco y resopló. No le gustaba dejar a su hermanito solo, ella era muy sobreprotectora con él, pero no le quedaba otra opción, podría pedirle a su mejor amigo Aidan o a la madre de este, Iris para que lo cuidaran un rato pero no quería molestarlos. _Gio, te quedas aquí hasta
Sofia se detuvo un instante para ver a quien había sido víctima de su atropello. _ ¡Oh, lo siento! Lo siento mucho señor _ le dijo mirándolo a James de manera apenada, llevándose las manos a la boca. El joven la miró un segundo, frunció el ceño e inmediatamente trató de incorporarse. Ella al ver el esfuerzo que él estaba haciendo, reaccionó. _Por favor, déjeme ayudarlo _ le dijo presurosa y amable. Estiró su brazo ofreciéndole su mano para ayudarlo a levantarse, pero James visiblemente contrariado la rechazó. _ No necesito su ayuda, puedo levantarme solo. Sería bueno que al momento de andar por la ciudad se comportara como una señorita civilizada y no como una simple campesina, eso ayudaría bastante _ le dijo James de manera arrogante mirándola con furia, sacudiéndose la nieve que tenía en su costoso y elegante abrigo. Sofia apretó los labios, cerró sus puños con tanta furia que sus nudillos se tornaron blancos. Su sangre italiana entró en ebullición en dos segund
Sofia abrió muy grandes sus ojos cuando escuchó al hombre carraspear, lentamente se dio vuelta. Un joven alto y muy guapo la estaba observando. Ella entrecerró los ojos y luego los abrió muy bien clavando su mirada en él y se puso colorada. _ Oh Dios, eres el imbécil _ musitó ella molesta u asombrada.Rosa no podía creer lo que Sofia estaba diciendo, ante el inminente desastre, salió corriendo de allí, necesitaba el trabajo y no lo perdería por la impertinencia de su joven compañera. _ Sofi... vámonos _ balbuceo la mujer haciéndole una leve seña _ ya terminamos... vámonos...Pero la joven mantuvo su postura. James hizo una mueca mirándola de manera soberbia. _ Eso parece. Oh y no te olvides... también soy la momia que apenas respira _ sonrió de manera socarrona _ Quizás ahora puedas tomarte el tiempo y hacer lo que querías hacerme hace un rato ... ¿O ya no tienes agallas?... ¿Qué esperas? ¡Derribame!Ella apretó los labios y arqueó una ceja, mostrando su desagrado, lo miró con de