Era una niña a la que le había faltado el amor de sus padres. Que no tenían por qué ser reemplazados por unas personas que solo había su trabajo, aunque era responsabilidad de sus padres.–Tu madre, Isidora, está bien ahora, pero estuvo a nada de perder la vida – Le informó su padre – Ella, es una sobreviviente. El año pasado enfermó gravemente de las vías respiratorias y todo terminó en una neumonía, pasó 6 meses hospitalizada y después tuvo una larga rehabilitación, pues tuvo que depender de oxígeno un tiempo, pero ¿Por qué no vienes a vernos hija?Homer, no le iba a ocultar nada, porque las cosas estuvieron muy duras para ellos, y en verdad a él en particular le hubiera gustado que ella se hubiera enterado del estado de salud de su madre y aunque sabía que eso no la obligaba a estar con ellos, estaba seguro de que los hubiera ido a visitar desde antes.Sabella, tuvo que taparse su boca con la mano que tenía libre y estuvo a nada de llorar. No podía creer, que por poco se quedaba hu
Sabella y Evan, salieron de la casa de ella y se fueron en el auto de Evan, rumbo a casa de los padres de Sabella, a medida que se acercaban más al lugar, Sabella experimentaba diversas sensaciones, no muy gratas para ella, pues tenía más que nada dudas, de cómo iba a reaccionar estando frente a frente con sus padres. El dolor y el resentimiento, por la vida que pasó al lado de ellos, se seguían sintiendo tan profundo y era algo, que tenía que erradicar de su vida, no era bueno para nada tener ese tipo de sentimientos. Evan, tomó la mano de Sabella, apenas se estacionó afuera de casa de sus padres.–Sabella, sé lo que piensas amiga mía y no te preocupes, todo saldrá bien con tus padres – Le aseguraba su amigo – Ellos, deben estar ansiosos de verte y si quieres, te puedo dar el espacio, para que hables tú sola con ellos.Lo que menos quería, era enfrentarse sola a las personas que le dieron la vida, no era muy prudente que entrara en así en el estado en el que se encontraba, pues todav
Habían pedido todos los días para que su hija se encontrara bien y que no hubiera pasado ningún percance en su vida, sabían que estaba con Oriony y con Heber, pues eran los que la habían cuidado desde siempre.–Muy bien, pues lamento que voy a sonar un poco dura – Advirtió Sabella – Pero, sintiéndolo mucho, ustedes tuvieron la culpa de no saber lo que pasaba en mi vida y no hablo de lo mío con Mateo, habló de mi vida desde que vivía aquí con ustedes y para ustedes, fui menos importante que el mobiliario de la casa, pues a ese si le daban mantenimiento y a mí, no me hacían caso.Sabella, venía desahogar todo lo que la había mantenido resentida con sus padres, porque ya no quería seguir con ese sentimiento que la tenía subyugada al rencor, pues ella tenía un hijo que no tenía por qué saber de lo que había padecido su madre, si llegaba a conocer a sus abuelos, ella debía dejar eso de lado, para poder vivir en paz, sin resentimientos del pasado.–Sabella, lo sentimos tanto – Dijo Homer –
Mateo se encontraba molesto, contrariado e incluso un poco preocupado. No podía creer que, habían pasado algunos días desde que él había mandado a investigar a Evan y los investigadores a los que contrató, no habían encontrado nada turbio en la vida de ese desgraciado, su última carta a jugar, era una cita que tenía con un detective en unos momentos en su casa, él lo iba a poder sacar de dudas, definitivamente. Había dejado a Leia durmiendo plácidamente en la recámara y él bajó a la sala, para esperar la llegada del detective, la cual no tardó nada en producirse, tenía que hallar a como diera lugar, alguna información de Evan, que le pudiera servir, para desenmascararlo, no podía tener una vida intachable, algún error tenía que haber cometido, aunque fuera una cosa minúscula.–Buenas tardes, señor Petropoulos – Saludó el detective – ¿Cómo está?–Buenas tardes, detective – Respondió Mateo – Adelante, por favor. Lo estaba esperando.Le urgía tener esa información en sus manos, tenía la
–Está bien, mi amor – Dijo Mateo – Quiero saber, si tú el día de la boda, en uno de los breves momentos, que no estuviste a mi lado, tuviste algún roce con la hija de Teseo, con Atenea.Leia, no esperaba que Mateo, le preguntara sobre esa niña. Porque jamás había tenido ningún contacto con esa mocosa escandalosa, simplemente se la había aguantado porque Matías, iba a estar solo durante la boda y no quería que los interrumpiera a cada rato, que para el caso había sido igual, el mocoso se había llevado toda la atención de los invitados.–Mateo, no puedo creer que me estés preguntando esto – Leia, estaba a nada de llorar – Para nada, tuve que ver con esa hermosa chiquita, pero ¿A qué viene esa pregunta?Él, no sabía si decirle a Leia o no, el motivo por el que le estaba preguntando eso. Estaba demasiado nervioso porque, no quería decir nada, que fuera a alterar a Leia, pero no podía con la duda y menos ahora, que el detective, al igual que los investigadores, no habían logrado encontrar
Pasaron unos meses, en los cuales Mateo, ya no sabía si creerle o no creerle a Leía, las cosas que decía o que hacía. Estaba terriblemente contrariado y más aún cuando un día que él volvió de ver al pequeño Matías, encontró a Leía aparentemente dormida, pero al estar con ella dentro de la recámara, le dio un olor muy fuerte a alcohol. Mateo se recostó en su cama, pero cuando ese olor se hizo más intenso, tanto así que se le hacía imposible descansar, se levantó de la cama y empezó a buscar el alcohol en el cuarto, pensando que la enfermera lo pudo usar con Leia para algo, pero cuando encontró debajo de la cama unas botellas de vino, no pudo con su coraje y despertó a Leia muy enojado.–Leia, ¿Qué rayos es esto? – Le preguntó Mateo a su esposa, sosteniendo las botellas de vino en sus manos – Las he encontrado debajo de la cama.Él se había sospechado desde hacían días que el comportamiento de su esposa ya no era la de una persona enferma, ya ella no actuaba como si se fuera a romper, c
Mateo, después de escuchar a Teseo decirle aquellas palabras, se sintió fatal. Ahora que sabía el daño que Leia, le había causado a King, por fin empezaron a agolparse los momentos de cuando él le tocó varios temas a Leia, referentes a la pequeña Atenea y ella había reaccionado mal. Mateo pensaba que tal vez él, había ignorado todas las señales que había en Leia, pero no, eso era imposible, pues él creía conocer a Leia, mejor que nadie. –No me digas eso, por favor, amigo – Le pidió Mateo a Teseo – Nuevamente, lamento mucho lo de King, no sé en qué momento Leia, le causó ese daño de tal magnitud, pero ya lo hablaré con ella. Para Mateo, seguía siendo un misterio, pues a ella no se la podía poner en el lugar donde sucedieron los hechos, ella no se encontraba ni siquiera cerca del cachorro, cuando este resultó malherido, se pudo haber caído de alguna parte, porque era lo que evidenciaban sus heridas, pero estaba solo, no había nadie, no había un testigo de lo ocurrido. –No tiene caso q
Mateo, después de la breve plática que sostuvo con su abuela Aria, se sentía peor de lo que se hubiera imaginado. Tenía un dolor de cabeza terrible y por más que quería dormir, no podía hacerlo, tenía muchos pensamientos en su cabeza y uno de ellos y el que más lo atormentaba, era como desde que había conocido a Leia, él se había cegado más por su belleza y se precipitó a tener una relación con ella, sin conocerla demasiado o, mejor dicho, sin conocerla casi nada. Se sentía devastado y muy mal, todo este tiempo había vivido con una venda en los ojos, aunque él, no se imaginaba la magnitud, de los daños que su querida esposa, había cometido durante toda su vida. Mateo, se quedó dormido un rato después y al día siguiente, cuando despertó y estaba decidido a confrontar a Leia, pero la vida tenía otros planes, ya no pudo ir a la habitación que ella estaba ocupando.–Señor Mateo, señor Mateo – Se acercó corriendo a él, una de las empleadas de su casa – Es que lo están buscando, es la poli