El agente de la policía le entregó el documento de la orden de arresto para la señora Leia Petropoulos, donde venía especificado por qué se le tenía que llevar a la delegación, para ser procesada por los delitos que había cometido. Mateo estaba impresionado, no cabía en su cabeza, de todo lo que se le acusaba a su esposa.–Así es señor, ahora no haga más difíciles las cosas y no se inculpe más usted mismo, por albergar en su casa a una delincuente como lo es, Leia Makris – Dijo el otro agente – Le pedimos por favor, que nos lleve con ella o que la haga presentarse ante nosotros.Por supuesto que él iba a entregar a Leia, a las autoridades, puesto que él no había cometido ningún delito y no quería ir a la cárcel, por lo que ya había dicho el agente, pues él no se iba a inculpar por estar protegiendo a una persona que residía en su casa, pues no había tenido conocimiento de las atrocidades que había cometido su ahora esposa.–De acuerdo, denme un momento.Mateo, salió de la oficina que
Todo eso los demás lo sabían, pero de todos modos él no se iba a poder oponer a que los agentes de la policía hicieran su trabajo, porque él o ella tenían que rendir declaraciones por los delitos que se habían cometido, aunque él no tuviera nada que ver, porque no había estado en el momento que se cometieron esos delitos, pero en estos momentos Mateo, era el que llevaba todas las de perder, así se lo hizo saber Teseo.–Lo sé, pero la policía te tomará por culpable, como el primer sospechoso de su huida, hasta que se demuestre lo contrario. Por favor, haz lo que te pidan y yo, te ayudaré, porque en el fondo yo sabía que esto se iba a presentar, pues era lo obvio, era lo que todos hubieran razonado y llegado a la conclusión que sucedería en un porcentaje muy alto, no te estoy juzgando, simplemente había que usar el sentido común.Teseo, no se quería estar en ese momento en zapatos de su amigo, y aunque sabía que tenía todas las de ganar Mateo, era un problema que iba a manchar su buen n
Mateo fue esposado delante de sus empleados, no opuso resistencia como le había indicado Teseo, y sus empleados, nada pudieron hacer para impedirlo, debían dejar que se lo llevaran y muy pronto ellos serían llamados para que pudieran rendir sus declaraciones ante la justicia, mientras el encargado de la mansión, tendría que ponerse en comunicación con el asistente del señor Petropoulos.Alguien tenía que ayudarlo, nunca había cometido ningún acto delictivo, delante de los ojos de todos sus empleados, era una persona muy ejemplar, que nunca había estado envuelto en un tipo de conflictos, y apenas habían conocido a la señora, y de ellas no podían decir nada a su favor, muy al contrario, algunos se habían fijado de los desprecios que ella cometía con algunos miembros del personal.Los empleados no habían querido tener ningún problema con la que sería la dueña de la casa cuando se casara con Mateo, pues ella vendría siendo su jefa inmediata cuando eso sucediera, y ellos ya llevaban muchos
Mateo llegó a la entidad policiaca y para su buena suerte, se dio cuenta de que en la entrada lo estaba esperando Teseo con un hombre, que él pensó de inmediato que sería su abogado. Mateo, sentía su pecho muy agitado y su corazón latir desbocado, por el temor que toda esta penosa situación le estaba generando. Teseo observó cómo pasaban a su amigo esposado dentro de la entidad y después, él entró con el abogado.–Señor Petropoulos, pase por favor conmigo a rendir su declaración – Le indicó otro agente del lugar – En tanto, su abogado va haciendo con los otros agentes, los trámites pertinentes, para otorgarle su libertad bajo fianza.Mateo, estaba agradecido con su amigo Teseo, el haber actuado tan rápido, pues ya estaban haciendo los trámites para una salida pronta de ese lugar, prácticamente eso iba a ser entrada por salida, esperaba no pisar ni siquiera la celda. –Muchas gracias – Dijo Mateo aliviado – Espero, que al menos me puedan retirar las esposas.–Sí, por supuesto.La agen
Sabella se sentía mal de pensar todo lo que estaba pasando con Mateo, pero al mismo tiempo, se sentía aliviada al saber que al menos a estas alturas del día, él ya debería saber con qué clase de mujer estaba casado. Ella se encontraba cuidando a Atenea y a Matías, pues Teseo se había ido a la estación policiaca con el abogado para poder apoyar a Mateo, en la difícil situación que él estaba enfrentando.Ella, se sintió de pronto muy preocupada, por lo que fuera a pasar con los abuelos de Mateo, cuando se enteraran de todo esto que estaba ocurriendo. Ella se encontraba a punto de irse con los pequeños a la clínica veterinaria, para ir a visitar a King y ver si ya lo daban de alta, cuando llegó Evan.–Hola amiga mía, hola mis chiquitos – Saludó Evan – No me digas, que pensaban irse a ver a King, sin mí.Había llegado justo a tiempo, porque a Sabella, se le había olvidado por completo que Evan estaba más que atento a todo lo que pasaba con la mascota, pero lo había hecho con mala intenció
Mateo se sentía demasiado mal, no podía creer las terribles consecuencias que ahora tenía que enfrentar por culpa de su esposa, a quién jamás conoció del todo, pues la persona en la que él, había puesto su confianza, resultaba ser de lo peor, no podía confiar nunca más en ella, porque se había aprovechado descaradamente de su buena persona, le había manejado toda la situación a su antojo, solo dejó ver lo que él quería ver, a una mujer linda y considerada.El resto de ese día, la pasó entre trámites, declaraciones y entrevistas con las personas de la policía, pues era la forma de corroborar que no se estaba contradiciendo en sus declaraciones. Afortunadamente, su amigo Teseo, nunca lo dejó solo y estuvo todo el tiempo a su lado, para darle además de la valiosa ayuda con el abogado que pidió para mi caso, el apoyo moral, el cual para él en esos momentos era de lo más invaluable, tenía todo el apoyo de su amigo, a la persona de la que creyó en nada de lo que le había dicho de su esposa.
Y Leia, no iba a estar mucho tiempo por encima de la ley, muchos de sus enemigos o de las personas que había dañado, iban a salir en ayuda para las autoridades, no todos estaban a favor de lo que había hecho, pues a muchos había afectado en alguna ocasión.–Ya está señor Petropoulos, una patrulla lo llevará a su domicilio – Le informó la agente – Le recuerdo, que usted es sospechoso de encubrimiento de Leia Petropoulos, por los delitos cometidos por ella y por eso, el aparato que lleva puesto, no debe dejar su pie por ninguna manera. Si se lo llega a quitar, perderá su libertad condicional bajo fianza y tendrá que estar detenido aquí, si se aleja demasiado del perímetro de rastreo también, le recuerdo que cualquier irregularidad, es comunicada de inmediato a las autoridades ¿Queda claro?El sospechoso, debía estar consciente de los problemas que tenía que enfrentar en dado caso, que no llevara a cabo las instrucciones de como portar en aparato de rastreo, le habían dado un instructivo
Tenía que aguantar el tiempo que fuera necesario, porque lo que era a Leia, había mucha gente que ella había dañado en cierto grado y muchos ya no se iban a quedar callados, alguien tenía que salir a decir donde se encontraba o si sospechaba de algún lugar donde la podían encontrar, no importa si tenían que levantar todas las piedras del mundo, tenía que salir esa víbora venenosa, para que la pudieran atrapar y no quedaran impunes todos los delitos que había cometido.–No te niego que sí lo estás, es una forma de estar encarcelado, pero en tu propia casa, pero debes de mantener la calma. Poco a poco irán deteniendo a los cómplices de Leia y tal vez alguno de ellos, al verse inmerso en el problema, si saben de algún posible lugar en donde ella se pueda encontrar, no dudarán en delatarla, no todos iban a estar a su favor o estar de acuerdo en sus métodos.El miedo a pisar la cárcel de muchos de los implicados, sería lo que les iba a jugar una mala pasada, no iban a ir solos a la cárcel,