Mateo fue esposado delante de sus empleados, no opuso resistencia como le había indicado Teseo, y sus empleados, nada pudieron hacer para impedirlo, debían dejar que se lo llevaran y muy pronto ellos serían llamados para que pudieran rendir sus declaraciones ante la justicia, mientras el encargado de la mansión, tendría que ponerse en comunicación con el asistente del señor Petropoulos.Alguien tenía que ayudarlo, nunca había cometido ningún acto delictivo, delante de los ojos de todos sus empleados, era una persona muy ejemplar, que nunca había estado envuelto en un tipo de conflictos, y apenas habían conocido a la señora, y de ellas no podían decir nada a su favor, muy al contrario, algunos se habían fijado de los desprecios que ella cometía con algunos miembros del personal.Los empleados no habían querido tener ningún problema con la que sería la dueña de la casa cuando se casara con Mateo, pues ella vendría siendo su jefa inmediata cuando eso sucediera, y ellos ya llevaban muchos
Mateo llegó a la entidad policiaca y para su buena suerte, se dio cuenta de que en la entrada lo estaba esperando Teseo con un hombre, que él pensó de inmediato que sería su abogado. Mateo, sentía su pecho muy agitado y su corazón latir desbocado, por el temor que toda esta penosa situación le estaba generando. Teseo observó cómo pasaban a su amigo esposado dentro de la entidad y después, él entró con el abogado.–Señor Petropoulos, pase por favor conmigo a rendir su declaración – Le indicó otro agente del lugar – En tanto, su abogado va haciendo con los otros agentes, los trámites pertinentes, para otorgarle su libertad bajo fianza.Mateo, estaba agradecido con su amigo Teseo, el haber actuado tan rápido, pues ya estaban haciendo los trámites para una salida pronta de ese lugar, prácticamente eso iba a ser entrada por salida, esperaba no pisar ni siquiera la celda. –Muchas gracias – Dijo Mateo aliviado – Espero, que al menos me puedan retirar las esposas.–Sí, por supuesto.La agen
Sabella se sentía mal de pensar todo lo que estaba pasando con Mateo, pero al mismo tiempo, se sentía aliviada al saber que al menos a estas alturas del día, él ya debería saber con qué clase de mujer estaba casado. Ella se encontraba cuidando a Atenea y a Matías, pues Teseo se había ido a la estación policiaca con el abogado para poder apoyar a Mateo, en la difícil situación que él estaba enfrentando.Ella, se sintió de pronto muy preocupada, por lo que fuera a pasar con los abuelos de Mateo, cuando se enteraran de todo esto que estaba ocurriendo. Ella se encontraba a punto de irse con los pequeños a la clínica veterinaria, para ir a visitar a King y ver si ya lo daban de alta, cuando llegó Evan.–Hola amiga mía, hola mis chiquitos – Saludó Evan – No me digas, que pensaban irse a ver a King, sin mí.Había llegado justo a tiempo, porque a Sabella, se le había olvidado por completo que Evan estaba más que atento a todo lo que pasaba con la mascota, pero lo había hecho con mala intenció
Mateo se sentía demasiado mal, no podía creer las terribles consecuencias que ahora tenía que enfrentar por culpa de su esposa, a quién jamás conoció del todo, pues la persona en la que él, había puesto su confianza, resultaba ser de lo peor, no podía confiar nunca más en ella, porque se había aprovechado descaradamente de su buena persona, le había manejado toda la situación a su antojo, solo dejó ver lo que él quería ver, a una mujer linda y considerada.El resto de ese día, la pasó entre trámites, declaraciones y entrevistas con las personas de la policía, pues era la forma de corroborar que no se estaba contradiciendo en sus declaraciones. Afortunadamente, su amigo Teseo, nunca lo dejó solo y estuvo todo el tiempo a su lado, para darle además de la valiosa ayuda con el abogado que pidió para mi caso, el apoyo moral, el cual para él en esos momentos era de lo más invaluable, tenía todo el apoyo de su amigo, a la persona de la que creyó en nada de lo que le había dicho de su esposa.
Y Leia, no iba a estar mucho tiempo por encima de la ley, muchos de sus enemigos o de las personas que había dañado, iban a salir en ayuda para las autoridades, no todos estaban a favor de lo que había hecho, pues a muchos había afectado en alguna ocasión.–Ya está señor Petropoulos, una patrulla lo llevará a su domicilio – Le informó la agente – Le recuerdo, que usted es sospechoso de encubrimiento de Leia Petropoulos, por los delitos cometidos por ella y por eso, el aparato que lleva puesto, no debe dejar su pie por ninguna manera. Si se lo llega a quitar, perderá su libertad condicional bajo fianza y tendrá que estar detenido aquí, si se aleja demasiado del perímetro de rastreo también, le recuerdo que cualquier irregularidad, es comunicada de inmediato a las autoridades ¿Queda claro?El sospechoso, debía estar consciente de los problemas que tenía que enfrentar en dado caso, que no llevara a cabo las instrucciones de como portar en aparato de rastreo, le habían dado un instructivo
Tenía que aguantar el tiempo que fuera necesario, porque lo que era a Leia, había mucha gente que ella había dañado en cierto grado y muchos ya no se iban a quedar callados, alguien tenía que salir a decir donde se encontraba o si sospechaba de algún lugar donde la podían encontrar, no importa si tenían que levantar todas las piedras del mundo, tenía que salir esa víbora venenosa, para que la pudieran atrapar y no quedaran impunes todos los delitos que había cometido.–No te niego que sí lo estás, es una forma de estar encarcelado, pero en tu propia casa, pero debes de mantener la calma. Poco a poco irán deteniendo a los cómplices de Leia y tal vez alguno de ellos, al verse inmerso en el problema, si saben de algún posible lugar en donde ella se pueda encontrar, no dudarán en delatarla, no todos iban a estar a su favor o estar de acuerdo en sus métodos.El miedo a pisar la cárcel de muchos de los implicados, sería lo que les iba a jugar una mala pasada, no iban a ir solos a la cárcel,
Teseo se sentía un poco impotente, pese a haber conseguido a esa eminencia de abogado, le dolía ver el desánimo de su amigo. Mateo, se veía fatal y decaído y como no iba a estarlo, pues toda la angustia que había vivido desde que los agentes habían llegado a su casa en busca de su esposa, y que lo consideraran sospechoso de encubrimiento y lo que era aún peor, que le hubieran colocado ese artefacto en el tobillo para que no se diera a la fuga él también.Por si fuera poco, estaba preso en su casa y la policía sospechando de él, como era de esperarse en esos casos. Teseo, guardaba dentro de él, la esperanza que Leia iba a cometer un error o se iba a cansar de huir o alguien, la iba a delatar si era vista, pues la policía estaba ofreciendo una recompensa en su captura, un delincuente de esa talla, no podía estar libre, tenían que ponerle un alto a toda la ola de desastres que había dejado a su paso, por nada dejarían que siguiera haciendo daño y maldades.Pero aquí lo más preocupante pa
Teseo, una vez estando con Sabella, se sentía muy desanimado, acabado y triste por haber visto todo lo que estaba sufriendo su amigo Mateo, pero al mismo tiempo más que eso, estaba preocupado por la situación de Leia y de su escape, porque la mujer después de haber estado supuestamente en estado de gravedad, había salido corriendo a esconderse quién sabe dónde, en cuanto se vio descubierta.Nadie tenía ni la menor idea de dónde podía estar esa mujer y lo que era peor, que Teseo estaba angustiado pensando que esa mujer como era tan hábil pudo haberse ido lejos, desde el momento en que escapó, no iba a ser tan tonta para quedarse en Atenas, sabiendo que la ley, ya estaba tras ella, tendría a muchos aliados, pero Teseo, también pensaba que alguien la podía delatar.–Sabella, creo que deberías ir a ver a Mateo – le dijo Teseo – Se ve realmente mal y me duele que caiga en una depresión de la cual no vaya a encontrar una salida. El pobre está como si estuviera muerto en vida, esto lo ha afe