Teseo se sentía un poco impotente, pese a haber conseguido a esa eminencia de abogado, le dolía ver el desánimo de su amigo. Mateo, se veía fatal y decaído y como no iba a estarlo, pues toda la angustia que había vivido desde que los agentes habían llegado a su casa en busca de su esposa, y que lo consideraran sospechoso de encubrimiento y lo que era aún peor, que le hubieran colocado ese artefacto en el tobillo para que no se diera a la fuga él también.Por si fuera poco, estaba preso en su casa y la policía sospechando de él, como era de esperarse en esos casos. Teseo, guardaba dentro de él, la esperanza que Leia iba a cometer un error o se iba a cansar de huir o alguien, la iba a delatar si era vista, pues la policía estaba ofreciendo una recompensa en su captura, un delincuente de esa talla, no podía estar libre, tenían que ponerle un alto a toda la ola de desastres que había dejado a su paso, por nada dejarían que siguiera haciendo daño y maldades.Pero aquí lo más preocupante pa
Teseo, una vez estando con Sabella, se sentía muy desanimado, acabado y triste por haber visto todo lo que estaba sufriendo su amigo Mateo, pero al mismo tiempo más que eso, estaba preocupado por la situación de Leia y de su escape, porque la mujer después de haber estado supuestamente en estado de gravedad, había salido corriendo a esconderse quién sabe dónde, en cuanto se vio descubierta.Nadie tenía ni la menor idea de dónde podía estar esa mujer y lo que era peor, que Teseo estaba angustiado pensando que esa mujer como era tan hábil pudo haberse ido lejos, desde el momento en que escapó, no iba a ser tan tonta para quedarse en Atenas, sabiendo que la ley, ya estaba tras ella, tendría a muchos aliados, pero Teseo, también pensaba que alguien la podía delatar.–Sabella, creo que deberías ir a ver a Mateo – le dijo Teseo – Se ve realmente mal y me duele que caiga en una depresión de la cual no vaya a encontrar una salida. El pobre está como si estuviera muerto en vida, esto lo ha afe
Sabella, quería proteger a toda costa a su pequeño, pero ella misma sabía del alcance de su hijo, así que cuando llegara el momento se le iba a tener que decir toda la verdad, casi con lujo de detalle, porque de lo contrario él, buscaría el modo de saberla, no se detendría para obtener la información, con una mente como la de Matías, no se podía jugar, no se le podía ocultar nada.–Por eso he venido a decírtelo, para que hables con el niño, ya que sabes que él, como mi hija, nos superan en todo y es mejor que lo sepa por ti y que le expliques las cosas, de la manera que creas conveniente, pero que lo tiene que saber es importante, yo también hablaré con Atenea.Entonces a Sabella, le iba a tocar explicarle a su hijo, lo que estaba sucediendo en casa de su padre, lo que había pasado con Leia, y los cambios de planes para las visitas que Mateo, le tenía que hacer, que tendrían que cambiar de horario y de escenario, y que se tendría que adaptar a ello, pues no había otra forma de que ell
Porque Leia Makris, sabía cuáles eran los botones que tenía que oprimir, sabía cuáles eran los puntos a su favor y los supo usar, llevaba años perfeccionando sus manipulaciones y su maldad, y cuando ya lo había obtenido todo, sabía que su último movimiento tendría que ser el estar casada con un miembro muy importante de la alta sociedad, para ya no tener que mover ni un dedo y tener en sus manos lo que pidiera.Y había estado a punto de lograrlo, solo que había cometido un gravísimo error, había subestimado a los dos niños más inteligentes de mundo, pues en su cabeza nunca hubiera pasado a la conclusión que se había llevado por las pruebas que habían facilitado los dos menores a las autoridades, porque nadie sabía lo que esos dos niños preocupados habían planeado con ayuda de Evan, para hacerla caer.Teseo le iba a decir algo más a Sabella, pero fueron interrumpidos por los ladridos de King y de Queen y por las risas de Atenea y de Matías, que venían corriendo a esconderse con sus pad
A los dos niños les gustaba ver a sus mascotas interactuar y ahí se había visto como Queen, había sido la que le había enseñado a King a escarbar la tierra.–Sí, Heber, a Queen le gusta cavar y también a King – Dijo Matías.–Así es mi niño, a ellos les gusta mucho hacer un desastre en el jardín – Dijo Heber y se fue a cambiar de ropa.–Mamita, quiero que papito me venga a leer, ¿Le puedes decir que venga por favor?A Matías, se le había hecho extraño que su papito, no lo hubiera llamado, porque siempre en las mañanas hablaban por videollamada y esta vez no lo había hecho y ya era casi la hora de que viniera a leerle sus historias favoritas y a darle su beso de las buenas noches, él no le había llamado a su padre, para no tener que escuchar o ver a la bruja malvada, porque ella ya no dejaba solo a su papito, y él necesitaba verlo, lo extrañaba todos los días. Sabella, se encontraba en una encrucijada, sabía que a su pequeño hijo le iba a doler, que su padre no fuera a ir a leerle, p
Leia se sentía molesta, de tener que andar huyendo de la justicia, pero al mismo tiempo agradecía que Mateo, hubiera sido tan estúpido como para entretener a la policía, lo que le facilitó su escape. Poco le importó haber golpeado a la enfermera, con tal de lograr su objetivo y ahí estaba, siendo ayudada por uno de sus ex amantes, llegando a Santorini, muy lejos ya de Atenas. Leia estaba feliz porque Shane, había ido en su yate por ella y se sentía muy feliz y emocionada por eso. Ella estaba segura, que no darían con ella, pues ya no se encontraba, ni pensaba nunca en volver a Atenas.–Ahora sí, que te metiste en un problema de mayores dimensiones, Leia – Shane le dijo – Eres la mujer más buscada de Atenas. Por eso te traje esto que te servirá para pasar de incógnito, mientras estamos en Santorini.Mientras toda la policía de Atenas, buscaba a Leia, por todos lados, ella ya no se encontraba en ningún sitio de ahí, había viajado en uno de los mejores yates que se habían fabricado en la
Ella ahora lo comprendía, mejor hubiera pasado como una mujer libre y así tener todo lo que ella hubiera deseado, con solo pedirlo, muchos de sus amantes hubieran dado lo que fuera por tal de conservarla a su lado, pero había cometido una leve equivocación, y ahora estaba huyendo de la justicia como una vil fugitiva.–No pienses tanto, Leia, tenemos tiempo para darnos placer – Shane la miró con lujuria – No pensarás, que solo te he ayudado a escapar de Atenas, por lo que vivimos antes. No Leia, tu cuerpo me pertenecerá siempre, después de todo lo que tuve que hacer por ti, las cosas no son gratis, ya debes saberlo, bonita.Desde que Leia, lo había contactado, se había hecho a la idea que en la vida nada era gratis y que tarde o temprano él le iba a cobrar toda la ayuda que le fuera brindando, estaba acostumbrada a que si pedía un favor o si ella hacía un favor, se iban a cobrar en cualquier momento, entre esa clase de gente se conocían muy bien.–Así quiero que sea, que te pertenezca
Leia se sentía muy feliz y emocionada al entrar a la lujosa casa de la familia de Shane en Santorini. Era una villa preciosa a orillas del mar, que contaba con todas las comodidades. Ella observaba todo con detenimiento y con admiración, pues no pensaba ni por un momento que la familia de Shane, fuera más adinerada que nada. Y ya no pudo disimular por más tiempo su gran asombro. Él notó el interés que Leia manifestó en su casa y la rodeó con sus brazos.–Veo que te gusta el lugar, está dispuesto para que lo disfrutemos los dos, los días que tengamos aquí – Le dijo Shane – Lo que necesites, te lo daré. No sabes, lo mucho que esperaba estar así contigo, de nuevo, te he soñado muchas noches y ahora que te tengo junto a mí de nuevo, no voy a dejar que te vayas de nuevo.Ella estaba encantada por la atención que estaba recibiendo por parte de Shane, de lo que se había perdido, pero esta era su gran oportunidad, Shane, le había caído como anillo al dedo, y ni siquiera había tenido que salir