Sin embargo, al volver a recordar cómo Quincy y el Dragón Negro se besaban en el sofá, Thea se sintió horrible.

Miró a James a su lado.

Estaba decepcionada.

Si su esposo tuviese una fracción del atractivo del Dragón Negro, ¿no sería maravilloso?

“James, aún eres muy joven. ¿De quién aprendiste tus habilidades médicas y de lucha?”. Cynthia apoyó la cabeza en las manos y miró a James con los ojos muy abiertos.

Se sentía tan atraída por James.

James era un dios andante.

Sus habilidades médicas, su forma de luchar... todo era tan atractivo.

James se limitó a sonreír. Solo tenía ojos para Thea.

Thea estaba sentada a su lado. Podía oler la fragancia de su perfume e incluso el aroma de su champú emanando de su cabello.

Ya había estado cerca de ella antes.

Sin embargo, podía sentir cómo su ritmo cardíaco aumentaba, su sangre bombeando más rápido.

Thea lo ignoró.

Se puso a hablar con Cynthia. Con una sonrisa, dijo: “Cynthia, el Dragón Negro le enseñó todo”.

“¿Qué?”.

Cynthia se q