”Thea, transfiéreme los diez mil millones. Lo guardaré por ti y planificaré cómo usar el dinero. Primero compremos una gran villa. Después, quiero viajar por todo el mundo”.

Gladys ya había comenzado a hacer planes sobre cómo usar el dinero.

“No”.

Thea se negó con firmeza.

“Este dinero me pertenece. ¿Por qué debería dejar que te aferres a él?”.

Thea sabía que, si le entregaba los 10 mil millones a Gladys, nunca volvería a verlos.

Hospital Militar.

“¿Qué?”.

Los ojos de Henry se abrieron de golpe.

“¿Hablas en serio, James? ¿Le diste a Thea diez mil millones de dólares y no tendrás nada que ver con ella de ahora en adelante?”.

James respondió impotente: “Thea y yo no somos compatibles. No tengo lugar en su corazón. Le he pagado por completo con los diez mil millones de dólares”.

“El hombre al que ella ama es el Dragón Negro. ¿Por qué no le dices tu identidad? Todavía hay una oportunidad para que ustedes permanezcan juntos”.

James respiró hondo.

Su mente era un desastre.

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