La entrada del auditorio de la universidad estaba a reventar esa mañana. El escándalo de la profesora de taller de la facultad de diseño había trascendido a las demás facultades. Hoy se había citado al consejo estudiantil y a los alumnos de la facultad, pero llegó gente de todas partes pretendiendo entrar a la reunión. Sam miraba desde la esquina del escenario a Octavio, quien estaba organizando todo antes de que llegaran los miembros del consejo. Estaba muy nerviosa. La reunión se grabaría y se transmitiría por los canales de difusión de la universidad. Esperaba que en serio el plan funcionara o si no su fracaso sería estrepitoso. Después de un rato sintió que una mano se posaba en su hombro. Vio a David junto a ella, a quien no le importaba mucho ocultar el contacto. Sam lo vio con angustia y se movió un poco forzándolo a soltarla. —Debemos tener cuidado. No hay que dar pie a que la gente siga imaginando cosas —dijo Sam, David bajó la mirada con tristeza. —Lo sé, tranquila. En
Los días pasaron con relativa tranquilidad. Al principio era difícil para Sam ver a David en su clase, charlar con él y no tener ningún acercamiento, ningún toque, ninguna mirada furtiva. Pero si para Sam era difícil, para David era el infierno. Soñaba con ella, con sus besos, sus abrazos, su cuerpo enredado en el suyo y sus orgasmos. Por Dios, como la extrañaba. Habían intentado más de una vez tener algún acercamiento disimulado, pero siempre aparecía algún curioso que les hacía detenerse. Desde que surgió el escándalo de las fotos, las miradas no dejaban de posarse en ellos. Terminaron dándose por vencidos y empezaron a acostumbrarse a estar juntos en el mismo lugar sin tener contacto físico de ningún tipo. Poco a poco las semanas pasaron y David terminó su proyecto antes de tiempo, con todos los detalles afinados y revisados. Para Sam era un orgullo ver como ese proyecto había cobrado forma. Seguro que tendría la mejor nota del semestre. Entre tanto, alumnos iban y venían. La
Los profesores se quedaron en silencio procurando salir de su asombro, mientras que los alumnos comenzaron a reír y a abuchear ante el despliegue de habilidades físicas que había mostrado Natalia, saltando y literalmente trepando el cuerpo de David para besarlo en frente de todos.Un sorprendido y dolido David se puso serio, sin saber cómo quitarse de encima a la mujer sin hacer un escándalo. Trataba de alejarse, pero ella se aferraba a él como si su vida dependiera de ello, mientras escondía la cara en la curva de su cuello.Octavio los miraba divertido, mientras Sam trataba de esconderse tras el muro de frialdad que solía erigir frente a sus alumnos. Se imaginaba que gran parte de este despliegue de Natalia se debía a tratar de ponerla en evidencia. Pero no pensaba darle el gusto, aunque sintiera como si una puñalada se le clavara en el corazón con el contacto entre ellos.Octavio terminó llamando al orden para poder revelar al mejor proyecto del semestre. Si no, estarían allí qui
Samantha tuvo que tragarse el dolor de ver la forma como Natalia continuaba sobre David, ajustada a él como un grillete que no lo dejaba mover con libertad para ningún lado, mientras todos recogían sus proyectos.Le molestaba y lo peor era que David no parecía ser capaz de quitársela de encima. De cierta forma entendía que lo mejor no era armar más escándalos, pero verla aprovecharse de esa vulnerabilidad no hacía más que enfurecerla. Y tragarse la rabia ya le estaba costando.Octavio instó a los jurados para que fueran al salón de profesores a intercambiar las últimas impresiones de la entrega de proyectos. Él tenía razón en que la calidad era elevada, para Sam era un consuelo que no había desmejorado el desempeño más de lo esperado. Y pensar que Natalia también había tenido que ver con eso no hacía más que exacerbar su ira.Al llegar al salón de profesores, encontraron a Andrea sirviendo cafés e infusiones para los profesores y les tenía listo un pequeño refrigerio. Era costumbre de
Salir de la universidad después de todo lo que pasó no era tan difícil, ya no había casi nadie en los pasillos a excepción del personal de limpieza, sin embargo, Sam y David sabían que había cámaras a lo largo de los corredores y de la entrada, lo mejor sería no salir juntos y no dejar ese tipo de pruebas por ahí.David ayudó a Sam a alistarse. La envió a ella primero para que saliera y buscara un taxi, le pidió que lo hiciera avanzar un par de calles y lo esperara ahí. Él le daría unos cuantos minutos y luego saldría, pero antes le enviaría un mensaje a Álvaro preguntándole como estaban las cosas en el bar.Sam con un sutil beso se despidió y salió del salón, recorrió los pasillos hasta salir del edificio y luego a la calle, se despidió de los vigilantes y se fue a la acera a buscar un taxi. A aquella hora el tráfico era pesado y la mayoría de los taxis iban ocupados. Después de un rato, logró tomar uno e hizo lo que le pidió David, lo esperó un par de calles más abajo.Entre tanto,
A la mañana siguiente, Sam se despertó como de costumbre, antes de que dieran las seis y media de la mañana. Tendría que estar en la universidad a las ocho, para otra jornada de entrega de proyectos. Esa semana terminarían con las entregas y luego tendrían la semana de habilitaciones, a la que Sam estaba obligada a ir, aunque su clase no fuera habilitable. Quien no alcanzara a pasar con la calificación, tendría que hacer todo el proceso de nuevo el siguiente semestre.Al abrir los ojos, vio a David, dormido, aferrado a su cintura. Cada vez que dormían juntos él la sostenía de esa manera, como si temiera que fuese a huir en mitad de la noche. Sam sonrió y con cuidado, para no despertarlo se deslizó de su agarre y le puso una almohada, que dormido ajustó contra su pecho.Sam salió en silencio para alistarse, le dejaría el desayuno listo y se despediría antes de irse, tenían cosas de que hablar y quería volver a verlo el fin de semana.Mientras terminaba de alistar sus cosas, unos pasos
David se llevó su prototipo a la bodega y trabajó en él los días siguientes, mientras hacía parte de los pendientes de la empresa. Con ayuda de su tío Francisco recuperaron el prototipo. Por fortuna, lo más costoso que era el motor no se había dañado y las piezas plásticas al ser modulares se pudieron cambiar sin problemas, aprovecharon también para mandar a hacer otros cinco juegos en distintos colores para donarlas a la fundación. David hubiera querido hacer más, pero con los costos de matrícula de la universidad que tendría que pagar en pocos meses, no le quedaría tanto dinero y tenía la ilusión de llevarse a Sam de vacaciones unos días.En las noches siguió yendo al apartamento de Sam, siempre cuidándose de que no lo siguieran y ocultando su cara tras gorras y gafas oscuras. A ratos se sentía ridículo, pero no tenía mucha opción.Sin embargo, valía la pena. Extrañaba mucho convivir con Sam y sus noches juntos eran solo felicidad. Disfrutaba de aquella mujer increíble, alegre, div
Una larga fila les esperaba en el counter de la aerolínea cuando una parejita de enamorados, se acercó para registrar su equipaje. Quienes los veían imaginaban que podían ser gente de la farándula, porque a pesar del día tan nublado que estaba haciendo, ellos iban cubiertos con gorras y gafas de sol.Pero era algo que David había insistido en hacer para evitar que de pronto algún conocido los viera e imaginara cosas. Al menos las gafas cubrían el color de sus ojos y si surgía alguna fotografía o video nuevo podrían rebatirlo. Y Sam también quiso solidarizarse con el outfit de David, así que hizo acopio de los mismos accesorios, pensando en que los verían más como turistas entusiastas. Pero no creyó que llamarían tanto la atención como lo estaban haciendo.Después de unos incómodos minutos, una amable señorita les atendió recibiéndoles el equipaje, tramitando sus tiquetes y confirmó el check-in que ya habían hecho. Sin disimular, su sonrisa se ensanchaba cada vez que tenía la oportuni