El lunes llegó veloz y con él los miedos de Sam comenzaron a crecer como si estuvieran contendidos en un volcán a punto de hacer erupción. No tenía idea de cómo manejaría las cosas, ni siquiera estaba segura de que no le impedirían la entrada a la universidad y aunque eso le daba miedo, ya se enteraría al llegar, no había otra forma.Mientras se alistaba para salir, algo en su interior la retenía, pero no había posibilidad tampoco de no ir a trabajar. ¿Y si se hacía la enferma? ¿Si solo llamaba y decía que tenía problemas para ir? ¿Tal vez inventar que se murió la abuelita de algún vecino?Empezó a navegar por las distintas excusas, pero era lógico que Octavio no se tragaría esos cuentos y con eso lo único que lograba era retrasar lo inevitable. Así fuera por ir por la liquidación de su trabajo, tendría que ver de nuevo a Octavio y enfrentarlo.Respirando profundo, tomó su bolso, se armó con todo el valor del que fue capaz y salió del edificio rumbo a la universidad, como siempre. El
Sam sintió como una mano la sujetaba del brazo y la metía de un solo jalonazo al salón sin que ella pudiera hacer nada para detenerlo. Aquel grandulón cerró la puerta y arrinconó a Sam contra ella.Sam se quedó sin aire al ver que era David quien la había metido al salón y ahora tenía un brazo a cada lado de su cuerpo, evitando que ella se fuera de su escrutinio.Sam miró con tristeza y luego con molestia a aquellos intensos ojos verdes que le devolvían la mirada. David se veía molesto y sus ojos reflejaban también su rabia contenida. Tuvieron un pequeño duelo de miradas, mientras alguno de los dos se decidía por hablar primero.David se alejó un poco y puso frente a Sam unas fotografías arrugadas que había soltado del corredor.—Samantha. ¿Me quieres explicar que significa esto? —espetó David mientras batía las fotos de Sam y Octavio frente a ella. Sam las quitó de la vista con un manotazo y miró con furia a David.—Te lo explicaré, si primero me dices ¡por qué carajos me dejaste ab
Después de vivir algo tan difícil, David había decidido fortalecer su cuerpo y su alma. Pero por más fuerte que fuera, el trauma no había desaparecido. Era el motivo por el que había dejado a Sam y al aclararlo, las cosas para ella comenzaron a tener sentido.—Lo siento David. Entiendo por qué huiste de mí y por qué tuviste tanto miedo. Superar una situación así no debió ser fácil y te deja marcado para toda la vida. Y entiendo si ahora quieres permanecer al margen. Nunca ha sido mi intención lastimarte ni arrastrarte a alguna situación que te afecte. » Con las fotos que han salido a la luz, estoy hasta el cuello y sé que no tengo salida. Así que creo que lo mejor que puedes hacer, es decir que te forcé a salir conmigo, no tenemos por qué hundirnos los dos.David miró a Sam con el dolor a flor de piel. No podía permitir que ella se hiciera responsable por algo que había surgido entre los dos. Los miedos de David no eran una excusa para zafarse de la responsabilidad. En este caso, él
La entrada del auditorio de la universidad estaba a reventar esa mañana. El escándalo de la profesora de taller de la facultad de diseño había trascendido a las demás facultades. Hoy se había citado al consejo estudiantil y a los alumnos de la facultad, pero llegó gente de todas partes pretendiendo entrar a la reunión. Sam miraba desde la esquina del escenario a Octavio, quien estaba organizando todo antes de que llegaran los miembros del consejo. Estaba muy nerviosa. La reunión se grabaría y se transmitiría por los canales de difusión de la universidad. Esperaba que en serio el plan funcionara o si no su fracaso sería estrepitoso. Después de un rato sintió que una mano se posaba en su hombro. Vio a David junto a ella, a quien no le importaba mucho ocultar el contacto. Sam lo vio con angustia y se movió un poco forzándolo a soltarla. —Debemos tener cuidado. No hay que dar pie a que la gente siga imaginando cosas —dijo Sam, David bajó la mirada con tristeza. —Lo sé, tranquila. En
Los días pasaron con relativa tranquilidad. Al principio era difícil para Sam ver a David en su clase, charlar con él y no tener ningún acercamiento, ningún toque, ninguna mirada furtiva. Pero si para Sam era difícil, para David era el infierno. Soñaba con ella, con sus besos, sus abrazos, su cuerpo enredado en el suyo y sus orgasmos. Por Dios, como la extrañaba. Habían intentado más de una vez tener algún acercamiento disimulado, pero siempre aparecía algún curioso que les hacía detenerse. Desde que surgió el escándalo de las fotos, las miradas no dejaban de posarse en ellos. Terminaron dándose por vencidos y empezaron a acostumbrarse a estar juntos en el mismo lugar sin tener contacto físico de ningún tipo. Poco a poco las semanas pasaron y David terminó su proyecto antes de tiempo, con todos los detalles afinados y revisados. Para Sam era un orgullo ver como ese proyecto había cobrado forma. Seguro que tendría la mejor nota del semestre. Entre tanto, alumnos iban y venían. La
Los profesores se quedaron en silencio procurando salir de su asombro, mientras que los alumnos comenzaron a reír y a abuchear ante el despliegue de habilidades físicas que había mostrado Natalia, saltando y literalmente trepando el cuerpo de David para besarlo en frente de todos.Un sorprendido y dolido David se puso serio, sin saber cómo quitarse de encima a la mujer sin hacer un escándalo. Trataba de alejarse, pero ella se aferraba a él como si su vida dependiera de ello, mientras escondía la cara en la curva de su cuello.Octavio los miraba divertido, mientras Sam trataba de esconderse tras el muro de frialdad que solía erigir frente a sus alumnos. Se imaginaba que gran parte de este despliegue de Natalia se debía a tratar de ponerla en evidencia. Pero no pensaba darle el gusto, aunque sintiera como si una puñalada se le clavara en el corazón con el contacto entre ellos.Octavio terminó llamando al orden para poder revelar al mejor proyecto del semestre. Si no, estarían allí qui
Samantha tuvo que tragarse el dolor de ver la forma como Natalia continuaba sobre David, ajustada a él como un grillete que no lo dejaba mover con libertad para ningún lado, mientras todos recogían sus proyectos.Le molestaba y lo peor era que David no parecía ser capaz de quitársela de encima. De cierta forma entendía que lo mejor no era armar más escándalos, pero verla aprovecharse de esa vulnerabilidad no hacía más que enfurecerla. Y tragarse la rabia ya le estaba costando.Octavio instó a los jurados para que fueran al salón de profesores a intercambiar las últimas impresiones de la entrega de proyectos. Él tenía razón en que la calidad era elevada, para Sam era un consuelo que no había desmejorado el desempeño más de lo esperado. Y pensar que Natalia también había tenido que ver con eso no hacía más que exacerbar su ira.Al llegar al salón de profesores, encontraron a Andrea sirviendo cafés e infusiones para los profesores y les tenía listo un pequeño refrigerio. Era costumbre de
Salir de la universidad después de todo lo que pasó no era tan difícil, ya no había casi nadie en los pasillos a excepción del personal de limpieza, sin embargo, Sam y David sabían que había cámaras a lo largo de los corredores y de la entrada, lo mejor sería no salir juntos y no dejar ese tipo de pruebas por ahí.David ayudó a Sam a alistarse. La envió a ella primero para que saliera y buscara un taxi, le pidió que lo hiciera avanzar un par de calles y lo esperara ahí. Él le daría unos cuantos minutos y luego saldría, pero antes le enviaría un mensaje a Álvaro preguntándole como estaban las cosas en el bar.Sam con un sutil beso se despidió y salió del salón, recorrió los pasillos hasta salir del edificio y luego a la calle, se despidió de los vigilantes y se fue a la acera a buscar un taxi. A aquella hora el tráfico era pesado y la mayoría de los taxis iban ocupados. Después de un rato, logró tomar uno e hizo lo que le pidió David, lo esperó un par de calles más abajo.Entre tanto,