Inicio / Romance / El Cisne Blanco - Sobre el Lago / CAPÍTULO 3 –FECHA DE BODA + 4
CAPÍTULO 3 –FECHA DE BODA + 4

  • Creo que deberíamos esperar a tus padres para anunciar nuestro compromiso – comenzaba mientras desayunábamos los dos solos, ya que sus padres habían salido a hacer un pequeño recorrido por los alrededores – además tenemos que elegir la fecha de la boda.
  • ¿qué día habías pensado? – Pregunté, para luego dar un sorbo a mi café
  • El 5 de septiembre. – respondió, haciendo que lo mirase sin comprender, no entendía por qué había elegido aquella fecha.
  • Aún queda casi un año. – me percaté, mientras él sonreía con calma.
  • Lo sé, pero así tendremos tiempo para prepararlo todo bien, quiero que sea un día inolvidable. – aclaraba, bastante ilusionado con la boda, eso me encantaba.
  • ¿por qué ese día? – Pregunté, mientras él sonreía hacia mí, parecía que era eso lo que quería que preguntase.
  • Fue el día en el que te conocí. – aseguró, mientras yo negaba con la cabeza.
  • No lo recuerdo, pensé que era…
  • Entré en tu club ese día, tenía un chivatazo para pillar a un tipo que estaba pasando drogas al local.
  • Fue el día en el que hablaste con Douglas. - reconocí, admirando como él asentía
  • Hice un trato con él, y me dijo que me entregaría el nombre del narcotraficante al final de la noche, siempre y cuando yo no le cerrase el local, me prometió que no volvería a vender droga, y como sabes él cumplió su promesa y yo también.
  • No recuerdo que nos encontrásemos esa noche.
  • Así que me quedé allí, entre la muchedumbre, esperando al final de la noche, admirando como una a una las chicas salían al escenario a bailar.
  • ¿te acuerdas de eso?
  • ¿cómo no podría acordarme? Me tiraste la copa después de tu número.
  • ¿eras tú? – Pregunté intentando recordar la cara del hombre al que le tiré la copa cuando corría hacia la barra, pues había dejado mi teléfono justo allí, y estaba esperando una llamada urgente de Tommy. Su rostro apareció en mi mente en ese momento. Recordaba a aquel tipo con el que me había tropezado, a aquel al que apenas presté atención pero que me había parecido bastante mono. - en esa época aún salía con Tommy.
  • Lo sé, por eso apenas me acercaba.
  • Ni si quiera después de que lo dejara te acercaste.
  • Ni siquiera me planteaba tener algo contigo. Tan sólo te observaba desde la distancia, nada más. Aún no me atrevía a hacer nada más. Todo cambió después de aquel día, el día en que el que me llamaste por teléfono, el día en el que Tommy mató a esas personas.

CAPÍTULO 4 – DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS.

El día de acción de gracias había llegado, todos estábamos allí, brindando con el vino, acompañado de nuestra familia, mientras nos sonreíamos los unos a los otros.

David hizo una pequeña aclaración, haciendo que todos mirásemos hacia él, al escuchar como golpeaba un tenedor sobre su copa.

  • En primer lugar, quería daros a todas las gracias por venir este año, es nuestro primer año aquí, el primer año en que toda la familia está junta. Y… - miró hacia mí, haciendo que me levantase, pues sabía que era lo que él quería comunicarles a todos. Caminé hacia él y le cogí de la mano mientras sonreía hacia los demás.
  • Queríamos daros una noticia. - comencé
  • No me digas más – empezó mi padre, con los calores, mientras se abanicaba con la mano, temiendo lo peor - ¡estás embarazada!
  • No, no es eso, al menos no de momento – respondía mi futuro marido sonriendo hacia mí, dándome una pequeña pista de que querías tener hijos conmigo, en el futuro.
  • ¡Vamos a casarnos! – celebré, mientras los presentes lo celebraban a su manera. Algunos parecían felices y se habían levantado de sus sillas para abrazarnos y darnos la enhorabuena. Otros seguían removiéndose en su asiento sin saber muy bien que decir ante aquello.
  • Es una gran noticia, hija – comenzaba mi madre mientras me abrazaba.
  • Enhorabuena, pareja – comenzaba mi hermana hacia Dave – os lo merecéis.
  • Al fin – aclamaba Antonio – ya era hora.
  • Bienvenida a la familia – exclamaba mi suegro, mientras mi suegra, mi padre, mi abuela y mi hermano permanecían sentados.

Pero aquello no nos afectó, estábamos demasiado felices como para que nada pudiese nublar aquel día.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP