CAPÍTULO 20 – EN CASA
Había vuelto a casa, todo parecía en calma, en las últimas semanas apenas comí y hablé demasiado con mi familia, pero en la tercera semana acepté salir con mis hermanos a bailar, en parte lo necesitaba, necesitaba salir de aquellas cuatro pareces y despejarme, necesitaba olvidarme de él.
CAPÍTULO 22 – CHARLIEEstaba en su casa, habíamos conducido durante toda la noche hasta llegar allí.No sabía muy bien que era lo que se proponía. Aun así, le seguí la corriente, porque quería ver que era lo que se proponía.Esperé paciente, hasta que el timbre sonó y el corrió a abrir la puerta, apenas habíamos hablado en todo el trayecto, y tampoco estando allí en su casa.¿qué es eso que corre tanta prisa? – Preguntaba la mujer entrando en la casa, descubriéndome a mí sentada en el sofá del salón.Rachel, ella es Isabel – aclaró, como si presentarme a su mujer fuese a solucionar algo.Entiendo – comenzó la mujer, como si supiese algo que yo no.- pensé que sólo bromeabas.¿te parecía que
Era ser una vez, en un lago junto a un verde prado, un hermoso cisne blanco se vislumbraba.Solía ir a nadar a aquel bonito lugar, pues tenía unas vistas fabulosas.Cada día este hermoso pájaro nadaba alegremente sobre las aguas, siempre distante, siempre orgulloso, siempre tranquilo.Levantó las alas para que el resto de aves vislumbraran su hermoso plumaje. Todos lo admiraban maravillados, pensando en lo perfecto que este era, pues aparentemente no parecía tener ningún defecto. Pero como la mayoría de veces suele pasar, las apariencias engañan.Esta bella ave, tenía un misterioso secreto que ocultar:Cada 28 días, con el resplandor de la luna perfecta, este triste cisne, se convertía en humano. Siendo aquel su triste secreto, permanecer huma
CAPÍTULO 2 – UNA TERRIBLE NOTICIA.Tras abandonar el escenario, corrí hacia el despacho de mi jefe. Entré sin llamar, algo inusual en mí, haciendo que Doug me mirase sin comprender.Douglas McGregor era un hombre corpulento, tenía bello en casi todos los lugares que estaban visibles y en los que no, la barba le llegaba hasta el cuello, y parecía orgulloso de ello, tenía el cabello rubio y canoso, ojos azules. Su voz era grabe y potente.Él está aquí – comencé, mientras dejaba de prestar atención a las facturas del mes y me miraba perplejo, sin saber a lo que me estaba refiriendo – el policía – insistí nerviosa, haciendo que mi jefe se levantase con rapidez y tirase la silla hacia atrás.Maldito McFarrel – Refunfuñaba, mientras se dirigía hacia la puerta, invitándome a que le si
CAPÍTULO 4 – HUÍDA.Corría por las oscuras calles de Nueva York, con las ropas manchadas de sangre, desesperada, sin tener lugar a donde ir, temía volver a casa, temía que Tommy estuviese esperándome allí, sabía que lo haría, que era la única testigo de aquellos asesinatos y que él me mataría en cuanto tuviese oportunidad.Temblaba de arriba abajo, estaba bastante alterada y apenas podía pensar con claridad, aun así, me calmé lo suficiente como para saber que debía cambiar mi aspecto a como diese lugar.Me metí en una tienda 24 horas, y compré un colorante para mi cabello, para luego meterme en el baño de una gasolinera y cambiar mi color de pelo, sabía que no era lo ideal, pero tener un color más oscuro que mi color de pelo me ayudaría a pasar desapercibida. Además, también
CAPÍTULO 6 – VUELTA A CASA.Lo habíamos logrado, estábamos en la puerta de mi casa, con la misma ropa del día anterior, sin tan siquiera haberme acicalado un poco, pero no tenía ropa, y no quería pasar demasiado tiempo junto a aquel tipo, me daba miedo estar cerca de un hombre al que apenas conocía. Además, él era la ley, y por regla general siempre solía huir de tipos como él.Me giré hacia él, tan pronto como caí en la cuenta de ello, pues mi familia lo mataría a tiros si se enteraba de quien era él.Hay una cosa que tienes que saber antes de que llamemos – comencé, mientras él volvía la vista hacia mí y me miraba sin comprender – mi familia odia a los policías. Así si quieres que esto funcione intenta no mencionar a que te dedicas.¿tu familia tiene pr
CAPÍTULO 8 – BAILANDO.La tarde pasó tranquilamente, parecía que él y mi familia habían hecho buenas migas.Creo que, llegados a este punto de la historia, debería presentaros a mi familia: Por una parte estaba mi padre, era de carácter orgulloso pero humilde, creo que compartíamos ese mismo carácter y por eso chocábamos tanto. Era un hombre corpulento, de pelo canoso, bigote poblado, ojos saltones y bastante apuesto.En segundo lugar, estaba mi madre, ella era muy guapa también, de complexión normal, con el cabello castaño claro, al igual que el mío. Y su carácter era amable y bondadoso.Por otra parte, estaban mis hermanos, Carlos y María. Carlos era el mayor de los hermanos, era demasiado prepotente, aunque no era malo, pero era un poco engreído, y siempre tenía a miles de mujeres a su alrededor, y nunca r
CAPÍTULO 10 – LA SENSUALIDAD DE LOS BAILES LATINOS.Me encontraba en el porche, junto a mi abuela, ambas terminábamos de pelar las habas para el almuerzo, mientras los chicos jugaban al futbol en el jardín.María, mi hermana mayor, caminó hacia nosotras, justo después de haber alimentado a su pequeño bebé, Omar, parecía dispuesta a entablar conversación conmigo, podía notarlo, quería descubrir muchas más cosas sobre David.Isabel – me llamó, como sospechaba. - Carlos y yo, vamos a ir al club de Antonio – mi cuñado – esta noche. - me quedé esperando que continuará, pero en ese momento los chicos celebraban un nuevo gol y sus palabras quedaron ahogadas.Ese novio tuyo es todo un fichaje – aclaró mi abuela – tiene un don para darle a la pelota.¿Vendrá
CAPÍTULO 11 – A FLOR DE PIEL.Llegamos a casa media hora después, subimos las escaleras con dificultad, pues él estaba bastante borracho y no dejaba de hacer bromas por todo, mientras yo sonreía divertida. Yo tenía bastante aguante al alcohol, así que no estaba tan borracha como él.La razón era obvia, nos habíamos parado de camino a casa, en un bar a tomar unos tragos.Siseé para que bajase la voz, cuando habíamos llegado al pasillo que conducía a mi habitación, mientras él bromeaba sobre ello y se tocaba la mano siseando, sacándome una sonrisa.Me apoyó sobre la puerta de mi habitación y se echó sobre mí mientras seguía bromeando sobre el siseo, haciéndome reír de nuevo. Agarré el pomo de la puerta y lo giré, para luego abrir la habitación y caminar de espald