CAPÍTULO 8 – BAILANDO.
La tarde pasó tranquilamente, parecía que él y mi familia habían hecho buenas migas.
Creo que, llegados a este punto de la historia, debería presentaros a mi familia: Por una parte estaba mi padre, era de carácter orgulloso pero humilde, creo que compartíamos ese mismo carácter y por eso chocábamos tanto. Era un hombre corpulento, de pelo canoso, bigote poblado, ojos saltones y bastante apuesto.
En segundo lugar, estaba mi madre, ella era muy guapa también, de complexión normal, con el cabello castaño claro, al igual que el mío. Y su carácter era amable y bondadoso.
Por otra parte, estaban mis hermanos, Carlos y María. Carlos era el mayor de los hermanos, era demasiado prepotente, aunque no era malo, pero era un poco engreído, y siempre tenía a miles de mujeres a su alrededor, y nunca r
CAPÍTULO 10 – LA SENSUALIDAD DE LOS BAILES LATINOS.Me encontraba en el porche, junto a mi abuela, ambas terminábamos de pelar las habas para el almuerzo, mientras los chicos jugaban al futbol en el jardín.María, mi hermana mayor, caminó hacia nosotras, justo después de haber alimentado a su pequeño bebé, Omar, parecía dispuesta a entablar conversación conmigo, podía notarlo, quería descubrir muchas más cosas sobre David.Isabel – me llamó, como sospechaba. - Carlos y yo, vamos a ir al club de Antonio – mi cuñado – esta noche. - me quedé esperando que continuará, pero en ese momento los chicos celebraban un nuevo gol y sus palabras quedaron ahogadas.Ese novio tuyo es todo un fichaje – aclaró mi abuela – tiene un don para darle a la pelota.¿Vendrá
CAPÍTULO 11 – A FLOR DE PIEL.Llegamos a casa media hora después, subimos las escaleras con dificultad, pues él estaba bastante borracho y no dejaba de hacer bromas por todo, mientras yo sonreía divertida. Yo tenía bastante aguante al alcohol, así que no estaba tan borracha como él.La razón era obvia, nos habíamos parado de camino a casa, en un bar a tomar unos tragos.Siseé para que bajase la voz, cuando habíamos llegado al pasillo que conducía a mi habitación, mientras él bromeaba sobre ello y se tocaba la mano siseando, sacándome una sonrisa.Me apoyó sobre la puerta de mi habitación y se echó sobre mí mientras seguía bromeando sobre el siseo, haciéndome reír de nuevo. Agarré el pomo de la puerta y lo giré, para luego abrir la habitación y caminar de espald
CAPÍTULO 12 – UN GILIPOLLAS.Llevaba despierta bastante tiempo, a espaldas de él, que no había vuelto a dirigirme la palabra desde anoche, desde aquella misteriosa llamada.Me sentía como una imbécil al haber permitido que me besara, había esperado mucho más después de aquello, pero me sentía como una completa estúpida en aquel momento.Se levantó de la cama, sin tan siquiera saludarme, quizás pensara que aún dormía, pues no podía verme la cara. Y se metió en el cuarto de baño, supuse que iba a darse una ducha, como todas las mañanas.Su teléfono comenzó a sonar de nuevo, haciendo que mirase hacia la pantalla con curiosidad, él número que aparecía no parecía estar guardado en la agenda, supuse que serían noticias de comisaría, sobre Tommy, así que
CAPÍTULO 14 – SECRETOSCuando desperté, a la mañana siguiente, y miré a mi lado, él no estaba allí, no comprendía donde podía estar.Me puse el camisón y la bata de casa y bajé a buscarle, apenas eran 8 de la mañana, pero era demasiado temprano para que alguien estuviese despierto aquel día, pues era fin de semana.Lo encontré en el jardín, hablaba por teléfono con alguien, parecía bastante cabreado, tenía puesto el pantalón, pero no tenía camiseta, y eso lo hacía parecer mucho más sexy.Caminé hacia él, calmada, totalmente predispuesta, estaba feliz de haberme acostado con él y ya no tenía miedo de enamorarme, tan sólo sabía una cosa, estar con él me hacía muy feliz.Voy a preparar un poco de café &
CAPÍTULO 15 – LO QUE TU CORAZÓN ESCONDE.Caminaba por la calle, hacia mi casa, aún estaba bastante afectada por lo que había pasado, y no podía evitarlo, mis lágrimas seguían cayendo emborronando todo el maquillaje. Me sentía realmente estúpida por haber confiado en él. Debí haberme alejado de él, él no era el tipo de tío en el que me habría fijado, era demasiado bueno como para esperar que pudiese hacerme daño, por eso no me fiaba de los tipos como él, porque eran demasiado impredecibles.Había dado varios rodeos, pero ya no tenía más ganas de caminar, así que entré en mi casa, era toda una suerte que fuese sábado pues no había nada en casa, todos estaban fuera aprovechando la mañana.Subí a mi habitación, tan sólo quería acostarme, quer&i
CAPÍTULO 17 – EL BAILEMe sentía realmente bonita con aquel vestido. Llevaba un vestido blanco con florecitas bordadas, y el cabello recogido hacia un lado formando una trenza, encima de esta, había una bonita flor dorada decorando el pelo.Salí al escenario, junto al resto de las muchachas que teníamos que representar aquel baile, y dimos una tenue reverencia hacia nuestra pareja, descubriendo ante mí a David, tragué saliva, aquello no era lo que necesitaba para nada, pero no podía defraudar a mi abuela, así que me agarré a él, como era preciso, y nosotros y el resto de parejas comenzamos a bailar aquella hermosa melodía, era una especie de tango español, precioso, le había cogido gran cariño a aquella canción.Me cogió de la cintura y bailó suavemente aquel siseo de guitarra, mientras movía los pies r&aacut
CAPÍTULO 18 – INSULTOSEstaba en el hospital, con los ojos aun cerrados, mientras percibía como todos negaban con la cabeza, parecían estar discutiendo sobre David. Él policía que se había atrevido a entrar en su casa.Es toda una suerte que no hayas aceptado ser su esposa – admitía mi abuela, haciendo que todos los que aún no sabían nada, mirasen hacia ella – no podría haber soportado que te casases con un policía.Abuela…Él muy idiota pretendía que le dejásemos entrar a verte… después de habernos engañado. - refunfuñaba mi padre.Me levanté de la cama, con dificultad, pues aún me dolía bastante la herida que tenía en la pierna, me había dado de lleno en el muslo inferior. Pero era una herida superficial que no parecía habe
CAPÍTULO 20 – EN CASAHabía vuelto a casa, todo parecía en calma, en las últimas semanas apenas comí y hablé demasiado con mi familia, pero en la tercera semana acepté salir con mis hermanos a bailar, en parte lo necesitaba, necesitaba salir de aquellas cuatro pareces y despejarme, necesitaba olvidarme de él.¿quieres bailar? – me preguntó Juan, tras largo rato observándome en el club. Asentí despacio, mientras agarraba su mano y me dejaba llevar por la música y por él - ¿las cosas no fueron bien con el poli?No quiero hablar de ello – le rogué, mientras levantaba los brazos para entrelazarlos en su cuello.Es un estúpido al dejarte escapar así. - espetaba, mientras miraba hacia él y sonreía, sabía que sólo estaba intentando animarme, pero hablar de él