-Eso huele bien- Vincet entró a la cocina después de salir de su oficina encontrando a Alicia cocinando la cena.Después de un día relativamente tranquilo, donde Alicia después de despertarse casi a las tres de la tarde y que apenas recordaba que había pasado durante toda la mañana se había sentado a hacer las traducciones de los contratos. Vincet había llamado a Juliana y le había preguntado si era normal que los recuerdos quedaran casi olvidados sobre todo lo que había ocurrido y esta había comentado que sí, era como un sistema de defensa del mismo cuerpo y que era mejor no forzarla, que siguiera los consejos que le había dado antes de irse y que la vigilara.Después de eso simplemente la había seguido con la mirada, aunque Alicia lo había agarrado en varios momentos y hasta había sacado un puchero que a él le habría encantado besar sino fuera porque ella estaba más centrada en su trabajo en la nueva computadora que en él. Como que se estaba arrepintiendo de habérsela comprado, le p
A lo largo de su trabajo como psiquiatra Juliana había visto muchos tipos de personas y casi todos podía leerlas y hasta saber en que estaban pensando. Tenía una habilidad incluso para querer controlarlas si quería. Por eso era tan buena en su trabajo. Solo había un número muy pequeño que no podía leer, entre ellos su expareja… y el hombre sentado del otro lado de la mesa. A esa altura de la noche y después de una cena Juliana podía decir que este hombre era mucho más interesante de lo que podía imaginar. La primera imagen que le había dado, quitando aquella pasional en medio de la discoteca, era que era un hombre prepotente, seguro de sí mismo para lograr lo que quería a cualquier costo, inmaduro e insistente… pero después de esta cena su opinión había cambiado bastante. Lukas hablaba naturalmente por lo que no mentía y por la forma en que respondía las preguntas había mostrado ser alguien, si, seguro de sí mismo sobre todo porque sus capacidades así lo permitían, inteligente, persp
Juliana miró al hombre sentado en el borde de la cama que parecía muy centrado en el celular hasta que la sintió. Ella se acercó a él secándose el cabello con una toalla y envuelta en una de las batas de felpa que ofrecía el mismo hotel, no tenía mucha más ropa.-No… piensas en irte- le preguntó ella al notar que él parecía estar bastante cómodo ahí.Lukas se quedó un poco pensativo.-Estaba analizando que quizás el obsesivo de tu ex pueda venir aquí y encontrarte- dijo alzando los hombros con despreocupación.-Lo dudo- dijo ella- Cómo lo…- entonces fue que cayó- No tienes intenciones de irte- alzó una ceja.Lukas sonrió.-Tan habilidosa como siempre- dijo él soltándose los primeros botones de la camisa.Juliana con un ligero sonrojo se levantó para de nuevo ir al baño y secarse el cabello con el secador cuando su cintura fue rodeada desde atrás por Lukas que la hizo caer en su regazo. Los labios de él pronto besaron su nuca.-Sé que tenemos un acuerdo, pero ambos estamos aquí, en un
Alicia se había dado cuenta de una cosa. Vincet era un hombre mucho más empalagoso de lo que parecía. En su primer encuentro y también las semanas que había vivido con él había mostrado una personalidad fría y hasta cierto punto evitaba el contacto en exceso con las personas, sin embargo, la cosa cambiaba cuando la relación también cambiaba.Ahora era alguien que le gustaba demasiado el contacto físico con ella. Y cuando decía demasiado, era demasiado, por muy sutil que fuera y con la excusa que fuera.Desde tocarle la mano, poner su mano sobre su muslo cuando se sentaba al lado de ella, acariciar su nuca mientras conversaban, abrazarla por detrás cada vez que la sorprendía donde le besaba el cuello, dormir abrazado a ella, cualquier momento. Y no es que le molestase, es que se estaba acostumbrada y al menos él entendía su lenguaje corporal y se medía para no incomodarla.Y es que Alicia podía notar su frustración sexual. Ya había notado que él se levantaba antes que ella con una erec
-Alicia, cámbiate de ropa, vamos a salir- le dijo Vincet un rato más tarde bajando la escalera y habiéndose quitando el traje para ponerse un pantalón negro ajustado y una camisa azul oscuro que arremangaba a mitad de brazo y con los primeros botones abiertos dejando a la vista la cadena dorada que bailaba sobre su pecho.Alicia que se había quedado toda la tarde inmensa en la laptop que él le había regalado y en la traducción de lo que le quedaba de los contratos inclinó la cabeza.-¿A dónde vamos?Él sonrió.-Es una sorpresa, te va a gustar.Alicia, intuyó por la hora donde ya estaba anocheciendo que comerían afuera, lo que no podía imaginar donde. Él no había insistido en lo que comerían en la cena, ni tampoco en pedir. Bueno… dejaría que la sorprendiera y guardando bien todo fue a su habitación.En eso abrió la puerta y se asomó ya que después de haberse quitado parte de la ropa quedándose en la interior se dio cuenta que al no tener referencia de a dónde iban no sabía que ponerse
Vincet había notado que Alicia estaba en silencio, como perdida en sus pensamientos. Camina a su lado con sus manos tomadas y dedos entrelazados y la mirada perdida en el movimiento de la marea brillante cerca de ellos, sin prestarle atención a él. No la forzaría, sentía que era importante lo que ella le iba a decir y esperaba ansioso por ello, después de todo ella había mostrado bastante avance con las terapias con la doctora.-¿Te gusta?- le preguntó él rompiendo el hielo entre ellos.Alicia se sobresaltó saliendo de sus pensamientos y giró su rostro hacia él Ceo. Sus mejillas se sonrojaron notablemente y Vincet alzó una ceja aún más interesado en lo que ella tenía por decir.-Este lugar es realmente tranquilo. Se dice que si una pareja pasea por estas arenas cuando la marea brilla tiene asegurado años de felicidad y estabilidad-Ante eso Alicia soltó un leve bufido.-No me imagino a usted creyendo esas leyendas urbanas--Por qué no- él alzó los hombros con despreocupación- Soy un h
Alicia tenía el rostro escondido en la curva del cuello de Vincet mientras sus brazos envolvían este y sus piernas apretaban la cintura del Ceo. Las manos de este estaban peligrosamente aguantando su peso en sus muslos, pero casi llegando a sus nalgas donde seguro querrían estar. Sus pechos unidos tenían sus latidos sincronizados palpitando tan fuertes que ambos podían escucharlos.Desde el momento en que ella le había dicho que quería tener sexo con él todo había ocurrido muy rápido, tanto que no recordaba cuando él la había cargado al interior del auto, manejado hasta el apartamento con su mano sobre su muslo, como si temiera que ella pudiera escapar en ese momento. Era como si realmente quisiera acostarse con ella en ese momento. Alicia había notado incluso el bulto en sus pantalones dándole a entender la erección que allí se escondía y que le había hecho tragar en seco recordando su tamaño. Seguramente dolería, pero después… se sentiría bien.Una vez que había llegado y estacionad
Alicia cubría su boca casi mordiendo su mano en un intento de aplacar los gemidos que salían de esta. Su cuerpo entero doblado hacia adelante temblaba sin poder detener las sensaciones que la recorrían, provocadas por la cabeza del hombre entre sus piernas y que devotaba su sexo con un hambre que la aturdía.Podía sentir como la lengua de Vincet recorría todo su sexo lamiendo su clítoris hinchado y palpitante para después chuparlo entre sus labios con fuerza haciendo que cada fibra de su cuerpo saltara por la excitación, a la vez los dedos largos y gruesos del Ceo hurgaba en su entrada estrecha, palpando las paredes sensibles, estirándolas para que la penetración fuera lo menos dolorosa posible. Liquido espeso y caliente corría por sus dedos saliendo del pequeño agujero donde Vincet querría enterrarse por completo.Estaba seguro que perdería el control de sí mismo cuando lo probara con su miembro, las paredes apretadas de seguro se sentirían deliciosas alrededor de él, apretándolo y b