Dolía… dolía mucho.Solo podía pensar en eso y nada más. El dolor se extendía desde su hombro y se extendía por el resto de su cuerpo dejándolo sin aliento. No podía moverse, se sentía tan débil. Solo quería cerrar los ojos y…-Resiste Vincet. No me dejes- una voz familiar.En medio de su nebulosa, había una chica junto a él, lloraba, lloraba mucho. Tenía manchas de sangre en sus mejillas, sus manos también estaban llenas de sangre, y su mirada… estaba enfocada en él.-Ali… cia- el nombre de ella salió casi en un gemido lastimero que lo hizo agonizar de olor.-Estoy aquí Vincet- la chica, que tenía la cabeza del Ceo sobre sus muslos, mientras se movían rápidamente en dirección al hospital, temblaba sin consuelo.Juliana miraba desde el asiento delantero preocupada por el estado del hombre, mientras Lukas se enfocaba en no chocar. La vida de Vincet estaba en peligro. El disparo había sorprendido a todos y la bala había atravesado el hombro de Vincet rompiendo vasos importantes. No pare
Sus ojos se fueron abriendo poco a poco. Había dolor, por suerte, no tan fuerte como antes. El techo sobre él no lo reconoció al inicio, era incómodamente blanco. ¿Dónde estaba?Sus recuerdos estaban desordenados y confundidos.Vincet hizo un gruñido de incomodidad e intentó levantarse para darse cuenta que apenas podía, el dolor en su brazo lo hizo gemir. Miró a un lado y encontró donde estaban los sueros que alimentaban su cuerpo con las agujas en su brazo. La sábana de color azul particular, y aunque aquella fuera una habitación VIP no había dudas que aquello era un hospital.Ah, ya recordaba. Lo habían baleado. Maldición, cuántos días habían pasado.En eso escuchó un sonido del otro lado y miró girando su cabeza haciendo crujir sus vértebras, pero en vez de prestarle atención a esa incomodidad, ver el rostro de Alicia que se iba despertando fue un alivio enorme para él.La chica estaba sentada en una silla a su lado y había recostado sus brazos y cabeza en el borde, se notaba incó
Alicia ayudó a Vincet a caminar hacia el baño él pasando su brazo por sobre los hombros de ella. Aunque la herida de bala no era tan severa y en el brazo había perdido bastante sangre y sentía algunos mareos. Aun así él intentaba no recostar todo su peso sobre ella, después de todo Alicia era mucho más pequeña y delgada que él.Tras llegar allí lo ayudó a sentarse en el murito de la ducha y lo sintió soltar un largo suspiro.-¿Te duele?- Alicia preguntó preocupada pues el rostro de él estaba un poco pálida.Vincet estiró la mano y le acarició la cadera tirando de ella hacia él y recostó su cabeza contra el vientre plano de ella.-Te lo dije, estoy bien. Soy mucho más resistente de lo que parece- le dio un beso sobre la zona y alzó la cabeza enlazando la mirada con la de ella.La vio asentir, pero la preocupación aún estaba en su rostro, unido con un sonrojo marcado y tierno que a él le encantaba.-¿Te bañaras conmigo?- le preguntó pero en su tono le decía que quería que lo hiciera.-V
-Vincet, se supone que tengo que bañarte- Alicia le dijo con una mueca en su rostro.Mientras en el rostro de él había una gran sonrisa.-Y estás haciendo eso y muy bien.-Entonces porqué tus manos no dejan mis muslos y mi trasero detrás.El Ceo se relamió los labios.-Porque me tienes caliente y yo te tengo húmeda, así sin más.Aquellas palabras pusieron más roja a Alicia de lo que estaba. Llevaba rato limpiando el cuerpo del hombre con cuidado de no mojar su herida y si, había hecho bien su trabajo, todo su torso, espalda, hasta muslos y piernas. Pero ya limpiar las partes íntimas de él… era demasiada vergüenza y Vincet lo había hecho por él mismo riéndose de lo avergonzada que estaba.Era como si disfrutara sacar esa parte de ella. Ahora ella terminaba de peinar el cabello húmedo de él con los dedos y sus manos masculinas casi amasaban las nalgas de ella. Eso, para ese momento, lo tenía completamente duro. Le había costado un poco debido al tiempo en cama y pérdida de sangre, pero
Había que ser realmente valiente para llamar desde la entrada a las 12 de la noche cuando él había tenido uno de los días más agitados de su vida. Vincet Regal chasqueó la lengua y restregó su rostro en la almohada. El sonido del teléfono de la entrada al edificio no paraba de insistir y eso era solo señal que quien fuera que estuviera abajo no se iría.-Maldición- murmuró aún sin abrir los ojos y agarró su celular que lo tenía anclado al teléfono.Lentamente alzó sus párpados mirando el número para confirmar que fuera ese y descolgó en altavoz.-Más vale que sea algo urgente porque no estoy de humor- después de casi 72 horas sin dormir debido a un viaje de trabajo y más de tres contratos cerrados lo menos que deseaba era que alguien perturbara su tranquilidad.-Perdón señor Regal, pero dos mujeres lo están buscando aquí abajo. Una de ellas insiste en que es una buena amiga de usted, pero su nombre no está dentro de los contactos que usted ha dejado aquí abajo- respondió el custodio d
Vincet se apretaba el entrecejo buscando la mayor paciencia que pudiera haber en su ser. Su cabeza martilleaba poniéndolo de más mal humor del que estaba antes y para colmo tenía que soportar toda aquella situación.-En serio Liliana, tiene mucho descaro que después de 20 años vengas a pedirme en la cara que cuide a tu hija así sin más. Acaso ella no es mayor de edad- el hombre no podía creer lo que ella le había pedido antes.La chica sentada al lado de su madre aún tenía la cabeza gacha y en ningún momento había dejado ver claramente su rostro, su cuerpo se notaba tenso y nervioso. Vincet chasqueó la lengua ante la reacción de ella totalmente diferente a la que estaba acostumbrado y más por la forma en que estaba vestido. Normalmente las mujeres solían comérselo con los ojos como por ejemplo ahora mismo la madre de ella.-Por favor Vincet no seas tan trágico. Solo son 20 años- Liliana le quitaba interés al asunto como si aquello fuera lo más natural.-¿Trágico?- él soltó un bufido d
Definitivamente el hombre era mucho más intimidante en la vida real que en la foto. Los ojos de él parecían que podrían atravesarla por la intensidad que la mirada y ella solo podría apretar las manos en su regazo.¿Qué madre loca dejaba a una joven en casa de un tipo que no había visto en 20 años por muy ex que fuera?Pues la suya.Muchas veces había pensado que su madre tenía más de un tornillo suelo, no ella como todo el tiempo Liliana le decía. Sin embargo, con el paso de los años se había dado cuenta que no había una sola cosa que hiciera su madre en vano. Quitando todo aquello, Alicia prefirió estar en aquel penhouse con un total desconocido que en su casa con su madre y su padrastro.Vincet al ver que ella no respondía frunció el ceño y la soltó. Se dejó caer de nuevo en el butacón y recostó su rostro en su mano, sin dejarla de enfocar. Tenía un sueño brutal, pero era lo suficientemente adulto para saber que no podía dejarla dormir sin decirle al menos algunas cosas.La recorri
Vincet se encontró en medio de una encrucijada. Desayunar de aquella forma, con la comida caliente, casera y con un olor delicioso, hacía mucho tiempo que no lo hacía. Estaba más habituado a los desayunos de hotel o solo de café en la mañana por lo que la sensación fue gratificante. No era un hombre tan fácil de sorprender, pero en este momento…Como cuando la frase un hombre se conquista por el estómago se hacía válida.Razón por la que se enfocó más en comer que hablar con la chica, hasta que notó que ella…-¿Por qué no comes?- le pregunté él tomando un sorbo de café.-¿Puedo?- la pregunta de ella lo desconcertó.-¿Por qué no podrías?- frunció el entrecejo- Si está servido es por una razón.-Gracias- el agradecimiento por parte de ella lo alteró aún más.-¿Qué? Acaso tu casa era como el servicio militar en donde tienes que pedir permiso hasta para ir al baño- se burló él con el comentario que no tenía ningún trasfondo. No se esperó que ella no respondiera, más bien, los hombros de e