Alicia había notado que Vincet estaba un poco raro después de volver del hospital. Entendía que él estuviese agotado por lo que después de comer algo simplemente se había acostado en la cama y dormido hasta el otro día sin su habitual coquetería. Pero lo extraño es que se había despertado en la mañana incluso antes que ella y tampoco había sido así.

-Buenos días- ella se sentó en la cama restregándose los ojos.

No recibió respuesta aun cuando el hombre estaba en el cuarto con ella, poniéndoses la camisa con dificultad dado el estado de su brazo y dándole la espalda. Solo cuando mencionó su nombre nuevamente fue que él reaccionó y la miró por encima del hombro.

-¿Está todo bien?- ella conocía esa expresión. La ponía cunado algo se apoderaba totalmente de su pensamiento y lo preocupaba.

Sin decir mucho ella se levantó y caminó hacia él, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura y abrazándolo. Lo escuchó suspirar, sin embargo, no le respondió el abrazo. Alicia no le iba a reclamar,