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En la entrada del edificio una vez bajó, Kate se percató que la calle estaba desierta, con aquella tormenta era normal que ningún taxi estuviera funcionando. Maldijo. Solo quedaba una opción. Era una vampira después de todo y una de sangre pura que se había alimentado muy bien la noche anterior. Se creía con fuerza para intentar eso.

Así que salió y concentrándose comenzó a correr para llegar a la esquina… y saltar. Con ágiles movimientos y entre corriendo y saltando iba de techo en techo. Lo mejor de la situación es que nadie estaba afuera para el chisme o estarla mirando. Así que un tramo que hacía en

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