Kate salió detrás de Nicolae del auto, que se alejó para estacionarse, y lo siguió hacia dentro de una estancia similar una construcción antigua y bastante deteriorada. El espacio destinado para la sección de foto con el concepto de las ruinas para un mejor impacto de los colores. A Kate le gustó la idea y se emocionó con lo que podía crear basado en aquello.
Y estaba tan inmersa en su alrededor e ideas que no notó que el Ceo se había detenido y chocó con su espalda.
-Duele- se sobó la nariz adolorida y se acomodó rápido las gafas. Notó que Nicolae la miraba por encima de su hombro - Lo siento- levantó sus manos en son de paz. Demonios con este hombre, que le pasaba.
Estar tan cerca de él le daba constancia de lo alto que era y de lo ancha y fuerte que era su espalda. Había un ligero olor proveniente del humano que picó en su nariz. Olía rico, quizás demasiado haciendo que su boca se hiciera agua y sus colmillos picaran.
-Señor Niles- alguien se acercó corriendo a él con una cámara en las manos- Bienvenido, wao veo que no vino solo-
-Hola Ric- este lo saludó estrechando la mano y señaló a la joven detrás de él - Es la diseñadora encargado del proyecto, Kate. Quería que viera el proceso para que no cometiera errores en la realización-
-Tan exigente como siempre- el hombre se enfocó en Kate y le sonrió- Soy Ric, el fotógrafo a cargo. Encantado- le extendió la mano.
Kate le devolvió el saludo cortésmente.
-Bueno, no puedo quedarme mucho tiempo, tenemos mucho trabajo y estamos corto de tiempo, pero llegó en el momento indicado, quería comentarlo algo… en privado- el fotógrafo le pidió y Nicolae asintió.
El Ceo miró de reojo a Kate.
-Quédate quieta y espérame aquí. No vayas a causar problemas- Nicolae le hizo algunas señas y se alejó junto al fotógrafo.
-Cualquiera que lo oyera pensaría que soy un problema andante- Kate chasqueó la lengua indignada- Quédate quieta. No causes problemas- imitó su tono y le sacó la lengua.
Después se recordó que era el hombre que le pagaba… igual era un antisocial, de seguro la soltería era su mejor amigo.
-Vamos a hacerle caso al jefecito no vaya a ser que se transforme en el lobo feroz y me castigue otra noche, como si me pagara horas extras- dijo con los dientes apretados, como que el hombre ya no lo veía tan guapo como antes
Buscó un lugar donde quedarse bajo la sombra, el sol ya picaba sobre su piel con lo sensible que estaba y lo último que faltaba era que tuviera quemaduras. La sangre que tomaba no era suficiente para que se regenerara rápido. Al final se refugió debajo de un balcón
Y era mito eso de que los vampiros se curaban así de la nada. Si podía tener un disparo, le podían abrir el estómago y sacarle las vísceras. No moriría, pero al menos necesitaría todo un día para que las heridas se curaran. Y las heridas del sol quizás necesitarían un poquito más.
Esa era una de a razones por la que los vampiros tenían antiguamente Esclavos de Sangre, que el título no les hacía gala. No solo su néctar era más dulce y más delicioso que cualquier otra cosa. Su aumentaba dependiendo de la calidad del humano. Esperaba que al menos su Esclavo fuera decente, porque le solucionaría muchos problemas.
Y casi una hora, su jefecito no había vuelto. ¿Se había olvidado de ella? Mejor, no lo tenía a él y a su perro fiel detrás de su culo vigilando cada uno de sus movimientos. Aunque si le miraban el trasero con otras intenciones como que no le molestaría. Se notaba que a cualquiera de los dos hombres se le podía sacar provecho en la cama.
Dejó que su espalda se recostara contra la pared detrás de ella, agotada y con sueño. Llevó su mano a su garganta. Esta comenzaba a doler. Tenía sed. Se maldijo, nunca tuvo un apatito tan grande. Eso era peligroso, sobre todo con tanta gente alrededor. Talvez tendría que romper las órdenes de su jefe y volver antes.
Estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando alguien gritó «CUIDADO» a su lado. Un grupo de rollos de fondos y otros materiales pesados del equipo de fotografía se precipitó encima de ella.
Los ojos de Kate solo se abrieron para que la oscuridad la consumiera seguido de dolor. Vaya día estaba teniendo.
***
-Atrápenla-
-No la dejen escapar-
Humanos. Despreciables. Malagradecidos. Los odio, yo no les hice nada, muéranse todos. Desaparezcan, desaparezcan, desaparezcan AHHHHHHHHHH
***
-Oye- una voz a los lejos- Oye, despierta de una m*****a vez- aquella voz perturbó su pesadilla.
Kate abrió sus ojos de golpe para tener solo oscuridad sobre ella y un peso sobre su cuerpo. Su cuerpo sudaba y su respiración era agitada. Otra vez sus sueños lo volvían a atacar. Ojalá estos… fueran realmente sueños.
Quería reírse de su pasado. Ser una vampira joven no era una bendición como todos creían.
El peso sobre ella se removió y le hizo frunció ligeramente el ceño. Estaba adolorida y casi siendo aplastada. Fue entonces que lo sintió. Un olor tan dulce y delicioso que su cuerpo entero tembló y pudo sentir como sus ojos cambiaban bajo los gruesos cristales de sus grandes espejuelos. La punta de sus dedos picó y sus uñas se extendieron ligeramente.
M****a. Su aspecto de vampira estaba saliendo sin su consentimiento. Pero no lo podía evitar. Ese olor. Sangre, era sangre, pura y deliciosa que le hizo estar más consciente de lo hambrienta que estaba.
Oyó en la densa nebulosa el chasquido de la lengua de quien estuviera sobre ella que intentó alejarse. Kate gruñó en su garganta y rodeó la espalda de aquella persona con sus brazos y lo apretó hacia ella inmovilizándolo. Sus piernas se apretaron la cadera de él entre sus muslos y pudo sentir cada parte del cuerpo duro contra su cuerpo de una forma muy íntima y hasta caliente. Pero más importante que eso… su nariz en su cuello posesivamente.
-¿Qué carajo?- gruñó él.
Mío. Resonó en la mente de Kate que ni lo escuchó.
Allí, la vena palpitaba frenéticamente. Ella pudo ser consciente de toda la sangre que recorría a aquel cuerpo grande y pesado. Los colmillos dentro de su boca perforaron las encías inferiores. Estaba tan ansiosa, tan sedienta.
Abrió su boca con intenciones de enterrar sus colmillos hasta la base en aquella piel y beber hasta que su garganta no doliera más y perderse en la locura del placer, cuando...
-Ceoooo-
-¿Ceo, están bien? ¿Nos oyen?-
-Rápido, sáquenlos de allí-
Las voces en el exterior hicieron que Kate reaccionara. Si, recordaba que varias cosas cayeron sobre su cuerpo, aunque no había tanto daño. Alguien la había salvado y era quien sangraba sobre ella.
Se estremeció y esta vez no fue por el olor de la sangre.
Si lo que decían aquellas personas era cierto, entonces ese individuo salvador que tenía ahora encima de ella era… el bloque de hielo de su jefe.
Kate se congeló y cerró la boca sin poder retraer sus colmillos. El olor a sangre era demasiado fuerte y su garganta seca solo pedía ser humedecida por este néctar delicioso. Pero aun así fue consciente de la situación, sobre todo porque no salía de la impresión de que su jefe la hubiera salvado. No se veía ese tipo de hombres.Ahora venía el otro problema. Dado el impacto de los hechos estaba más lúcida, sabiendo que, si la descubrían en ese momento, como vampira que era quizás lo que le había pasado años antes se repitiera.Se asustó y apretó al hombre más fuerte contra ella, pudiendo sentir aún más su cuerpo. Si no fuera por el estrés y el lugar, pues quitarle la ropa allí mismo no sería un problema metiéndole la corbata en la boca.Pronto las cosas sobre ellos fueron apartadas poco a poco haciendo que la luz golpeara el rostro de Kate que lo escondió en el pecho de Nicolae. El calor se extendió por su piel casi como si la quemara. Gimió de dolor. Era como si todo el efecto de la s
Nicolae abrió lentamente sus ojos encontrándose con la el techo blanco y difuso del hospital. El olor a desinfectante hizo que frunciera la nariz. Su cabeza palpitaba, pero no era tanto como se imaginaba.-Ceo- la voz de Domic a su lado hizo que girara la cabeza- Qué bueno que está bien- el secretario no mostró realmente emoción en su rostro, pero parte de su trabajo era parecer frío y sin huecos para ser atacado.-¿Qué pasó?- su mente estaba algo confusa.Recordaba que había vuelto a las ruinas donde se realizaba la sección de foto y no haber encontrado a la chica que había ido con ellos en el lugar que le había dicho. Solo cuando Domic había preguntado, le habían dicho que estaba tranquila un poco más allá, donde la sombra daba alivio. Al menos le había hecho caso que no hacer un espectáculo o alejarse mucho. Le gustaban las personas sumisas y que acataran órdenes.Pero no se esperó que esa precisa chica, sumida en sus pensamientos se viera cubierta con un bulto de cosas que se prec
Kate no solo asistía a ese lugar por lo que podía resolver en las noches. La razón principal era que ese joven de ahí que no parecía de más de 24 años era el dueño de todo aquello y escondía muy bien sus 540 años. Era un vampiro al igual que Kate. Quizás no tan igual.Kate, era una vampira pura, no había sido convertida como aquel chico. Sus padres eran vampiros reales, por lo que ella había vivido una buena vida en sus primeros años, antes de que todo se volviera una locura y fueran asesinados delante de sus ojos, cuando el alba estaba levantando y ellos estaban en su momento más vulnerable.
Nicolae entró por la puerta de aquella discoteca por segunda vez en su vida. Nunca pensó que lo volvería a hacer. Solo había asistido una sola vez porque se la habían recomendado y se arrepentía en un 50%.¿Por qué en un 50%?Porque le habían desgraciado su vida, ahora con la marca en su cuello que lo condenaba por toda su existencia si es que era que duraba mucho. Sino encontraba a la responsable de todo aquello precisamente su existencia no duraría mucho. Sin embargo… no podía negar que, por otro lado, había tenido el mejor sexo de su vida por no mencionar el orgasmo. Nunca se había quedado inconsciente tras uno, y esa vez ni siquiera recordaba en qué posición había terminado. Todo se había vuelto negro tras la avasalladora ola de sensaciones orgásmicas.Ahora estaba ahí. Buscando a esa misma persona. Había dicho que acabaría con ella. La dejaría en el sol para que se tostara y lo librera de aquel grillete. Porque no era imbécil. Sabía que lo que lo había mordido era una jodida vamp
Nicolae gruñó y encaró a Mary. No le había gustado para nada esa respuesta. Él no le rogaba a nadie. Mary por su parte le sonrió y siguió limpiando los vasos en el mismo lugar como si no hubieran hablado lo anterior.La música comenzó a disminuir al igual que la euforia rato después. La chica de la tarima se bajó y caminó jadeando hacia la barra deteniéndose al lado de Nicolae. Su rostro estaba completamente sudado, pero tenía una sonrisa de lado a lado.Mary le puso un vaso
Kat entró en el lujoso auto detrás de Nicolae. Ese tipo olía a riqueza y estilo por cada poro de su cuerpo.La vampira sonreía bien divertida mientras su cabeza maquinaba todas las cosas que podía hacer por aquella noche con aquel hombre. De seguro podría cargarla y pegarla a la pared mientras la penetraba con todo lo que tenía. Kat no era muy pesada y fácil de sostener, pero sus ¨parejas¨ nocturnas era muy poco creativas en la cama y terminaban aburriéndola.Giró la cabeza y miró de arriba abajo al hombre que estaba sentado detrás del volante. Con las luces de la calle era aún más fácil apreciar los detalles de él que en el bar, aunque su mente estaba confusa y no grababa los detalles dado el nivel de ebriedad que tenía.Una O se formó en sus labios y entrecerró los ojos con interés. El tipo estaba bueno por cada centímetro de él. Sobre todo, su rostro. Era alguien bien masculino y hasta cierto punto hermoso. Guapo y sexy eran las palabras perfectas para él.Movió su mano de su regaz
Kat alzó una ceja y sonrió divertida.-De todos los tipos que pude haberme encontrado hoy me acabo dar cuenta que lo hice con el mayor imbécil de toda la discoteca y que al parecer me va a mantener bien entretenida esta noche- se separó de Nicolae hasta el otro extremo del elevador. Se giró y recostó en la baranda de la caja de cristal movible con vista al jardín del hotel- Ves este- se señaló por encima del hombro después de sacar más su trasero- Te puedo asegurar que no necesita de ti para ser feliz bebé. Así que no tientes mi paciencia y sé bien creativo, prometo compensarte-Nicolae apretó los dientes ante la provocación y se movió muy rápido agarrando el cuello de la chica. La giró de vuelta hacía él dejando la espalda delgada contra la pared de cristal. Los dedos no presionaban con fuerza, más bien, era una forma de demostrarle quien mandaba. Pero ante la cercanía de ambos cuerpos la tensión sexual entre ellos aumentó al punto que jadearon ligeramente.Kat sonrió coqueta. Y a p
Después de una ducha caliente Kat estaba más caliente que la misma agua. Tenía un tipazo dentro de la habitación y de seguro que lo pasaría de lo mejor, en todos los sentidos. Con ese entusiasmo sacó los dedos de su interior después de aflojarse lo suficiente para no hacerse daño después de un tiempo sin sexo, y sabiendo que era muy posible que le dieran como si no hubiera un mañana, y salió de la ducha secándose rápido. Estaba ansiosa a pesar de que intentaba controlar su cuerpo y no saltar encima de su presa.Salió del baño dejando que el lubricante se escurriera por su muslo junto con su propia humedad, sabía lo excitante que podía ser esa vista de sus muslos húmedos. Se acercó al hombre moviendo de forma sexy sus caderas o lo que pensaba que era sexy. Realmente sus piernas estaban un poco inestables por la borrachera y parecía más un movimiento medio torpe.-Panquecito vamos a ponernos en acción- se acercó rodeando la dura cintura de él con sus brazos- la noche no eterna- y estoy