Kate estaba sumida en la oscuridad o eso creía ella. De que estaba ya consciente era un hecho, pero entonces por qué, aunque tuviera los ojos abiertos no podía ver nada. Intentó mover sus manos para encontrarlas retenida.Tembló.Tembló impotente.Estaba amarrada otra vez. Recuerdos fugaces de su pasado volvieron a ella y quiso gritar, pero se encontró que tampoco pudo. Algo estaba en su boca presionando su lengua hacia atrás solo dejando salir sonidos lastimeros.Se sacudió. La superficie bajo ella era suave pero aun así no impidió que fuera presa del pánico. Así había iniciado su tortura cuando había sido capturada y había terminado empalada y siendo quemada prácticamente viva. Todavía podía recordar la sensación de su piel siendo devorada por las brasas de fuego. Un dolor que aun, después de muchísimos años la hacía tener pesadillas.Sus lágrimas mojaron la venda oscura que cubría sus ojos y los sollozos retumbaban en su garganta. Era una imagen reproblable, pero a Kate no le impor
Pero Nicolae no se inmutó y bufó por lo bajo.-Pareces una cachorra a comparación de ella- frunció los labios- Te aconsejo que guardes tus colmillos vampira, eso no funcionará conmigo-Fue entonces que reaccionó Kate. De algo si estaba segura a pesar de todo lo que había dicho Nicolae. Su jefe era un humano o sino el enlace entre ellos no se hubiera creado. Pero, de que supiera cosas como los Esclavo de sangre y que no se asombrara de que él fuera una vampira…-Conoces a alguien igual que yo- fue una afirmación.-Ese no es tu asunto- le interrumpió Nicolae.Kate chasqueó la lengua. Este tipo era imposible. Fue entonces que recordó lo que le había hecho.-Bueno, quizás ese no sea mi asunto, pero estoy bastante intrigada en saber cómo reaccionó tu cuerpo tras haberme casi hecho mi garganta un espagueti- esta vez fue ella la que bufó.Nicolae se enderezó y su expresión se volvió aún más dura. No le respondió. No podía decirle que, en cuanto había cerrado los ojos, un dolor inmenso lo hab
Ruega por ellaRuega por ellaRuega por ellaLas palabras de Nicolae hicieron eco dentro de la cabeza de Kate una y otra vez. ¿Rogar por qué, por sangre? Acaso ese hombre estaba loco.Si ni siquiera en su peor momento lo había hecho, al menos no a un humano. Eso estaba contra toda la ética de ser vampiro. Ya era bastante con que se hiciera pasar por una humana para que además perdiera la poca esencia de su verdadero ser.Kate quería reír, pero en cambio transformó su rostro en una mueca de angustia y puso ojos llorosos. Un sonrojo apareció en sus mejillas y batió sus pestañas.-Por favor jefecito- uso una voz de súplica.Vio la emoción empezar a formarse en el rostro de Nicolae, incluso el borde de sus labios comenzaba a alzarse en una sonrisa triunfal, el tipo era un total sádico como mínimo, pero Kate sabía cómo lidiar con tipos como él.-Por favor- dijo con más sentimientos- Lo necesito, realmente lo necesito… que te metas un palo por el culo y despiertes de tu burbuja de una buena
Tres días despuésEl sonido de los papeles siendo tirados al suelo estremeció al hombre parado del otro lado del escritorio.-¿Esta es la calidad que pago en esta empresa?- gruñó Nicolae con voz grave aunque su rostro se mostró impasible.Domic tragó. Desde aquel suceso su jefe estaba tan irritable que ya no sabía quién daba más miedo, o la persona en su casa o él. Incluso, el día anterior, Nicolae le había dado una mala respuesta a esa persona en uno de sus ataques después de que Kate se había ido, y si Domic no hubiera interferido quizás su jefe no estaría en ese momento ahí sentado.Su pareja era hermosa, delicada, con un cuerpo delgado y caliente que adoraba llenar y llevarla a la locura. Lo deslumbró desde el primer día con su forma de ser, melosa, coqueta, cariñosa, posesiva, muy posesiva. Pero no todo es color de rosa. Esa persona definitivamente lo amaba a él, se lo demostraba con cada acto, aun cuando lo castigaba en la cama de forma violenta, él podía soportarlo y hasta le g
Nicolae chasqueó la lengua y cargó a la vampira cerrando la puerta con una patada. Había notado que la piel de ella comenzaba a quemarse y quedar grisácea con la presencia de la luz del sol. Ahora entendía el por qué estaba cubierta.Tomando más paciencia que la que debía y cerrando sus ojos ante la debilidad y el dolor que también atravesaba su cuerpo, síntoma que a ambos le faltaba poco, el humano tomó una decisión.Entró al cuarto, donde lo esperaba una pequeña cama donde la mayor parte a ocupaba un inmenso peluche que tiró hacia el suelo y se sentó con Kate en su regazo. Sacó su celular y le mandó un mensaje a Domic que volviera que no lo necesitaría por un tiempo y sabía bien a donde iría directo. Su pareja esta mañana lo había llamado y le había montado un buen espectáculo que no le dejaba tiempo libre a Domic. Nada nuevo.-Esto solo lo haré por mis propios intereses- se dijo hacia sí mismo- Maldita vampira, esta te la cobraré en grande- pero el brillo de sus ojos no era precisa
Domic cerró la puerta de su casa tras volver al recibir la orden de retirarse. Era extraño volver a esa hora, y sobre todo de día, la agenda de su jefe era bastante… espesa. Dejó las llaves sobre la pequeña mesa del lobby y caminó hacia la sala soltándose la corbata. Se preguntó si su pareja había salido o estaba durmiendo todavía. No le había llamado que tenía algo de tiempo libre, por si estaba durmiendo. No quería molestarla.Dejó la chaqueta sobre el sofá, seguido de la corbata. La camisa la desabotonó, pero antes de retirarla unos brazos delgados rodearon su estrecha cintura y una cabeza se restregó en su espalda.-Es tan bueno despertar y sentir tu olor como si fuera el primer café del día- una voz soñolienta invadió la sala.Una leve sonrisa se proyectó en los labios de Domic, que puso sus manos sobre las más pequeñas que se habían colado por entre su camisa y acariciaban los relieves de su marcado abdomen-¿Te desperté?- agarró una y la llevó a sus labios besando los delicados
Kate se removió en la cama, soñolienta. No tenía ganas de levantarse a pesar de que se sentía realmente bien, quizás mejor que bien, hacía tiempo que su cuerpo no estaba tan ligero. Una sonrisa tonta se dibujaba en sus labios rosados y rellenos y se rascaba la panza llena de forma satisfactoria.Había tenido un sueño algo raro, pero bastante placentero y demasiado realista, por cierto. Solo no le había gustado mucho que el protagonista de su sueño le daba ganas de patearle el culo, pero al menos lo compensaba con otras cosas. Como, por ejemplo, la forma en que se había movido contra su cuerpo, específicamente entre sus piernas, contra su cadera, podía darle un 12 de 10, aquella bestia si sabía cómo complacer a alguien, su buen cuerpo, un cabello ligeramente rojizo, un rostro… a la mierda, no recordaba el rostro, como que ya era una costumbre algo problemática. Pero que importaba era un sueño, no era como si ese hombre se fuera a materializar. Una lástima.Y Panquecito.Un bufido salió
Nicolae dijo unas palabras por su teléfono en un idioma que la vampira no pudo entender y colgó. Se giró completamente con su torso desnudo como si fuera el hombre más buenote del planeta, no era que no lo fuera, pero bueno, ese era otro asunto.-Ya que despertaste, siéntate, tenemos que hablar- Nicolae le indicó como si la casa fuera de él.No pasó desapercibido por la vampira, aun en su aturdimiento, que los ojos del humano recorrieron su cuerpo de arriba abajo sobre todo enfocándose en los muslos blancos casi descubiertos por completo y en lo que se escondía entre ellos y que ahora apenas estaba cubierto dada su posición.Al momento ella cerró las piernas y las bajó frunciendo el ceño. Un ligero sonrojo amenazó con cubrir sus mejillas. No estaba muerta, al menos los celulares no estaban en el infierno ¿o sí? No sabía si alegrarse o llorar.-¿Qué haces en mi casa Nicolae? Recuerdo haber querido morir tranquilamente-El hombre alzó una ceja y le dio la espalda para dejarse caer despu