Al abrirlo, impecable y majestuosamente se encontraba el Corazón de Astra sobre una almohadilla, finalmente veían con sus propios ojos la mítica piedra robada.
— Tenías razón, James. — Mau mira a James con satisfacción.
— Adelante, tienes que colocarla sobre el pilar y ver qué pasa. — Comentaba Mau dando un par de pasos hacia atrás.
James se colocó delante del pilar y colocó suavemente el Corazón sobre su superficie…
Lentamente comenzó a iluminarse y a levantarse sobre el aire a la vez que brotaba a su alrededor una especie de nova, justo como las historias la describía.
De un momento a otro el santuario comenzó a moverse, el pilar se deslizó nuevamente a su posición y los escombros a en todo a su alrededor, en el suelo y en sus paredes volvió a su lugar como volviendo a atrás en el tiempo, las
La culpa y remordimiento que sentía James crecía cada noche que pasaba, el arrepentimiento eterno era su castigo y ninguna consolación se dejaba ver. ¿Era posible resistir aquel sufrimiento? El hecho de recordar a su familia, frente a sus ojos fallecer, su ira cegadora y su corazón frío ante aquella situación, le impedía acostumbrarse a lo que en cada noche la brillante luna lo convertía. Las palabras de una voz desconocida y reverberante en su delirante consciencia le decían: "Tus acciones te convirtieron en un monstruo y eso vas a ser por siempre", palabras que, en su cabeza hacían un eco intenso mientras se desvanecía el control sobre su cuerpo transformándose dolorosa e inevitablemente en bestia. Los amaneceres a pesar de que le devolvían su cuerpo humano, no le devolvían ninguna calma debido a que los flashbacks de la noche anterior se hacían presentes sin previo aviso y acompañados de una migraña aguda que seguramente sería muy molesta e
Estaba llorando, su cara pintaba roja y su frente sudaba como maratonista en competición, golpeaba el tronco de los árboles tan fuerte como sus manos podían soportarlo al igual que un luchador entrenando con un saco de boxeo. James estaba completamente destruido por dentro y tenía tantos pensamientos lamentables que sería fácil creer que en algún momento se volvería loco de tanto que su cerebro se retorcía a especie de trauma, pero no, lo que estaba pasando era simplemente la forma en que drenaba la ira y enojo que siempre tuvo y por la cual estaba siendo encadenado a su maldición.James era un buen hombre, siempre estuvo centrado en trabajar y mantener a su familia cómoda en casa. Además, era atlético, detallista, carismático y siempre quería que todo estuviese bien, sin embargo, no podía ser perfecto y tenía un detalle bastante alarmante.James, desd
James tenía 22 años, vivía a las afueras de un pequeño pueblo llamado “Moonhouse” en una zona boscosa que apenas se comenzaba a dibujar en los mapas. Vivía y trabajaba junto con su padre, su madre había fallecido cuando muy pequeño y tenía un hermano poco mayor que él pero que desde que su madre los había dejado se había unido a un grupo de cazadores de tesoros que buscaban monedas de oro y otros artefactos que tuviesen algún valor para alguien, dicho hermano no tenía cercanía con ellos y solo tomó un camino diferente.Posiblemente por ello James fue criado de manera más estricta o ruda, estaba encargado de llevar una carreta de madera cargada de baldes al río para recolectar agua y regresar a recargar el bebedero a los animales que su padre criaba, entre ellos algunas aves y cerdos, aunque su trabajo principal era amaestrar lobos para usos de cac
Tres meses después, 19 de marzo es una noche tan lluviosa que el río arrastra las grandes piedras que colisionan entre sí sumergidas en el agua dejando escuchar un fuerte sonido seco que advierte el peligroso crecimiento de ese paso. La familia se encuentra refugiada y segura dentro de su hogar. James y Janna toman té en la habitación a la vez que ella dibuja mariposas sobre las hojas de un pequeño cuaderno rosa. Elena descansaba en su cama, había tenido un fuerte día de agotamiento al mismo tiempo que sentía un incómodo malestar general de su cuerpo por lo que se decide a simplemente recostarse para cerrar sus ojos y recargar sus energías.Julio, intentaba también buscar la forma de descansar un poco puesto a que se estaban acercando las once de la noche y no lograba conciliar el sueño, algo muy extraño y aún más cuando estaba totalmente acostumbrado
Negra, de estilo metalizado y rasgos bastantes pronunciados… La máscara daba terror, parecía la de algún verdugo de un siglo pasado y tenía una distinguida marca a lo largo de forma horizontal en la parte superior central de frente. Eran una especie de líneas perfectamente grabadas sobre el material. — (Esto me hace recordar a los dibujos antiguos que descubren los arqueólogos o saqueadores de tumbas en Egipto y otros lados que salen en la TV) — Fue lo primero en pensar James al detallar la extraña máscara.— ¡Elena! — Grita entrando a casa buscando a su pareja. — Tienes que ver esto. — ¿Que es eso?. — Cariño, es una máscara. — Si veo que es una máscara, que fea es ¿Intentas hacerme una broma o algo?.
Los pasos hacia el pueblo aumentaban el drama de la situación, la brisa susurraba al oído y el clima seco daba la impresión de la zona estar desolada. James estaba decidido, pero eso no significaba que no tuviera miedo ante aquello que pudiese descubrir.— (Es el día, es el día, hoy descubriré que significa está máscara y sus grabados.) — Su mente acelerada le decía…Después de una caminata por todo el trayecto desde su casa al centro del pueblo comienza a preguntar a aquellos que trabajan allí como tienderos o pueblerinos comunes.— "Hola, ¿Has visto esta máscara antes? Disculpe, ¿Reconoce está máscara? Feliz tarde, quisiera saber dónde hacen estás máscaras. ¿Cómo están? Ver&aacu
— (En el pueblo debo encontrar a alguien que me oriente en este tema, un santero, un brujo o alguien especial… Pero voy a encontrarlo.)— Dando vueltas en el centro del pueblo intentando decidir a dónde ir, James pensaba desesperadamente. — ¿Estás loco?.— Comentó un hombre que iba pasando cerca de él. James intentó seguirlo, alcanzarlo para preguntar si se refería a la máscara que llevaba en su mano así que corrió detrás de él y cuando lo logró alcanzar el tipo se volteó mirándolo asustado. — ¡Deja!. — gritó el hombre dando varios pasos hacia atrás y recogiendo sus hombros. — Tranquilo, ¿Sabes algo sobre esta máscara?. — Eres un loco, pareces paranoico ¡Déjame en paz!. — Alej&aacu
Elena en casa siente mucha preocupación, observa la hora correr sin detenerse mientras el sol cada vez baja más y más hasta casi hundirse en el horizonte. — ¿Cuándo viene papá?. — Janna pregunta frecuentemente. — (Sabía que no tenía que dejarlo ir, era muy peligroso y era obvio que él solo no iba a hacer frente a esos asesinos si llegara a encontrarlos, pero… Esperemos que se encuentre bien y solo se le haya hecho tarde.) — Elena angustiada intenta calmar sus nervios tomando varias tazas de café. Los lobos aullan, a pesar de que James antes de irse les dejó alimento ya es tarde y va siendo hora de que se les coloque nuevamente comida. — (Los lobos… Si estuviese Julio aquí se encargaría, pero… Voy a tener que hacerlo yo con mucho cuidado.) — Viendo a través de la ventana los lobos agitados y hambrientos. — (Pero primero me encargaré de la cena, luego limpiaré un poco y así daré tiempo de que James