Llamé a Jules con todos los nervios del mundo, me atendió desde la cama, es probable que estuviera a punto de irse a dormir, pero por alguna extraña razón vi cierta felicidad en su rostro y no puedo negar que me parece que se encuentra mucho mejor, me hace feliz poder verla de ese modo. Le expliqué un poco la situación, me dijo que no estuviera tan preocupado, que es algo que suele sucederle a Lucius, pero que le alegraba que hubiera sido tan responsable. Me ayudó a rellenar los datos y luego tuve la oportunidad de quedarme un poco más platicando con ella. —¿Entonces? —le pregunté esperando a que me contara el motivo de su sonrisa. —Bueno, la primera buena noticia, fui con el médico y al parecer no estaba embarazada, todo se ha tratado de un malentendido —soltó un enorme suspiro— Me encanta ser madre, pero en la situación que me encuentro ahora mismo, bueno, no me gustaría tener otro bebé. —Bueno, al menos tendrás más tiempo para malcriar a tu sobrino —bromeé a lo que ella asintió
Isaac me había dado una de las mejores noticias de la vida, podría tener a mi hijo, le podría dar un abrazo luego de tanto tiempo y nadie tiene idea de la felicidad que eso me daba. Había hecho exactamente lo que Isaac me había pedido, le había dicho a la empleada, quien muy contenta se había ofrecido a preparar la merienda, ahora en estos momentos no tenía la menor idea de que era lo que le gustaba a mi hijo.Cuando vi llegar a mi hijo, aunque hubiera tenido que venir Lowen, no me iba a arruinar el momento, necesitaba aprovechar de cada segundo a su lado, así que nos sentamos en el sofá. También había venido una asistente social, para evaluar el comportamiento que teníamos, como nos relacionábamos, todo lo necesario para informarle al juez.—Lowen, puede decirnos normalmente que es lo que suele merendar su hijo —le preguntó la asistente que se quedó mirando fijamente en busca de una respuesta.—Me gustaría darle una respuesta a eso señora, pero como sabe soy un hombre bastante ocupad
Habíamos ido a la consulta con el médico, justamente teníamos una cita para ver como marchaban las cosas y gracias al cielo le habían retirado el reposo absoluto a Dahlia, asegurando que todo estaba mucho mejor, aun así se le recomendó guardar reposo todo lo que le fuera posible para que los siguientes meses las cosas marcharan aún mejor. Esta fue justamente la oportunidad perfecta para llevar a cabo el plan, habíamos utilizado parte de la mañana para ir a un café a desayunar y hablar de los detalles con un poco más de calma, mientras ella se bebía un chocolate caliente, la época ameritaba uno, aunque yo me fui por un café, eso era justo lo necesario para empezar mi mañana. Aunque en realidad el beberse un chocolate caliente era la excusa perfecta para salir del apartamento, del bullicio y el ambiente que viene tenso desde que su madre llegó de visita, porque ni siquiera tenemos tanto tiempo para estar a solas, su madre siempre que puede se está entrometiendo. Logramos llegar a vari
Me lancé sobre la cama al apenas haber llegado al apartamento, me sentía emocionalmente agotada, todo esto había sido fuerte para mí, aunque siempre ponga cara y trate de mostrarme fuerte, sigo siendo humana, me dolió tener que ser tan dura con Isaac.En ocasiones la vida te pone a prueba, te exige que seas fuerte, incluso cuando tú crees que la situación te queda grande, como lo he sentido yo al mirarle a los ojos.El amor es una de las cosas que más te vuelve vulnerable y cuando miras a una persona a los ojos, cuando le ves sin poder evitar sentir que el corazón se te va a salir del pecho, que deseas sentirle cerca, es porque los sentimientos han pasado extremos.No me quedaría sentada a esperar que esa mujer viniera a sacarme del apartamento de Isaac, porque ya había constatado que era capaz de llegar demasiado lejos y en la situación que estamos, no puedo hacer nada, no puedo pedirle a Isaac que me dé mi lugar, porque lo arruinaría todo.Ahora mismo él me ha dado la prueba más gra
Llegar a mi apartamento y no ver ni un rastro de Dahlia, no verla jugando con mis sobrinos, no escucharla hacer sus chistes, no verla mirando sus series coreanas aguantando las ganas de llorar, no burlarme de ella, todo eso me tenía mal, realmente mal. Me estaba obligando a ser fuerte, pero era bastante difícil cuando los niños sobre todo se encargaban de recordarme lo mucho que la echaban en falta, además llevaban ya unos días enojados, se habían encargado de dejarme en claro que el que se hubiera ido era mi culpa. Por otra parte, le había pedido a mi padre el contrato, le dije que quería que mi abogado pudiera revisarlo y que luego se lo entregaría de regreso ya firmado, tenía todas las intenciones de que él pudiera añadir alguna cláusula que lo hiciera inválido de alguna manera. Por supuesto que esas eran mis intenciones, había una cláusula en especial que harían posible que ese contrato se disolviera, estaba seguro de que mi padre estaría en contra, mucho más de lo que estaría W
Los días no habían sido fáciles de sobrellevar, mucho menos después de aquella conversación, de saber que mi madre había sido capaz de llegar tan lejos, me había quedado un vacío en mi interior.Era un enorme recordatorio de cuanto echaba en falta a mi padre, si él hubiera estado con vida, si él me hubiera podido acompañar en todo este proceso, jamás hubiera permitido todo esto. Hay días en los que, aunque no lo mencione, lo recuerdo demasiado, era un hombre con los pies sobre la tierra, razonable, que tenía la costumbre de afrontar los problemas con tanta paz, era un fiel creyente de que si algo debía de ser tuyo, nadie te lo podría quitar, eso incluía los logros.Fui criada de una forma humilde, mi padre me enseñó de valores, de amor, era un gran ser humano, a diferencia de lo que mi madre dice de él, porque la realidad detrás de todo eso es que mi madre esperaba una gran vida y mi padre vivir sin tantas complicaciones.Mientras mi madre se preguntaba que iba a ser del futuro, mi pa
Las palabras de la madre de Dahlia me continuaban rondando en la cabeza, era demasiado malo para ser cierto, si eso era real, entonces había grandes probabilidades de que todo esto no saliera bien, pero tenía que continuar con el plan, al menos para averiguar un poco más al respecto, para poder saber a qué nos estamos enfrentado.—Esto rebasó los límites —dijo Dahlia de repente haciendo que volviera a la realidad.Estaba devastada, podía notarlo, sabía que esto estaba siendo demasiado, todo demasiado rápido, como si la vida se hubiera desmoronado a nuestro alrededor en cuestión de horas, de minutos, de simples segundos.Quizá solamente habíamos vivido engañados, o nos habían colocado una venda en los ojos, y ahora que podíamos verlo todo como en realidad era, se volvía insoportable. No había mucho que pudiéramos hacer para cambiar la situación, ni siquiera había una fórmula mágica para cambiar todo esto, pero sí había algo que se podía hacer para calmar, para buscar un poco de paz.—D
Mi madre era consciente, ella sabía quién era el hombre con el cual pensaba formar un futuro, sabía que me imaginaba teniendo una familia feliz con ese hombre, sabía que deseaba tanto hacerme vieja al lado de ese hombre y sabía su verdadera cara, sabía que iba a destruirme.Era consciente de que en el mundo había demasiada maldad, pero se supone que una madre siempre va a desear proteger a la vida que vio crecer en su vientre, yo misma como madre jamás me imaginaría destruyendo a la vida que cree dentro de mí, que le alimenté.Me quedaba en claro que ella carecía de ese amor por mí, no era necesario que hiciera nada más para notarlo, pero el dolor era tan inmenso, yo sí la quería y hasta la noche anterior me había costado demasiadas lágrimas aceptar que era momento de soltarle.Isaac me había hecho olvidarme de todo lo malo por momentos, hasta me había quedado dormida con la imagen en la mente de lo que verdaderamente quería para nosotros, desde que lo conocí tenía el peor de los conc