Jen SmirnoffMiamiNo quería separarme de mi marido, aquí estábamos tan a gusto, donde había comenzado todo, donde podíamos regresar las veces que quisiéramos, estaba encantada de pasar este rato tan lindo a su lado, que esperaba que se repitiera muchas veces, porque en muchas ocasiones, no teníamos tiempo para nada, pero podíamos idearnos esto cada vez que podamos.–Deberíamos rentarle la casa a tu tía Kristen, o que nos la venda, es que ya debería buscar algo más grande para su negocio.Digo nada más por decir, sé que es una locura, porque de seguro su tía, no va a querer venderla, para buscar otra casa, este era su negocio y su hogar, pero había sido una idea que se me había pasado por la cabeza.–Jen, yo ya se lo propuse, pero me dijo que esta casa le trae muchos buenos recuerdos, porque aquí fue cuando llegó de Rusia y aquí vio nacer a mi prima Jane, que tal vez nos la pueda dejar por unos días, que es precisamente lo que le había pedido, pero ya mañana se la tenemos que entregar
Jennifer SaldañaMiamiEstaba en mi pequeña clínica veterinaria que había montado cerca mi casa en un terreno de mi padre que habían adaptado él y mis dos hermanos, en compañía de mi mejor amigo y socio, Emiliano y de mi prima Dulce quién también trabajaba con nosotros. Yo atendía una consulta veterinaria y al salir al área de espera, me encontré a mi madre. Le hice la receta al dueño de la mascota y salieron por la puerta principal.–Hola hija, ¿Tienes mucho trabajo? – Preguntó mi madre –Les he traído un pequeño almuerzo, ya que te saliste de casa sin comer nada. Al paso que vas te pondrás más delgada, hija. Debes alimentarte bien.Mi madre exageraba, mantenía un peso promedio, solo que era costumbre que nos la pasábamos comiendo ya que ella le encantaba cocinar todos los platillos mexicanos, incluidas varias salsas picantes.–Hola mamá y gracias. No alcancé a desayunar, tenía que llegar aquí a tiempo, pues tenía una cirugía urgente pero gracias por el almuerzo. Me muero de hambre.–
Jennifer SaldañaMiamiDulce salió de mi área de consulta para ir a comenzar a acomodar los materiales que habían quedado fuera de lugar, vi el folleto que al parecer me estaba llamando la atención y la curiosidad me mató, así que tomé en mi mano el folleto que Dulce había dejado ahí y vi el anuncio de esa agencia de acompañantes. “Los mejores Scorts de Miami, acompañantes para cualquier ocasión, discreción absoluta, precio por horas, días o semanas. Excelente servicio garantizado”Wow toda una variedad de servicio. Me reía ante la sola idea de tener que recurrir a algo tan bajo, de cualquier modo guardé el folleto en mi mochila.–Lo siento Jen – Me dijo Emiliano – Lamento entrar así a tú área. Me dijo Dulce que ya nos vamos.Ver la cara de Emiliano tan desencajada me hizo pensar en que algo grave estaba pasando.–Sí, ya nos vamos. Pero ¿Qué es lo que sientes?–Que no he podido conseguirte a nadie y no es porque nadie quiera ir contigo a la boda. Es porque no avisamos con tiempo, mis
Jennifer Saldaña Miami Después de que Dean, tomó el papel de manos de Kristen, se alejó y yo me quedé viendo cómo se iba, ese si hubiera sido un excelente novio para restregárselo a todos en la cara, pero ya estaba ocupado y ni modo de decirle a Kristen que lo quería para mí. –Chicas, creo que tengo el candidato perfecto – nos dice Kristen con una sonrisa – Jen tendrás un novio por toda una semana. –Pero yo no cuanto con esa suma de dinero – le digo angustiada. –No te preocupes esta va a cuenta de la casa – no lo podía creer. –Pero yo quiero pagar, por lo menos acepta lo que juntamos entre Dulce y yo. –Muy bien – toma el dinero que hemos reunido. Mandó un mensaje y en unos minutos llegó un chico rubio. –Este es el candidato – dijo Kristen. Kristen y Dulce notaron enseguida cómo nos mirábamos Jacob y yo. Estaba más que guapo el chico, sí el aceptara ser mi “novio falso” por supuesto que yo no iba a oponerme y sería capaz de pagar los ahorros de mi vida con tal de que me acompa
Jennifer Saldaña Miami Me bañé, me vestí y me peiné con la velocidad de un rayo y después bajé a desayunar esperando encontrar a toda mi familia reunida, pero sólo estaba mi papá. Estuve lista en menos de lo que cantaba un gallo y así cómo subí a mi recámara bajé y me reuní de vuelta con mi papá quién ya se había salido de la casa y tenía la camioneta encendida para llevarme, era un amor mi papá. –Jen ¿Ya estás lista para la boda de Liam? Ya sabía yo por donde iba la pregunta y no estaba nada preparada para ese evento y todo lo que conllevaba. –Claro que sí papá y por lo que veo tú y mamá ya están más que resignados a sólo quedarse conmigo ahora que Liam se vaya. –No digas eso hija, estamos felices de que estés con nosotros todavía. Pero yo estoy un poco inquieto, tú madre me ha contado de tu novio y no te has dignado a traer a ese chico a la casa. –Es que se la pasa ocupado papá, tiene mucho trabajo. –Nunca nos has contado nada de él, ni quién es, ni a que se dedica. –Ya pod
Jacob GarcíaMiamiEstábamos en el yate de mis padres, habíamos hecho una apuesta y habia perdido, solo que ellos me hicieron trampa.Cuando llegué en el yate desde mi casa en Key Biscayne a Miami Beach, mi primo Christoph, me esperaba a la orilla del malecón con dos chicos Noah y Jaiden y cuatro chicas, Lilly, Emma, Abigail y Madison, los mismos de siempre, la fiesta se armaría a lo grande, todos se subieron al yate, era temprano por lo que nos adentramos al mar, el regreso seria antes de las ocho de la noche.–Primo ¿cómo estás? – nos damos un fuerte abrazo Christoph y yo.Somos bastante parecidos, solo que Christoph es mucho más bronceado que yo, él es dueño de un marca de tablas de surf y por lo tanto permanece más tiempo en la intemperie que yo, mi profesión me mantiene mucho más tiempo bajo techo, la cadena de clínicas veterinarias de mis padres que se encuentran repartidas en todo el país, me impiden disfrutar de mi deporte favorito, el surf.Me salude con los chicos y con las
Jen SaldañaMiamiÉl día antes de la boda, estaba algo nerviosa y al mismo tiempo estaba muy emocionada recordando el beso que nos dimos Jacob y yo en su lugar secreto. Nuestro lugar secreto.Después de cenar con mi familia, ya estaba dispuesta a irme a dormir cuando alguien arrojó unas piedras a la ventana de mi recámara. Estaba enojada, pensando que iba a matar a Emiliano que tenía la horrible costumbre de hacer eso cuando me asomé y vi que era Dulce quien lo hizo esta vez.Bajé con el short más feo que encontré y con unos zapatos de piso horribles y salí a ver a la loca de mi prima.—Dulce ¿Por qué vienes y haces eso? Sabes que lo odio —Le reclamé — ¿Qué haces acá a estas horas?, ¿Cómo escapaste de mi tío Porfirio? No me digas que te dejo salir.—No, no me dejó salir, pues ya ves, tengo mis modos. Fui a ver a Jane a casa de su papá y ¿A qué no sabes quién estaba ahí?Dulce siempre me hacía sufrir con sus jueguitos y adivinanzas algo que a mí me caía gordo. Si yo no era adivina. Com
Jacob GarcíaEl día de la bodaLlegué al lugar dónde se llevaría a cabo la recepción de la boda tal y cómo había quedado con Jen cuando nos vimos el día anterior para ensayar todo lo de “nuestra relación” era una boda que tenía lugar en una de las playas más hermosas y exclusivas de Miami, yo llegué primero que Jen al lugar, se me había hecho temprano y cuando me disponía a llamarla Dulce llegó a saludarme.–Hola Jacob ¿Cómo estás? – Me preguntó Dulce – Ya no debe de tardar en llegar Jen. Ella viene con el novio y con mis tíos.–Hola Dulce, te ves muy guapa con todo respeto.–Tú estás que ardes Jacob, ¿Cómo te fue con Jen? Espero que ya tengan bien ensayado lo de su noviazgo, mi familia suele hacer muchas preguntas, son bastante curiosos, por no decir chismosos.–Sí ya lo ensayamos y todo en orden. Estoy listo para ser el “novio” de Jen.–Bueno, tampoco es como si te vayas a sacrificar mucho. Jen es muy hermosa, siéntete afortunado tú también.–Me siento afortunado y como le dije a el