Había tenido la peor pesadilla del mundo, Armando había ingresado a la cárcel y como él sabía hacer las cosas de una forma cobarde lo había golpeado, hasta que Cris le dijo que no fuera un gallina que lo enfrentara, al hacerlo Cris lo dejó golpeado en el suelo, vio como estaba decidido a terminar con su vida, pero ella lo detuvo.

Y eso había sido él peor error, porque el infame de Armando saco un arma de su espalda y le disparo…

—¡Cris! — dijo con mucho dolor, sus ojos comenzaron a llorar, cuando sintió unos suaves dedos que apartaban sus lágrimas, al girar la cabeza lo vio a un lado de ella, con esa tranquila sonrisa— ¡oh mi Cris! — se levantó y rodeo su cuello con sus brazos— pensé que Armando…

—Shhh, estoy bien — sintió como apretaba sus brazos alrededor de su cuerpo— siempre estaré con ustedes— sintió como dejaba un beso en su cuello— te amo…

—Yo te amo más— lo abrazo tan fuerte como queriendo fundirlo con ella— por favor dime que todo fue una pesadilla, que tú estás bien…

—Lo úni