No supo cuando el doctor le administró algo, pero pronto quedo en la inconciencia, en sus sueños podía sentir él dolor de Paola, la vio llorando aferrada a un féretro que no tenía su cuerpo, se acercó a decirle que no era verdad, pero ella no podía escucharlo, por la impotencia del sueño despertó agitado. —No puedo quedarme aquí— se levantó mirando la ropa deportiva que le habían puesto, se retiro él suero y se quito el aparato que marcaba su pulso. Tenía que ir a ver a su hijo, aunque fuera un momento, ya había perdido muchas cosas, no tuvo la oportunidad de acariciar la pancita de Paola cada día que iba creciendo, no sintió las pataditas, y no mimo a Paola como le hubiera gustado. Camino con cautela a la puerta y se aseguró que Damián no estuviera cerca, sin mirar atrás salió, el pasillo estaba solo como si en esa área estuviera exclusivamente él, llego hasta la estación de enfermería que por suerte no había nadie.Miró una puerta beige donde posaba un letrero “Vestidores” sin pe
Paola pensaba que la alegría y calidez que sentía en su interior se debía al nacimiento de su hijo, pero solo recordar el sueño tan vivido que tuvo en la noche, su corazón había dejado de sentirse vacío cuando sintió sus labios carosos besándola, era como cuando la beso por primera vez; tierno y lleno de amor, dirían que estaría loca, pero creía que era real. Verlo a un lado de ella sosteniendo a su hijo, llorando feliz por la dicha de ser padre, cuantas veces lo había imaginado si tan solo él siguiera vivo, lo tendría a su lado siempre, protegida en sus brazos. —¿En qué piensas? — escuchó que preguntaba su hermana que sostenía a Renato en brazos, no había duda que su hijo iba ser muy querido por todos, pero le faltaría el amor de su padre.—Anoche soñé con Cris, y lo estaba recordando, vas a decir que estoy loca, pero lo sentí como si estuviera de verdad aquí — su hermana medio sonrió— tenía a nuestro hijo en sus brazos, se veía tan guapo y sus ojos azules se veían vivos.—Fue un
Elizabeth comenzó a levantarse, sentía la cabeza pesada y los ojos aun cansados, como una avalancha llego a su mente el recuerdo de que iba llegando al hospital para quedarse esa noche con Paola, su madre debía descansar de la noche anterior. Oliver la dejó en la puerta del hospital sin ninguna preocupación y cuando estuvo por llegar a la habitación de Paola una mujer vestida de enfermera le dijo que a Paola la había llevado a otra habitación, porque habían intentado hacerle daño. Con miedo la siguió, queriendo asegurarse que de verdad estuvieran bien, pero cuando abrió la puerta vio que estaba en un almacén de limpieza, cuando iba a reclamar sintió el pinchazo en su cuello y todo se volvió oscuridad...Había sido engañada, con miedo de que de verdad le hicieran algo a su amiga y sobrino se levantó, tomo el plomo de la puerta, pero esta no se abría, esa mujer la había dejado encerrada, con desesperación comenzó a golpear la puerta y a gritar.De pronto la puerta se abrió gracias a un
Horas antes:—No deberíamos hacer esto, es una locura— articulo Damián con descontento, cuando había ido a buscar a Cristopher a la habitación, y encontrarla vacía, supo donde ir a buscarlo, con lo que no contaba era ver a Camila que sostenía al bebé y miraba a Cristopher con miedo. Aprovecho que estaba distraída, le apunto con él arma que siempre traía consigo, le ordeno que dejara al niño en la cuna, fue notorio que estaba temblando, lo que no sabía era porque, si era por ver a Cristopher o por sentir el caño.Cuando lo dejó seguro en su cuna, le dio un golpe en la nuca que la dejó inconsciente, Cristopher tomó a su hijo en brazos, dijo lo que ya había imaginado, que debían llevárselos antes que Armando intentara de nuevo llevarse a su hijo. —Por favor ayúdame, mi princesa e hijo corren peligro, no pueden quedarse aquí— si no hubiera salido del baño cuando vio a Camila que pretendía llevarse a su hijo, solo Dios sabía que le hubieran hecho—si sigue aquí, Armando no va descansar pa
Cuando comenzó a sonar el teléfono Elizabeth fue la primera en tomarlo— bueno ¿quién habla? — espero lo que parecía una eternidad hasta que escuchó la dulce voz de Paola.—Soy Paola…— en ese momento sintió como el alma le volvía al cuerpo.—¿Dónde estás hermana? — todos al escuchar el apelativo se levantaron para acercarse y escuchar la voz de Paola.—Solamente puedo decirte que estoy en un lugar seguro— Raquel le quito el teléfono para hacer ella una pregunta y escuchar su voz;—Hija ¿Por qué te fuiste? — guardo un momento silencio para escuchar su respuesta, pero no la había— ¿están bien?—Si, mamá Raquel, me fui por seguridad, Camila intento llevarse a mi hijo— podía sentir el dolor de todos, lo sentía, pero no iba a desaprovechar estar con Cris por unos días, habían pasado tantas horas sin sentirlo que su piel y su alma ya lo reclamaban— no se preocupen por mí, ni por Renato, estamos con personas que nos aman y nos van a cuidar, no sé preocupen por nosotros, vamos a volver pronto…
Al llegar a la planta baja se encontró con un camino iluminado con velas que la fueron guiando hasta donde se encontró con la mirada de Cristopher y su sonrisa, se veía tan guapo con ese pantalón negro, una camisa blanca y un saco negro, sin corbata haciendo que se viera casual, detrás de él tomo un ramo de rosas blancas que le entrego;—Su belleza no opaca la tuya, solamente hace que resalte más tu belleza— Paola tomó las flores y las llevo a su nariz— me harías el honor de cenar conmigo está noche.—Si señor será un placer— acepto su mano que tenía extendida hacía ella, camino con ella hasta una mesa donde estaban dispuestos dos lugares, todo parecía un sueño— pellízcame para saber que es real— Cris tomó su rostro y la beso muy despacio disfrutando.—Es muy real, yo estoy aquí con ustedes— Paola sonrió, no era un sueño, —¿Renato? — cuando salió del baño no lo vio en la cuna—Él ahora duerme tranquilo, y espero que así siga, porque pienso tenerte para mí unas horas— le ayudo con la
Por la madrugada Cris escuchó que lloraba Renato, como buen niño había obedecido que debía permanecer tranquilo mientras ellos habían hecho el amor, sin embargo, no podía estar lejos de su madre por más tiempo, se puso uno pantalones de franela, salió por él pasillo y se encontró con Hilda que venía con él en brazos.—Creo que quiere comer…—No te preocupes, yo me ocupo de él — con cuidado tomo a su hijo en brazos, regreso a la habitación y ella ya estaba sentada en la cama esperando a su hijo. —Me imagino que tiene hambre— dijo extendiendo los brazos, se había puesto una bata que cubría su espalda y p3cho.Se sentía el hombre más afortunado del mundo, tenía a su mujer e hijo, que más podría pedir a la vida, bueno ahora lo único que quería era su libertad, para casarse con ella como lo tenían planeado, sonrió de felicidad al ver a su familia, ya no podía esperar para hacerla más grande como Paola quería. —Nunca hablamos, pero cuantos hijos quieres— se sentó junto a ella mirando a su
Por la mañana llamo a Ivette y Eli, está última tendría la misión de llevar a todos a las cabañas, aquel lugar mágico donde celebró con él su cumpleaños.—No entiendo porque fuiste ahí— había escuchado la confusión en su cuñada.—Cuando llegues entenderás— respondió mirando a Cris que sonreía mientras tenía en sus brazos a su hijo, él pequeño dormía tranquilo en sus brazos. —Está bien, yo creo que el mediodía estaremos allá— dijo al terminar la llamada, solo esperaba que estoy no fuera problema, tendría que buscar la manera de decirle a Raquel que su hijo estaba vivo sin causarle un infarto por la emoción.—No crees que es arriesgado darle así la noticia mi tu mamá recuerda su problema de salud— él comenzó a negar con la cabeza, —Conozco a mi madre, es peor para su corazón la tristeza de creer que estoy muerto que la alegría de saber que sigo con vida— beso su mejilla— te aseguro que celebrara con nosotros este día. Dos horas después todos estaban reunidos en el lugar que le había