*—Aimee:Sabía que esto iba a venir.Desde el momento que supo su estado y pensó en las posibilidades de Ryan enterándose de ello luego de ocultárselo, sabía que cuando este se enterara, su amigo no iba a desviar el rostro y hacer caso omiso a lo que estaba sucediendo, sabía perfectamente que este se metería de lleno como el hombre responsable que era.—Ryan… —susurró su nombre.Ryan no lo había dicho directamente, pero si sabía que se refería a una relación muy seria con todo el aparataje que esta traía.—Sé que vivo en otro estado y tú vives aquí, que mi trabajo y mi vida están allá —Ryan apretó sus manos contra las suyas—, pero por ti y por mi hijo, moveré cielo y tierra para estar con ustedes.Y no tenía ninguna duda de ello, pero, aun así, ella no iba a permitirlo.—No tienes que hacer esto —dijo Aimee tirando de sus manos lejos, pero Ryan no quería soltarla. Estaba siendo un poco intenso con ella.—¿Por qué no? —preguntó ladeando la cabeza—. Ya lo dije antes, soy un hombre respo
*—Ryan:A veces uno se comportaba como un idiota y definitivamente él se comportó como un idiota con Aimee. ¿Qué había estado pensando al presionarla para que se casara con él? Por suerte lo había podido arreglar un poco, o al menos eso creía.Desvió la vista hacia su teléfono colocado sobre la isla de la cocina del nuevo apartamento que había adquirido por capricho, esperando ver algún mensaje en su pantalla de Aimee, pero la misma no lo había contactado desde que se separaron hace una semana.Comenzaba a preocuparse.¿Estaría Aimee pensando en su propuesta? ¿En él?Frunció el ceño y bufó molesto.Odiaba esta situación.Solo había querido hablar sobre él bebe y esas cosas, y las cosas habían estado yendo bien hasta que la parte estúpida de sí mismo tomó control de él y sacó la peor sugerencia que se le podía hacer a una mujer en estado. En serio. ¿Qué mierda se había fumado ayer?Sin embargo, lo había hecho porque era lo ideal. Quería estar con Aimee y sus bebes. Whoa. Pensar en dos
*—Aimee:Alzó la mirada hacia sus amigas sentadas en el sofá frente a ella.La noche anterior, cuando llego de la cena con Ryan, había decidido que no aceptaría la propuesta, pero ahora, con la cabeza clara y una nueva mañana, comenzaba a dudar de su última decisión. Siempre era abierta a escuchar segundas opiniones y era por eso que estaba allí frente a sus amigas, a quienes le había relatado todo lo acontecido la noche anterior sin dejar ni un detalle.Vio como Regina ladeaba la cabeza.—¿Entonces Ryan te pidió matrimonio? —preguntó la chica de cabello oscuro viéndose sorprendida, como si no creyera que su hermano mayor le hubiera pedido matrimonio a Aimee.Lo entendía, era difícil de creer, pero también, el que Aimee estuviera en estado de Ryan lo era y ahora que de vez en cuando podía sentir a sus bebes patear dentro de su vientre, podía decir que estaban en la pura realidad y que Ryan había decidido hacer dicha propuesta, aunque no fuera creíble.—¿Crees que estoy mintiendo?Regi
*—Ryan:De ahora en adelante, iba a ser más decidido que antes.Alzó la mirada y llevó una mano hacia el timbre del apartamento, esperando ser atendido y en el mejor caso, recibido.Ryan se quedó quieto esperando respuesta y al no recibirla pronto, volvió a presionar el tictac del timbre, volviendo a lo de antes, esperar por otros segundos.Quizás estaba siendo intenso, estaba presionando tal vez demasiado, pero, si la montaña no va a Mahoma, Mahoma debe de ir a la montaña, y allí estaba él, frente a la puerta del apartamento de Aimee luego de que hubiera pasado una semana desde la última vez que se vieron.Había esperado pacientemente por una respuesta suya, algo que le dijera cual sería el siguiente paso que ambos iban a tomar de ahora en adelante. No había tenido ni fu ni fa. Ryan no había querido escribirle para no agobiarla, pero se había impacientado y se había dicho que esperaría una semana. Ya había pasado la misma y como siguió sin recibir un mensaje o llamaba, típico de Aime
*—Aimee:Nunca en su vida había estado en esta situación, normalmente era ella la que siempre era rechazada, pero estar del otro lado de la tortilla se sentía diferente. Y de paso, no se sentía tan bien que digamos.Aimee miró a Matteo sentado frente a ella.Había venido aquella mañana para verla y traerle algunas frutas, pero Aimee sabía que tenía que cerrar su breve episodio con Matteo si en verdad quería que las cosas con Ryan funcionaran. Así que le había pedido que hablaran y lo había invitado a casa para ello.—Así que… ¿Cómo lo ha estado tomando Rivers? —fue Matteo el primero en hablar, pero no sobre ellos, si no sobre Ryan y ella.Aimee arqueó las cejas.—Bien, hoy iré con él a un chequeo de rutina —le informó Aimee y se acarició el vientre con ambas manos—. Ya que he permitido que pertenezca a esto, quiero que se empape completamente. Además, me lo pidió.Matteo sonrió.—Rivers es un gran hombre, Aimee —comentó su jefe.—Lo es —murmuró.Matteo asintió y Aimee se mordió los la
*—Ryan:Sus manos le sudaban.Las pasó por el pantalón de mezclilla que llevaba puesto para retirar la humedad, pero volvieron a sudar poco después.Estaba nervioso. Había venido con Aimee para que la misma se hiciera el chequeo de rutina y era su primera vez asistiendo a algo como esto. ¿Qué era lo que tenía que hacer como padre? Paseó la mirada por la sala de espera del consultorio donde estaban. Había algunas madres en tempranas etapas y otras muy cerca de terminar. Algunas con sus parejas y otras solas.Miró hacia Aimee quien estaba ojeando una revista de maternidad. Ella estaba muy a gusto y tranquila, pero, ¿cómo había actuado la primera vez que fue y vio quizás esta misma vista? ¿Se habría sentido triste porque el padre de sus retoños no estaba allí con ella?Ryan bajó la mirada sintiéndose triste de que no hubiera estado presente en las primeras etapas. Le hubiera gustado estar a su lado para ver los cambios, empaparse por completo de este regalo que el cielo les había consegu
*—Ryan:—¿Querías verme? —preguntó hacia su padre mientras apartaba una silla del escritorio para tomar asiento. Cruzó las piernas y le dio una mirada calmada a su padre, quien, detrás de la amplia mesa, lo escudriñaba con sus fríos ojos de color miel.Su padre sonrió ampliamente con una sonrisa que usaba cuando estaba frente a sus clientes, dando a entender que algo detrás se estaba cocinando y Ryan podía imaginarse que podía ser, pero se iba a ser el idiota lo más que pudiera.Había sido muy buena idea no tomar la llamada cuando estuvo con Aimee el día anterior. La misma se había preocupado pensando que era una llamada importante, pero Ryan le había asegurado de que no era así. Sin embargo, Ryan había llamado a su padre poco después y este le había exigido verlo urgentemente.No obstante, había retrasado el momento y lo había ignorado el día anterior, preparándose mentalmente para cuando tuviera que darle la cara. Fue esta mañana que Richard le llamó y le dijo que tenía que ir a ver
*—Aimee:¿Qué debería hacer ahora?Observó el reflejo de su cuerpo desnudo en el espejo de cuerpo completo en su cuarto mientras pensaba en los últimos acontecimientos en su vida. Había pasado dos días desde que fue con Ryan al chequeo de rutina, donde se había dado cuenta de que seguía amándolo.Sus expresiones durante el chequeo fueron tan sinceras. Nunca pensó que vería el rostro de Ryan emocionarse hasta el punto de casi llorar por sus bebes. Había creído que solo hacia esto por la responsabilidad, pero recordando lo feliz que estaba viendo la ecografía de sus bebes, algo le decía que quizás se había equivocado.Se acarició el amplio vientre y una sonrisa apareció en sus labios.Ahora no sabía que pensar sobre Ryan.Siempre había sido tan protector con ella, como un hermano, aunque Aimee nunca lo vio como tal, pero la forma en la que actuó con esta, fue así. Luego, cuando paso lo de aquella noche, se tornó frio y Aimee pensó que nunca volverían hablarse, pues había cruzado una lín