*—Aimee:Alzó la mirada hacia sus amigas sentadas en el sofá frente a ella.La noche anterior, cuando llego de la cena con Ryan, había decidido que no aceptaría la propuesta, pero ahora, con la cabeza clara y una nueva mañana, comenzaba a dudar de su última decisión. Siempre era abierta a escuchar segundas opiniones y era por eso que estaba allí frente a sus amigas, a quienes le había relatado todo lo acontecido la noche anterior sin dejar ni un detalle.Vio como Regina ladeaba la cabeza.—¿Entonces Ryan te pidió matrimonio? —preguntó la chica de cabello oscuro viéndose sorprendida, como si no creyera que su hermano mayor le hubiera pedido matrimonio a Aimee.Lo entendía, era difícil de creer, pero también, el que Aimee estuviera en estado de Ryan lo era y ahora que de vez en cuando podía sentir a sus bebes patear dentro de su vientre, podía decir que estaban en la pura realidad y que Ryan había decidido hacer dicha propuesta, aunque no fuera creíble.—¿Crees que estoy mintiendo?Regi
*—Ryan:De ahora en adelante, iba a ser más decidido que antes.Alzó la mirada y llevó una mano hacia el timbre del apartamento, esperando ser atendido y en el mejor caso, recibido.Ryan se quedó quieto esperando respuesta y al no recibirla pronto, volvió a presionar el tictac del timbre, volviendo a lo de antes, esperar por otros segundos.Quizás estaba siendo intenso, estaba presionando tal vez demasiado, pero, si la montaña no va a Mahoma, Mahoma debe de ir a la montaña, y allí estaba él, frente a la puerta del apartamento de Aimee luego de que hubiera pasado una semana desde la última vez que se vieron.Había esperado pacientemente por una respuesta suya, algo que le dijera cual sería el siguiente paso que ambos iban a tomar de ahora en adelante. No había tenido ni fu ni fa. Ryan no había querido escribirle para no agobiarla, pero se había impacientado y se había dicho que esperaría una semana. Ya había pasado la misma y como siguió sin recibir un mensaje o llamaba, típico de Aime
*—Aimee:Nunca en su vida había estado en esta situación, normalmente era ella la que siempre era rechazada, pero estar del otro lado de la tortilla se sentía diferente. Y de paso, no se sentía tan bien que digamos.Aimee miró a Matteo sentado frente a ella.Había venido aquella mañana para verla y traerle algunas frutas, pero Aimee sabía que tenía que cerrar su breve episodio con Matteo si en verdad quería que las cosas con Ryan funcionaran. Así que le había pedido que hablaran y lo había invitado a casa para ello.—Así que… ¿Cómo lo ha estado tomando Rivers? —fue Matteo el primero en hablar, pero no sobre ellos, si no sobre Ryan y ella.Aimee arqueó las cejas.—Bien, hoy iré con él a un chequeo de rutina —le informó Aimee y se acarició el vientre con ambas manos—. Ya que he permitido que pertenezca a esto, quiero que se empape completamente. Además, me lo pidió.Matteo sonrió.—Rivers es un gran hombre, Aimee —comentó su jefe.—Lo es —murmuró.Matteo asintió y Aimee se mordió los la
*—Ryan:Sus manos le sudaban.Las pasó por el pantalón de mezclilla que llevaba puesto para retirar la humedad, pero volvieron a sudar poco después.Estaba nervioso. Había venido con Aimee para que la misma se hiciera el chequeo de rutina y era su primera vez asistiendo a algo como esto. ¿Qué era lo que tenía que hacer como padre? Paseó la mirada por la sala de espera del consultorio donde estaban. Había algunas madres en tempranas etapas y otras muy cerca de terminar. Algunas con sus parejas y otras solas.Miró hacia Aimee quien estaba ojeando una revista de maternidad. Ella estaba muy a gusto y tranquila, pero, ¿cómo había actuado la primera vez que fue y vio quizás esta misma vista? ¿Se habría sentido triste porque el padre de sus retoños no estaba allí con ella?Ryan bajó la mirada sintiéndose triste de que no hubiera estado presente en las primeras etapas. Le hubiera gustado estar a su lado para ver los cambios, empaparse por completo de este regalo que el cielo les había consegu
*—Ryan:—¿Querías verme? —preguntó hacia su padre mientras apartaba una silla del escritorio para tomar asiento. Cruzó las piernas y le dio una mirada calmada a su padre, quien, detrás de la amplia mesa, lo escudriñaba con sus fríos ojos de color miel.Su padre sonrió ampliamente con una sonrisa que usaba cuando estaba frente a sus clientes, dando a entender que algo detrás se estaba cocinando y Ryan podía imaginarse que podía ser, pero se iba a ser el idiota lo más que pudiera.Había sido muy buena idea no tomar la llamada cuando estuvo con Aimee el día anterior. La misma se había preocupado pensando que era una llamada importante, pero Ryan le había asegurado de que no era así. Sin embargo, Ryan había llamado a su padre poco después y este le había exigido verlo urgentemente.No obstante, había retrasado el momento y lo había ignorado el día anterior, preparándose mentalmente para cuando tuviera que darle la cara. Fue esta mañana que Richard le llamó y le dijo que tenía que ir a ver
*—Aimee:¿Qué debería hacer ahora?Observó el reflejo de su cuerpo desnudo en el espejo de cuerpo completo en su cuarto mientras pensaba en los últimos acontecimientos en su vida. Había pasado dos días desde que fue con Ryan al chequeo de rutina, donde se había dado cuenta de que seguía amándolo.Sus expresiones durante el chequeo fueron tan sinceras. Nunca pensó que vería el rostro de Ryan emocionarse hasta el punto de casi llorar por sus bebes. Había creído que solo hacia esto por la responsabilidad, pero recordando lo feliz que estaba viendo la ecografía de sus bebes, algo le decía que quizás se había equivocado.Se acarició el amplio vientre y una sonrisa apareció en sus labios.Ahora no sabía que pensar sobre Ryan.Siempre había sido tan protector con ella, como un hermano, aunque Aimee nunca lo vio como tal, pero la forma en la que actuó con esta, fue así. Luego, cuando paso lo de aquella noche, se tornó frio y Aimee pensó que nunca volverían hablarse, pues había cruzado una lín
*—Aimee:Se despertó a media noche algo espantada.Su habitación estaba a oscuras, pero gracias a que las cortinas de su habitación no estaban corridas, la luz de la luna entraba por estas y poco a poco su vista fue acostumbrándose a la media oscuridad.Lentamente se sentó en la cama.Había tenido un sueño que parecía pesadilla. Se llevó las manos al vientre cubierto por su bata de noche. Había soñado con una boda, en donde se vio a si misma caminando hacia el altar muy feliz, puesto que Ryan estaba al final del mismo, pero mientras más caminaba, sentía que no estaba llegando y un fuerte dolor comenzó a crecer dentro de ella. asustada, se había cubierto el vientre con las manos, solo para notar que no estaba embarazada y un charco de sangre yacía sobre sus pies.Fue una pesadilla, pero se sintió tan real.Se acarició el vientre, temerosa porque no sabía si el mismo fue una premonición o solo su mente jugándosela, pero en medio de su preocupación, sintió unas pataditas. Una sonrisa apa
*—Ryan:Esto le estaba gustando más de lo que había creído.Su convivencia con Aimee no estaba siendo tan mal como había pensado. En las mañanas tenían una rutina, Ryan se levantaba más temprano que Aimee y le hacía el desayuno. Luego iba a levantarla para que comieran juntos. Si Ryan no tenía nada que hacer como ir a la empresa, se quedaban juntos viendo televisión o hablando de cosas de bebes hasta la hora del almuerzo. En esta siempre salían a comer fuera o a veces cocinaban algo juntos.Más bien, estaban haciendo las cosas juntos, como una pareja. Iban a los chequeos juntos y hacían las compras de igual manera. Incluso, estaban preparando la habitación libre para los bebes con las ideas de ambos. Ryan nunca pensó que sería tan divertido decorar una habitación para los bebes y que comprar ropa y utensilios para ellos fuera emocionante. Debía de admitir, que esto era algo que lo tomó desprevenido, pero que ahora que estaba empapado de ello, le fascinaba, no, lo adoraba.No podía esp