*—Ryan:¿Qué había hecho?Ryan miró por la ventana hacia la brillante mañana que se alzaba con el día, tan clara y hermosa, muy diferente a como estaban sus pensamientos, los cuales parecían un túnel oscuro lleno de caminos sin salidas.No podía creer que había ido a buscar a Aimee y que se hubiera encontrado con tremenda sorpresa.¿Aimee embarazada? ¿En estado de él?Las manos de Ryan se apretaron formándose puños. Nunca se lo hubiera imaginado, pero eso era lo que sucedía cuando tenías sexo sin protección y no tomabas las correctas decisiones.Se pasó una mano por el rostro cansado.Y mierda, sí que no había tomado las correctas decisiones.¿Por qué? ¿Por qué había sucedido esto?Aimee era su mejor amiga, era como su hermana. Habían estado juntos toda su vida y esto que estaba sucediendo parecía irreal.¿Cómo pudo embarazar a su mejor amiga? ¿A su amiga que consideraba como su hermana? ¿Cómo fue que no pudo ser la persona que tuviera la razón esa noche? ¿Por qué mierda dejó que algo
*—Aimee:Stephen, el mejor amigo de Ryan, pudo llegar sin contratiempos para verlas y hablar con ellas. A diferencia de esta mañana, no tenía un traje hecho a su medida, más bien llevaba esa tarde una camisa manga corta de color azul claro que combinaba con sus ojos igual de azules y un pantalón negro. Stephen era un hombre atractivo y muy amable.Vio como Regina se ruborizaba cuando este entró en la plaza y la saludaba besándola en los labios, sin importarle que tuvieran compañía. Parecía que la relación había escalado y que ya no era un secreto.Al menos alguien allí fue sincero, mientras que ella…Se miró el vientre. Ya era imposible ocultar este secreto. Es que, ¿cómo pensó que podría hacerlo? Era cuestión de tiempo que esta situación de diera. ¿Acaso nunca pensó que alguien que los conociera a ambos se toparía con ella y le iría con la noticia a Ryan? ¿Qué tal si se hubiera encontrado con los padres de su mejor amigo? Era obvio que Ryan haría las cuentas cuando le soplaran la not
*—Ryan:No estaba listo.Ryan llevó su mano hacia el cuello, esperando encontrar el objeto que usaba como desestresante, el cual era su corbata, pero no tenía una, ya que había venido con una camisa blanca manga corta y un pantalón caqui, pues, según Stephen, quería que se viera como un hombre normal en vez de un hombre de negocios, y que también no iba a tener una cena empresarial, iba a hablar con la mujer que iba a ser suya de ahora en adelante.Bajó la mirada hacia sus manos que temblaban.No se había sentido tan nervioso desde que dirigió el mismo su primera reunión con los grandes inversionistas del grupo familiar. Recordaba que había estado sudando debajo del traje hecho a su medida y sus temblores evidentes. Ahora mismo se sentía igual, pero esta cena era una importante que iba a definir el destino de su vida.Stephen había encontrado un buen lugar que tuviera cuartos privados y ahora estaba en uno, quería privacidad para lo que Aimee y él iban a hablar. Estaba mirando los cua
*—Aimee:Sabía que esto iba a venir.Desde el momento que supo su estado y pensó en las posibilidades de Ryan enterándose de ello luego de ocultárselo, sabía que cuando este se enterara, su amigo no iba a desviar el rostro y hacer caso omiso a lo que estaba sucediendo, sabía perfectamente que este se metería de lleno como el hombre responsable que era.—Ryan… —susurró su nombre.Ryan no lo había dicho directamente, pero si sabía que se refería a una relación muy seria con todo el aparataje que esta traía.—Sé que vivo en otro estado y tú vives aquí, que mi trabajo y mi vida están allá —Ryan apretó sus manos contra las suyas—, pero por ti y por mi hijo, moveré cielo y tierra para estar con ustedes.Y no tenía ninguna duda de ello, pero, aun así, ella no iba a permitirlo.—No tienes que hacer esto —dijo Aimee tirando de sus manos lejos, pero Ryan no quería soltarla. Estaba siendo un poco intenso con ella.—¿Por qué no? —preguntó ladeando la cabeza—. Ya lo dije antes, soy un hombre respo
*—Ryan:A veces uno se comportaba como un idiota y definitivamente él se comportó como un idiota con Aimee. ¿Qué había estado pensando al presionarla para que se casara con él? Por suerte lo había podido arreglar un poco, o al menos eso creía.Desvió la vista hacia su teléfono colocado sobre la isla de la cocina del nuevo apartamento que había adquirido por capricho, esperando ver algún mensaje en su pantalla de Aimee, pero la misma no lo había contactado desde que se separaron hace una semana.Comenzaba a preocuparse.¿Estaría Aimee pensando en su propuesta? ¿En él?Frunció el ceño y bufó molesto.Odiaba esta situación.Solo había querido hablar sobre él bebe y esas cosas, y las cosas habían estado yendo bien hasta que la parte estúpida de sí mismo tomó control de él y sacó la peor sugerencia que se le podía hacer a una mujer en estado. En serio. ¿Qué mierda se había fumado ayer?Sin embargo, lo había hecho porque era lo ideal. Quería estar con Aimee y sus bebes. Whoa. Pensar en dos
*—Aimee:Alzó la mirada hacia sus amigas sentadas en el sofá frente a ella.La noche anterior, cuando llego de la cena con Ryan, había decidido que no aceptaría la propuesta, pero ahora, con la cabeza clara y una nueva mañana, comenzaba a dudar de su última decisión. Siempre era abierta a escuchar segundas opiniones y era por eso que estaba allí frente a sus amigas, a quienes le había relatado todo lo acontecido la noche anterior sin dejar ni un detalle.Vio como Regina ladeaba la cabeza.—¿Entonces Ryan te pidió matrimonio? —preguntó la chica de cabello oscuro viéndose sorprendida, como si no creyera que su hermano mayor le hubiera pedido matrimonio a Aimee.Lo entendía, era difícil de creer, pero también, el que Aimee estuviera en estado de Ryan lo era y ahora que de vez en cuando podía sentir a sus bebes patear dentro de su vientre, podía decir que estaban en la pura realidad y que Ryan había decidido hacer dicha propuesta, aunque no fuera creíble.—¿Crees que estoy mintiendo?Regi
*—Ryan:De ahora en adelante, iba a ser más decidido que antes.Alzó la mirada y llevó una mano hacia el timbre del apartamento, esperando ser atendido y en el mejor caso, recibido.Ryan se quedó quieto esperando respuesta y al no recibirla pronto, volvió a presionar el tictac del timbre, volviendo a lo de antes, esperar por otros segundos.Quizás estaba siendo intenso, estaba presionando tal vez demasiado, pero, si la montaña no va a Mahoma, Mahoma debe de ir a la montaña, y allí estaba él, frente a la puerta del apartamento de Aimee luego de que hubiera pasado una semana desde la última vez que se vieron.Había esperado pacientemente por una respuesta suya, algo que le dijera cual sería el siguiente paso que ambos iban a tomar de ahora en adelante. No había tenido ni fu ni fa. Ryan no había querido escribirle para no agobiarla, pero se había impacientado y se había dicho que esperaría una semana. Ya había pasado la misma y como siguió sin recibir un mensaje o llamaba, típico de Aime
*—Aimee:Nunca en su vida había estado en esta situación, normalmente era ella la que siempre era rechazada, pero estar del otro lado de la tortilla se sentía diferente. Y de paso, no se sentía tan bien que digamos.Aimee miró a Matteo sentado frente a ella.Había venido aquella mañana para verla y traerle algunas frutas, pero Aimee sabía que tenía que cerrar su breve episodio con Matteo si en verdad quería que las cosas con Ryan funcionaran. Así que le había pedido que hablaran y lo había invitado a casa para ello.—Así que… ¿Cómo lo ha estado tomando Rivers? —fue Matteo el primero en hablar, pero no sobre ellos, si no sobre Ryan y ella.Aimee arqueó las cejas.—Bien, hoy iré con él a un chequeo de rutina —le informó Aimee y se acarició el vientre con ambas manos—. Ya que he permitido que pertenezca a esto, quiero que se empape completamente. Además, me lo pidió.Matteo sonrió.—Rivers es un gran hombre, Aimee —comentó su jefe.—Lo es —murmuró.Matteo asintió y Aimee se mordió los la