—Si no hay preservativo entonces no lo haré—sentencié antes de que metiera sus manos en mi pantalón.—Siempre cargo conmigo, no te preocupes…Aunque esa respuesta no fue de mi agrado, asentí mecánicamente.En algún momento nos deshicimos de la ropa que estorbaba y cuando me di cuenta, me hallaba abrazando la ancha y bien ejercitada espalda de Dominic mientras nos convertíamos en uno solo.—¿Te duele? —susurró en mi oreja antes de darme un beso suave en el cuello.—Un poco—respondí, cerrando los ojos con fuerza cada que él se hundía en mi interior.Minutos después comencé a sentirlo placentero y ahogué un gemido cuando Dominic mordió mi cuello como un demente, pero tuve que reconocer que eso avivó más mi excitación sexual porque mis caderas se empezaron a mover solas, deseando más de él.Volví a gemir y Dom tuvo que cubrir mi boca con su enorme mano y percibí que esa pequeña acción lo motivó más, era como si tenerme bajo su “poder” lo hiciera sentir más placer.Y a mí también.Al termi
Su aspecto no era el habitual para ser hijo de un hombre cien por ciento italiano, pero su madre era española y a eso se debió la apariencia distinta por los genes de ella y cuando él cumplió diez años, decidieron enviarlo a estudiar a Boston.—No esperaba verte nuevamente en la ciudad—me aclaré la garganta—es decir, te marchaste hace tiempo y estabas seguro de no regresar.—La situación en mi familia cambió y tuvimos que volver—no entró en detalles. Noté su incomodidad, pero no dejó de sonreír—nos hicimos socios de esta empresa y he venido a echar un vistazo.—Es una buena marca de autos—dije sin saber si era cierto o no.—Quise buscarte—bajó la voz—pero no quería interrumpir tu vida, así como así. Sé que te dolió cuando me fui y…—Alessandro, todo quedó en el pasado—dije con una leve sonrisa—yo estoy mejor que bien.Entonces él me abrazó efusivamente y mi nariz quedó en su pecho, impregnándome de su fascinante perfume.Paralizada por ese arrebato de cariño, me tensé. Me dolió un poc
Alessandro divisó una banca metálica muy cercana al borde del lago y nos acercamos rápidamente para sentarnos y admirar el panorama.Comenzaba a hacer frío y menos mal iba preparada. Saqué de mi bolso un suéter ligero y me lo puse bajo el escrutinio de él.—Siempre me ha gustado que pienses a futuro—señaló el suéter.—Mujer prevenida vale por dos. Estamos en una época en que el sexo femenino es muy independiente.—Eres brillante, Adele.Guardé silencio. ¿Por qué de repente decía cosas de ese tipo?Me hundí en la banca y miré a otra parte.–¿Cuándo regresaste a Boston? —pregunté luego de medio minuto de silencio.–Poco más de un mes.—Ah, bien.—Quise buscarte, pero habías cambiado de teléfono y cuando fui a tu casa, el guardia de seguridad me informó que ya no vivías ahí desde que falleció tu abuelo—repuso y volteé a verlo ante la sorpresa de saber que sí me buscó. Me encontré con sus expresivos ojos azules mirándome con tristeza—lamento tu pérdida, de verdad.—Jeffrey no me comentó n
Mi mayor defecto desde pequeña fue ser siempre dependiente de alguien más, quien fuera y lo fui de Alessandro Santoni en el pasado.—Ya no tengo amistades con quien irme—dije con simpleza—además de que me bastó estar en un departamento sola para sobrevivir.—Si yo hubiera estado contigo, tal vez habrías logrado sobrellevar mejor las cosas. Lo siento tanto…—La culpa es de mi familia. No somos unidos, pero cuando hay problemas, lejos de juntarse para arreglar algo, lo hacen para arruinarlo más.—¿Por esa razón tu hermano se llevó a su esposa lejos para llevar su embarazo?Asentí.—Pero creo que William los fue a buscar para molestarlos—mascullé—aunque por suerte, Tessa no es ninguna tonta. Es de temperamento fuerte.—Así que siempre sí resultó ser un imbécil tu primo.—Esa palabra limita demasiado lo que es—espeté.El recelo que sentía por él estaba disminuyendo y se debía a que por fin me hallaba enfrascada en una conversación en la que no estaba siendo juzgada. Prácticamente me estab
En algún punto de la noche caímos rendidos en la sala luego de hablar por muchísimas horas. Era la primera vez en mucho tiempo que hablaba con alguien hasta decir basta y sentirme bien conmigo misma.Al día siguiente, cuando desperté, me encontré con una bandeja a los pies de mi cama con el desayuno listo y a Alessandro esperando pacientemente a que yo despertara. Ni siquiera recordaba haber ido a dormir a mi habitación.—Buongiorno bellezza—le oí saludarme en italiano con voz melosa y dulce. —¿Te levantaste a hacer el desayuno para mí? —ahogué un bostezo. Él asintió, sonriendo. —¿A qué hora nos dormimos? —pregunté.—Sinceramente no sé—se encogió de hombros—pero como todavía estoy acoplándome de nuevo a este horario, me es difícil quedarme dormido por varias horas, así que decidí preparar el desayuno.—Muchas gracias.Fui al sanitario a asearme y luego volví a mi recámara en donde él me esperaba con una hermosa sonrisa.—Ayer llovió en algunas partes de la ciudad, qué extraño—me
Boston, Massachusetts, un día antes del secuestro de Tessa MorganHunter MontgomeryDesde el día en que Tessa se marchó con su supuesto “prometido” a llevar su matrimonio lejos de todos, incluido su hermano, comenzó mi mayor calvario. Jamás me había sentido de esa manera.Ella prometió volver en un año, así que yo acepté esperarla, pero parecía todo eterno.A menudo me acercaba a su casa a cerciorarme de que hubiera dicho la verdad sobre irse lejos y sí, lamentablemente fue real. Su hermano quedó solo en aquella residencia y parecía no afectarle su ausencia, así como a mí.En el lapso de cinco días después de que ella se fue, mi madre falleció y mis intentos por sobrellevar su muerte y la tristeza del abandono de Tessa eran nulos.Últimamente había visto a Levi estar casi en la misma situación que yo: ojos llorosos y enrojecidos, ojeras enormes y muy delgado. ¿Acaso estaba así por algún amor no correspondido o solo por su hermana?Y luego descubrí que era porque su mejor amigo no le c
Él la amaba con todo su corazón y me puse a pensar en el impacto que tendrían mis palabras en ese chico al saber la verdad sobre su hermana y su supuesto empleo.No quería hacerlo sentir peor. Ya tenía bastante con el noviecito impulsivo que lo había dejado tirado en la calle sin remordimiento alguno.—¿Quieres desayunar conmigo? No me gusta comer solo—me dijo de pronto.—Claro.Mi estómago iba a estar más que agradecido por meterle comida después de haberlo devuelto gracias a mis emociones.—Así que estás enamorado de mi hermana—vaciló mientras cocinaba los hot cakes. Estaba muy animado y comprendí que se debía porque estaba hablando de Tessa.—Sí—afirmé—y ella lo sabe.—Oh, es una lástima que le saliera un trabajo en este momento—se lamentó—y yo pensaba que eras una mala influencia para mi hermana. Si Tessa te hubiera traído a casa alguna vez, probablemente te habría echado un cable para que salieras con ella.—Prometió volver en un año para estar conmigo—se me formó un nudo en la g
Me froté el puente de la nariz con las yemas de mis dedos y después lo miré directamente a los ojos.—¿Y si yo te dijera que Tessa no se fue por trabajo? —empecé a decir—sino más bien por algo más delicado…—¿De qué estás hablando? —Levi dejó a medias su rebanada.—Nada, olvídalo—me arrepentí.—No, tú sabes algo que yo no—repuso—dímelo, por favor, Hunter, debo saberlo.Me quedé en silencio. Estábamos tan bien que deseé costurarme la maldita boca.—Habla—gruñó Dominic.—Tessa no se fue a trabajar como aseguró—mascullé, bajando la mirada. No quería ver cómo se desmoronaba Levi—ella se casó con Barnaby Flynn bajo un convenio de un año de matrimonio, desconozco la razón, pero al parecer, quedó embarazada de gemelos y creo que por eso la hermana de él fue a verte para avisarte sobre su viaje a Zermatt. Fue a visitarlos.Boston, Massachusetts, al atardecer, a punto de viajar a ZermattAdele FlynnEl jet en el que nos iríamos era majestuoso, aunque se notaba a leguas que no era pilotado por