Todos volvimos el rostro hacia a él y contemplamos aquella escena aterradora:Alice B. Wallace temblando de pies a cabeza mientras cargaba a su hijo y detrás de ella estaba William apuntándoles con un arma con bastante decisión.Lo que más me conmocionó fue darme cuenta de que Noah Birdwhistle no demostró ninguna emoción de ningún tipo.Simplemente frunció el ceño con aburrimiento.—Si quieres ejecutalos a ambos, no me importan en lo absoluto—fue respuesta y les dio la espalda.—¿Y qué me dices de tu abuela? —Una nueva voz que ni soñando pensé que escucharía ahí, surgió, captando la atención de Noah.—¡Dominic! —chillé.El chico me guiñó un ojo mientras sujetaba una navaja en el cuello de una anciana, la cual estaba muy asustada.Y ahí fue donde el semblante de Noah cambió. Tal vez no amaba a Alice, pero a su abuela sí.—Si te atreves a ponerle un dedo encima, juro que voy a asesinar a todos, incluyéndote, imbécil—lo amenazó.—¿De verdad? —inquirió Dominic—de haber sabido que mi prima
—¿Por qué me mentiste? ¿Por qué no me dijiste el plan de Barnaby Flynn? Yo te pude haber convencido de que no lo hicieras. Jamás vuelvas a sacrificar tu felicidad por mí.—No quería que te quedarás sin una buena educación—dije—nuestros padres fueron unos arrogantes avariciosos que nos abandonaron y murieron, dejándonos en la pobreza extrema y con deudas. No es justo para ti…—Ni para ti—me cortó de tajo—, eres importante, Tessa, entiéndelo. El hecho de que seas mi hermana mayor y tuviste que hacerte cargo de mí, no quiere decir que valgas menos. De hecho, todo lo contrario…Una tos falsa nos hizo salir de nuestra burbuja. Nos habíamos quedado acostados en la alfombra frente a todos.Levi me ayudó a levantarme sin soltarme de la mano, como si tuviera miedo de perderme.Y me quedé de piedra al ver a Hunter, Hunter Montgomery, de pie, bajo el umbral de la puerta, acompañado de Adele Flynn y Keith Richards.—¡Hunter! —chillé de emoción y aventuré a abrazarlo.—Deberíamos entrar—opinó Adel
—Es porque está traumatizada. No quiero imaginar los horrores en los que ha estado viviendo desde que pensé que había muerto, Tessa—dijo con pesar—ella fue alguien importante en mi vida, pero forma parte del pasado, ¿no lo entiendes? A la que amo y deseo a mi lado es a ti.Ingenuamente, le pregunté:—¿Lo prometes?—Lo prometo—besó mis manos y después mis labios.Horas después, la mayoría se fue en el jet de Alessandro, y solamente Hunter, Levi, Dominic, Jane, Keith y William con nosotros, es decir, en el jet de Barnaby.Fue un viaje ciertamente incómodo, teniendo en cuenta que Hunter no dejaba de mirarme con decepción y que Barnaby solo estaba al pendiente de Jane, quién yacía dormida en el rincón más alejado de todos.Me molestaba de cierta manera que Barnaby ni siquiera me miraba con tal de verla, aunque él había prometido que ya no la quería en su vida.Tampoco podía ponerme celosa si de todas maneras, la pobre chica estaba muy mal.—Tessa, ¿Podemos hablar?Keith se había acercado
No respondí. Levi quería probar mi límite de paciencia nuevamente, así que no le di ese gusto.—Ahora entiendo el cambio de tu aspecto tan repentino. Me sorprendes demasiado, Tessa. Ya no te reconozco en lo absoluto.Flexioné las piernas y abracé mis rodillas al pegarlas a mi pecho.Ignoré por completo sus comentarios hirientes y me dediqué a esperar a llegar a Boston.Dentro de mi mente, numerosas ideas surgieron.Sabía que quizá me arrepentiría, pero ya lo había decidido.En cuanto bajarámos del jet, me iría lejos de la vida de Barnaby Flynn y de su familia.No quería afrontar ser la segunda opción de él ni de nadie. Mi hermano había cambiado totalmente en ese breve lapso de ausencia y estaba segura que no me necesitaba como yo creía, además, tenía a Dominic consigo.Me urgía tener tiempo para mí misma. Alejarme de todos. Tiempo después, aterrizamos en el aeropuerto. Todos bostezaron y se espabilaron, preparándose para bajar. Irónicamente en Boston el cielo estaba opaco, nublado y
—¿En dónde están mis padres, Keith? Quiero ir a verlos lo más pronto posible.—En Berlín.—Consígueme un vuelo, por favor.—Ya lo tengo listo—se palpó el bolsillo interior de su chaqueta y sacó un sobre pequeño—aquí está. Sabía que dirías eso, así que me tomé la molestia de comprarlo con antelación.Guardé el boleto en mi bolso y luego me cubrí el rostro con mis manos.—¿Hay más secretos que deba saber? —inquirí.—Eh, el tal Hunter Montgomery, que creo que era tu pretendiente cuando aceptaste casarte con Barnaby, ha estado muy cerca de Alice Wallace.Aquello me tomó por sorpresa y alcé las cejas, mirándolo con perplejidad.—¿Hunter y Alice?Keith asintió.—Me alegro por él. Yo no estaba emocionalmente bien para una relación a su lado, ni antes ni después de Barnaby—suspiré.—Parece que todo está en orden con él, ya no tienes de qué preocuparte. Enfócate en ir a buscar a tus padres.Asentí.—¿Me vas a acompañar? —¿Quieres que te acompañe? —enarcó una ceja, con una media sonrisa.—No q
Arrastramos nuestras valijas hasta la entrada, en donde habían demasiadas personas yendo y viniendo con cara cenicienta y preocupada. —Por aquí–indicó William.Lo seguimos a paso torpe hasta la sala de espera.—Denme un minuto—dijo William al momento de responder una llamada. Nos sentamos por diez minutos hasta que el junior nos llamó con la mano. Trotamos hasta él y caminamos un largo pasillo hasta llegar a una zona diferente al resto, más como el estilo de los Flynn: estrafalario.Entramos en la puerta de madera de doble hoja y tanto Levi y yo, sentimos que nuestras rodillas flaqueaban. Y ahí estaban, nuestros padres, Maximilim y Rose, postrados en una cama con la mirada vidriosa y fija al techo, como si de unos vegetales se tratasen. Parpadeaban con lentitud.Había una enfermera verificando sus signos vitales.—¿Ellos pueden escucharnos? —pregunté en un hilo de voz.A pesar de que eran solo dos años de haberlos perdido, parecía como si hubieran pasado unos veinte. Lucían tan mal
Un año atrás…Toda la familia Flynn se hallaba de luto, en el funeral de Arnold Flynn, el abuelo y único dueño de todas las acciones y fortuna de la empresa familiar, Flynn’s Corporative. Cientos de personas estaban ahí, apiñadas en torno a todos los familiares, dando sus pésames de manera dulce y empalagosa, señal de hipocresía, por supuesto. Nadie lloraba, solo fingían tristeza. El problema de los ricos consistía en que pensaban que el dinero lo era todo, incluso más importante que la vida misma. Patrick Flynn junto a su hermano gemelo Charles, eran los únicos en enemistad de la familia, es decir, ellos y sus esposas, puesto que al día siguiente el testamento se abriría, y sabrían a quién de ellos les pertenecería la herencia. En el aire se respiraba el desprecio por parte de ambos, disfrazado en una sonrisa maliciosa. No obstante, Barnaby y William Flynn charlaban en la calle mientras fumaban un cigarrillo. Los dos chicos eran hijos de ellos, eran primos hermanos y jamás se llevaro
Evité a toda costa postrar la mirada en aquel sobre manila que el cartero acababa de depositar dentro del buzón con total serenidad. Ocupé mi mente e hice la colada mientras el valor en mi interior se animaba a echarle un vistazo a su contenido y comencé a bailar, escuchando la radio como fondo para tener la cabeza ocupada por más tiempo y no ennegrecer la felicidad de mi hermano, que por fin había recibido una beca para asistir a un curso de arte de manera gratuita por los próximos seis meses, gracias a su fascinante talento para la pintura y todo tipo de arte que implique creatividad.—Planeo dibujarte mientras bailas, Tessa. —Le oí decir desde el comedor, donde estaba alegremente haciendo trazos, es decir, probando sus colores nuevos profesionales que decidí obsequiarle por haber sido aceptado en la academia de arte más sofisticada de Boston.Era lo menos que podía hacer por él, ya que no podía pagarle la matricula todavía para enviarlo a la universidad porque tenía que abonar al b