*—Diego:De todos los viajes que Diego había hecho en su vida, aquel a Green Coast había sido el viaje más estresante de esta.Había pasado una semana de este y todavía las secuelas del mismo aún estaban latentes. El domingo por la mañana fue como si fuera un campo de batalla, los ánimos estaban por los suelos y no hubo conversaciones más que las habituales de: ¿Quieres desayunar? ¿A qué hora se van? ¿Me puedo ir contigo? Después de ello, cada quien se fue por su lado y más temprano de lo normal.Diego podría afirmar que el viaje fue un desastre y que, en lugar de alcanzar el objetivo que había sido disfrutar y divertirse, fue todo lo contrario. Diego estaba más triste que antes, y las ganas de pasar el verano en grande, estaban nulas. La había cagado con Sienna y, por ello, se sentía horrible, pues era la primera vez que una chica le llamaba tanto la atención y que no podía ni tenerla.Sin embargo, Diego no iba a tirar la toalla. Era obvio que esa noche cada quien vivió una experienc
*—Diego:Estaba decidido en lograr su cometido.Desde que se encontró con Thiago y Sienna en el restaurante, Diego se había decidido en mostrarle a Sienna que él era mejor partido que el aventurero de su hermano.Había mejorado su aspecto y su cabello, que estuvo un poco más largo que lo habitual, estaba recortado. También llevaba su cara limpia de barba y mejores ropas. Había gastado sus ahorros en ello, pero como había dicho antes, quería verse bien para Sienna y, aunque esta estuviera prendada del aspecto indigente de Thiago, cuando lo viera iba a pensarlo mejor.Además de ello, estaba más participativo en los negocios de su familia, ya no se quejaba tanto porque como había dicho antes, quería ser el partido perfecto para Sienna y mientras más rápido aprendiera de los negocios familiares y estuviera de lleno en estos, Sienna se fijaría en que era un hombre que tenía los pies sobre la tierra.Cuando comenzará el semestre en un mes más, Diego iba a darlo todo, por lo cual, Sienna lo
*—Sienna:¿Por qué no podía olvidar a ese chico de tiernos ojos de color café?Un suspiro salió de Sienna y miró por la ventana de su habitación, viendo hacia los árboles que se estaban tiñendo de marrón y naranja.El otoño estaba casi llegando y, aunque la estación estaba por cambiar, Sienna aún no podía olvidar aquel chico que conoció en verano y por el cual aún suspiraba estúpidamente. Y decía estúpidamente, porque no entendía por qué estaba aún cautivada por él, cuando sabía que Diego Woodbury era un idiota.Durante todo el verano, Sienna se mantuvo evitándolo, tratando de no aparecer en los lugares donde este podría estar, pero el muy imbécil parecía que solo quería molestarla. Diego iba todos los días a la panadería en busca de ella y tuvo que hacer malabares para esconderse de él. Lo que más le molestaba era que este siempre se llevaba algún postre hecho por ella. ¿No era que le desagradaban los dulces? No entendía por qué lo hacía si no estaba interesado en ella y la verdad es
*—Sienna:Iba a desmayarse.Sienna apretó el móvil en su mano mientras escuchaba a Diego llamar su nombre del otro lado de la línea con su profunda voz. Seguía escuchándose rica en sus oídos, la misma enviaba corrientes eléctricas por todo su cuerpos y recuerdos de lo que paso esa noche la abordaron, pero tuvo que deshacerse de estos porque había una situación en espera.Se armó de valor.—Ah, hola, no tengo tiempo para hablar —dijo Sienna rápidamente sin darle espacio para hablar al chico—. Thiago tuvo un accidente, parece que se cayó de un árbol buscando una toma y dice que se ha roto el brazo o quizás la pierna —explicó mirando hacia el chico a sus pies—. Te enviaré la ubicación para que vengas lo más pronto posible, ¿sí?—De acuerdo —fue lo único que dijo antes de cortar la llamada.Sienna se sentó al lado de Thiago. Quizás debió de llamar a una ambulancia, hubiera sido más rápido, pero sería una ladilla dar las explicaciones del lugar donde estaban. Abrió la aplicación de mensaje
*—Sienna:Estaba un poco nerviosa y no entendía por qué. Ya había visto a Diego después de tanto tiempo, así que no debería estar nerviosa porque iba a verlo otra vez, pero allí estaba, anticipando su llegada.Sienna había llegado hace un rato al lugar donde se iba a reunir el grupo. Como los padres de Leo, el novio de Esmeralda, eran los dueños del restaurante más popular de Seasons, este había decidido alquilar toda área al aire libre de la segunda planta con el fin de reunir a sus amigos en una tranquila velada. Sienna se sentía feliz de que la consideraban ya parte del grupo y que hubiera sido invitada a esta. No tenía muchos amigos por no estar en la universidad y durante la escuela tampoco se relacionó mucho, por lo cual, ahora, Esmeralda y Rosé eran sus amigas más cercanas.Volviendo a lo de antes, todos los del grupo habían llegado, a excepción de Diego. Estaban dudosos de que, si vendría o no por el accidente de la tarde de Thiago, pero Leo les había asegurado que este le hab
*—Sienna:Paso saliva, nerviosa y se acercó a Diego, quien sonrió con una amplia sonrisa y se paró ante ella. Sienna tenía unas sandalias de tiras con tacón y ni siquiera así podía llegarle a Diego, el chico era muy alto y tuvo que alzar mucho la cabeza.—¿Pasa algo?—Solo es que duraste mucho y me preocupé —comentó Diego.¿Había durado mucho? No tenía reloj en su muñeca y había dejado su teléfono en su bolsa sobre la mesa del grupo, así que no sabía que tanto tiempo se había tomado.—Oh, lo siento —se disculpó Sienna, era probable que haya sido Esmeralda que lo había mandado a buscarla. Claro, aprovechándose de lo que pasaba entre ellos, así como había hecho antes al dejar un espacio libre al lado de Sienna para Diego.—No hay problema, veo que estás bien —murmuró Diego dándole una mirada como si estuviera buscando algo diferente en ella, pero Sienna se sentía muy bien esa noche a pesar de lo de antes.—Solo fui al baño y me tomé mi tiempo —comentó Sienna encogiéndose de hombros.—Tí
*—Sienna:Comenzó a temblar mientras pensaba en que los amigos de su novio quizás no la aceptarían, pues no era de su círculo y aunque salía con las chicas, no pertenecía al grupo al final.Sienna alzo la mirada para mirar hacia el grupo para ver a Esmeralda y a Rosé sonriendo felizmente, mientras que los tres chicos miraban con confusión.—¿Acaso tiene que ver con sus manos entrelazadas? —preguntó Rosé divertida.—Cállate, Rosé —le dijo Diego a la chica, quien soltó una carcajada. Diego se aclaró la garganta y alzó el pecho—. Sienna y yo estamos saliendo, seriamente —les informó a todos con felicidad y Sienna se sintió avergonzada.—Qué sorpresa, ¿no? —dijo Leo sonriendo.—¡Leo! —exclamó Esmeralda mientras lo golpeaba en un brazo.—¿Qué? —le preguntó este a su novia y ambos intercambiaron una mirada para luego Leo mirar hacia Sienna—. Este imbécil ha estado hecho una mierda desde que Sienna lo rechazó aquel día —le informó Leo y Sienna miró hacia Diego quien se cubrió la cara con una
*—Sienna:Salir con alguien se sentía muy bien.Habían pasado dos semanas desde que Sienna y Diego comenzaron a salir y no había un día en el que no hablaran o se vieran. Diego iba todas las tardes a verla a la panadería y se quedaba un rato con ella hasta que tuviera que irse, y claro, se iba con algún postre hecho por Sienna con el fin de ayudar a su novia a mejorar. Sienna podía decir que gracias a sus opiniones había mejorado bastante. Había hecho una lista de las opiniones que Diego le dio sobre sus anteriores postres y había tomado nota sobre estos.Otra cosa era que al final del día, Diego volvía a aparecer con el fin de que salieran a cenar o para llevarla a su casa. Este había sido su diario vivir desde entonces y aunque Sienna quería más, tenía que disfrutar de igual forma estos bellos momentos, pues Diego siempre estaba ocupado.Había veces en que estaban juntos y este tenía que irse rápidamente porque tenía que ver a su padre, otras veces solo se veían en la noche cuando l