*—Sienna:Paso saliva, nerviosa y se acercó a Diego, quien sonrió con una amplia sonrisa y se paró ante ella. Sienna tenía unas sandalias de tiras con tacón y ni siquiera así podía llegarle a Diego, el chico era muy alto y tuvo que alzar mucho la cabeza.—¿Pasa algo?—Solo es que duraste mucho y me preocupé —comentó Diego.¿Había durado mucho? No tenía reloj en su muñeca y había dejado su teléfono en su bolsa sobre la mesa del grupo, así que no sabía que tanto tiempo se había tomado.—Oh, lo siento —se disculpó Sienna, era probable que haya sido Esmeralda que lo había mandado a buscarla. Claro, aprovechándose de lo que pasaba entre ellos, así como había hecho antes al dejar un espacio libre al lado de Sienna para Diego.—No hay problema, veo que estás bien —murmuró Diego dándole una mirada como si estuviera buscando algo diferente en ella, pero Sienna se sentía muy bien esa noche a pesar de lo de antes.—Solo fui al baño y me tomé mi tiempo —comentó Sienna encogiéndose de hombros.—Tí
*—Sienna:Comenzó a temblar mientras pensaba en que los amigos de su novio quizás no la aceptarían, pues no era de su círculo y aunque salía con las chicas, no pertenecía al grupo al final.Sienna alzo la mirada para mirar hacia el grupo para ver a Esmeralda y a Rosé sonriendo felizmente, mientras que los tres chicos miraban con confusión.—¿Acaso tiene que ver con sus manos entrelazadas? —preguntó Rosé divertida.—Cállate, Rosé —le dijo Diego a la chica, quien soltó una carcajada. Diego se aclaró la garganta y alzó el pecho—. Sienna y yo estamos saliendo, seriamente —les informó a todos con felicidad y Sienna se sintió avergonzada.—Qué sorpresa, ¿no? —dijo Leo sonriendo.—¡Leo! —exclamó Esmeralda mientras lo golpeaba en un brazo.—¿Qué? —le preguntó este a su novia y ambos intercambiaron una mirada para luego Leo mirar hacia Sienna—. Este imbécil ha estado hecho una mierda desde que Sienna lo rechazó aquel día —le informó Leo y Sienna miró hacia Diego quien se cubrió la cara con una
*—Sienna:Salir con alguien se sentía muy bien.Habían pasado dos semanas desde que Sienna y Diego comenzaron a salir y no había un día en el que no hablaran o se vieran. Diego iba todas las tardes a verla a la panadería y se quedaba un rato con ella hasta que tuviera que irse, y claro, se iba con algún postre hecho por Sienna con el fin de ayudar a su novia a mejorar. Sienna podía decir que gracias a sus opiniones había mejorado bastante. Había hecho una lista de las opiniones que Diego le dio sobre sus anteriores postres y había tomado nota sobre estos.Otra cosa era que al final del día, Diego volvía a aparecer con el fin de que salieran a cenar o para llevarla a su casa. Este había sido su diario vivir desde entonces y aunque Sienna quería más, tenía que disfrutar de igual forma estos bellos momentos, pues Diego siempre estaba ocupado.Había veces en que estaban juntos y este tenía que irse rápidamente porque tenía que ver a su padre, otras veces solo se veían en la noche cuando l
*—Sienna:Al parecer, la conversación que tuvieron sobre su relación hizo recapacitar a Diego. En la noche, su novio la llamó y le dijo que iban a ir a la hacienda de su familia en Tawny Town y que se preparara para el pasadía. Esto emocionó a Sienna, tanto así que fue de compras al día después con Esmeralda y Rosé para la anticipada cita. Quería verse presentable para su novio, así que compró un vestido, ropa interior sexy y un bañador, ya que Rosé le había dicho que había una gran piscina en la hacienda de los Woodbury.El día de la famosa cita llegó y Sienna se sentía tan emocionada, que la misma ansiedad le había hecho doler el estómago. Cada vez que se emocionaba por algo, su estómago sufría las consecuencias, pero no iba a dejar que este arruinara su día, por lo cual, tomó algunos medicamentos antes de que Diego llegará a su casa.—Alguien está muy emocionada, ¿eh? —escuchó que decía su hermana y cuando miró hacia la puerta de su recámara, Layla estaba allí con su ropa de casa.
*—Sienna:Para el almuerzo, a pesar de que Sienna estaba emocionada por saborear los alimentos de otra persona, no comió mucho porque la misma Evie les dijo que tenían que guardar espacio para el postre, sin embargo, la comida estuvo excelente y se dijo que tenía que llevarse consigo la receta de lo que más le gustó del menú.Evie volvió con el postre, que era una torta de chocolate cubierta de azúcar en polvo. Diego soltó una carcajada y se vio emocionado, pero Sienna lo miró curiosa, pues creía que este no comía dulces, pero allí estaba dejando que Evie le sirviera un trozo de la tarta. Cuando Evie se fue, Sienna le preguntó.—Creía que no te gustaban los postres —le cuestionó Sienna con confusión.Diego sonrió y vio como este cortaba un pequeño trozo de la torta de chocolate.—Y no me gusta —confirmó y se llevó el tenedor con el trozo a la boca. Sienna vio como lo saboreaba—. Sin embargo, Evie hace estas tortas bajas en azúcar y además de eso, es el postre favorito de mi madre y e
*—Sienna: Para prepararse para la aventura, subieron al segundo piso hacia la habitación de Diego donde Marcus había dejado sus cosas. Una vez dentro, Sienna pasó la vista por ella, notando algunos dibujos enmarcados y varios libros. Quería husmear, pero tampoco quería ser indiscreta, así que se dijo que luego los vería y se acercó a las ventanas, notando que estas estaban en dirección hacia la hermosa vista y se imaginó amaneciendo en esta para toparse con un lindo amanecer.—Me cambiaré en el baño —escuchó que Diego decía y cuando se volvió hacia él, lo vio con su bañador en la mano.Sienna se ruborizó, pero recordó que no era la primera vez, sin embargo, ahora eran novios y era diferente. Asintió y Diego salió de la habitación dejándola sola. Sienna se acercó a su maleta y sacó el bikini que había comprado con las chicas. Cuando fueron a Green Coast, Sienna no había estado del todo consciente de Diego, pero como había dicho antes, eran novios y sí que estaba consciente. ¿Le gustar
*—Sienna: Su amado le tomó de la mano y la guio hacia el camino que llevaba hacia las profundidades de la hacienda. Sienna se quejó porque estaban dejando sus teléfonos y sus cosas en la cama balinesa, pero Diego le aseguró que Evie llevaría todo hacia la habitación.Sienna no entendía cómo tendrían un picnic si no llevaban nada consigo, pero luego de caminar por unos minutos, llegaron a un bonito lugar a orillas de un arroyo. Había un gran árbol de arce que se adentraba hacia la orilla del arroyo, pero parte de la sombra de este quedaba en tierra y bajo la misma había una gran manta de cuadros azules tendida sobre el pasto. Sienna notó la canasta y miró hacia Diego.—Le pedí ayuda a Evie —le informó Diego para luego hacer que caminaran hacia la manta.Diego le indico que dejara las sandalias fuera de la gran manta y así lo hizo antes de sentarse en la misma. Diego se sentó a su lado y la acercó a su cuerpo.—¿Este es tu lugar secreto? —quiso saber Sienna, pues recordaba que Diego ha
*—Sienna: Ante su negativa, Sienna comenzó a sentirse nerviosa.¿Había hecho enfadar a Diego?Este estaba silencioso y no decía nada.¿Debería explicarle el porqué de su decisión antes de que Diego se enfadara por completo?Abrió la boca para replicar, pero vio como su novio hacia una mueca y luego la miró como si estuviera suplicando con la mirada, pero Sienna se la aguantó, mirándolo con seriedad. No iba a ceder por más ojitos lindos que pusiera. Este entendió que no iba a aceptar y sacó la mano de sus bragas. Sin embargo, este se llevó los dedos que estuvieron tocándola a la boca y la mirada que le dirigió esta vez era lujuriosa.Sienna tragó nerviosa y se apartó de Diego. Se arregló el bikini y luego de ello fue hacia la canasta para ver qué había dentro de esta. No eran muchas cosas, pero había dos botellas de lo que parecía ser jugo de naranja, varios emparedados con pasta de jamón y queso, algunos paquetes de galletas saladas y otra porción de la torta de antes. Diego se acerc